ALICANTE. El Elche cerró este sábado en Sevilla (3-0) una primera vuelta caótica en la que ha puesto rumbo al descenso a Segunda tras no haber sido capaz de ganar ni un partido y sumar únicamente seis empates pese a los cambios de rumbo en su banquillo.
El tercer proyecto del equipo ilicitano en Primera ha consumido la mitad del campeonato a años luz de la versión que ofreció el pasado curso y ni siquiera los relevos permanentes en la dirección del grupo –tres entrenadores y dos técnicos interinos- han podido reanimar a un equipo que ya parece resignado a su suerte.
Prueba de la pésima dinámica del equipo ilicitano es que es el único de la competición incapaz de ganar y, además, no ha logrado mantener ni una sola jornada del campeonato su portería a cero.
El Elche ha permanecido en 18 jornadas de las 19 disputadas en zona de descenso –solo en la segunda no estuvo dentro- y es colista de forma ininterrumpida en las últimas 14 jornadas.
De los seis puntos logrados, tres han sido en su estadio y otros tantos a domicilio y su diferencia con la permanencia es de 11 puntos a la espera de que concluya la jornada. Por si fuera poco, todos los rivales directos, a excepción del Cádiz, ya le han ganado esta temporada.
La fragilidad defensiva, el bajo rendimiento de varios jugadores que fueron claves el pasado curso, Gonzalo Verdú, Roco, Bigas, Gumbau, Mascarell o Boyé, entre otros, y la escasa aportación de los refuerzos, como Quina, Roger, Clerc o Lirola, y polémicas arbitrales en momentos puntuales han conducido al Elche a una de sus peores versiones de siempre en Primera.
Los males del Elche arrancaron en la pretemporada y en la ausencia de fichajes, lo que provocó las primeras tiranteces entre el propietario, Christian Bragarnik, y el entrenador, Francisco Rodríguez.
El dueño priorizó dar continuidad al bloque del curso anterior sobre las incorporaciones y cuando éstas llegaron la pretemporada ya estaba muy avanzada y el campeonato a punto de arrancar.
El Elche arrancó mal ante el Betis (3-0) en un partido que ya fue un reflejo de lo que sería la primera vuelta, ya que los errores defensivos, unidos a la temprana expulsión de un jugador, allanaron el camino del equipo sevillano.
El primer punto del curso llegó en la segunda jornada ante el Almería (1-1) en otro partido en el que el Elche ya comenzó a demostrar sus problemas.
Posteriormente, el conjunto ilicitano enlazó cinco derrotas consecutivas, algunas sonrojantes, como ante el Athletic Club (1-4) y Villarreal (4-0), y otras dolorosas, como en Vallecas, donde encajó el gol de la derrota en el descuento (2-1).
Con un punto de 21 posibles el propietario decidió prescindir de Francisco y entregó el equipo de forma interina a Alberto Gallego, técnico del filial, con el que el Elche sumó su segundo punto ante el Mallorca (1-1) como local en un partido en el que apareció la polémica arbitral, otras de las constantes durante el primer giro del campeonato.
Bragarnik dio un nuevo golpe de timón inesperado y entregó la dirección del equipo de forma inesperada a su compatriota Jorge Almirón, técnico que había sido despedido dos años antes tras sumar 16 jornadas sin ganar y dejar al equipo en zona de descenso.
Almirón pareció revitalizar al Elche, que empató en su debut ante el Valencia (2-2) en Mestalla en el que ha sido el partido en el que el equipo ilicitano ha estado más cerca del triunfo esta temporada.
La esperada derrota ante el Madrid (0-3) llegó acompañada de un punto en el campo del Espanyol (2-2) que no tuvo continuidad en un mes clave en el que el Elche perdió ante varios rivales directos, como Getafe (0-1) y Valladolid (2-1).
La derrota en Zorrilla provocó el adiós de Almirón y la llegada de forma interina al banquillo de Sergio Mantecón, director deportivo, que tampoco pudo frenar la caída del equipo (1-2) antes del parón del Mundial.
Durante este periodo, el Elche contrató a Pablo Machín en busca de un milagro y con la promesa de reforzar al equipo durante el mercado de invierno para pelear por la permanencia.
Llegaron al club los argentinos Lautaro Blanco y Lisandro Magallán y el sevillista José Ángel Carmona y abandonaron la entidad Javier Pastore, Fede Fernández y, ya recientemente, Roger Martí.
La imagen del Elche desde la llegada del técnico mejoró ligeramente, pero no lo suficiente para ganar o recortar puntos sobre la zona de permanencia.
Tras dos derrotas seguidas ante Atlético (2-0) y Celta (0-1), el Elche sumó dos empates consecutivos frente a Cádiz (1-1) y Osasuna (1-1) que dieron una leve esperanza y animaron a la afición a recuperar la fe, pero la contundente derrota del Pizjuán devuelve al equipo y a su entorno a la cruda realidad.
El vestuario y los aficionados ya comienzan a asumir el fatal desenlace deportivo de una segunda vuelta que, salvo milagro, amenaza con ser muy larga y triste para el Elche.