El Elche dice 'bye-bye' al 'play-off'

ELCHE. Mucho tienen que cambiar las cosas para que el Elche termine entre los seis primeros a final de la temporada regular, sería casi un milagro. Con el soporífero empate ante el Alcorcón los franjiverdes han dilapidado sus opciones de entrar en 'play-off' y entran en un marco argumental diferente, en el que el único objetivo será el alcanzar los 50 puntos, algo que sí parece factible, y a partir de ahí comenzar a planificar lo que será el Elche 2017/18.

El encuentro ante el Levante tenía toda la pinta que iba a ser un punto de inflexión en la temporada, en donde si se ganaba se daba un puñetazo sobre la mesa y se podía permitir mirar a la cara a los puestos de promoción de ascenso, que aún quedaban algo lejanos. Pero la historia no fue esa y el escenario fue el opuesto. Un rocambolesco partido con un final esperado. Dura derrota que, a tenor de lo vivido ayer en el Martínez Valero, ha pesado en los futbolistas.

Que el Alcorcón fue a Elche a empatar y nada más, vale; pero que los de Toril anduvieron desconectados durante casi 70 minutos, también. Raro es que en esta temporada la gente se aburra en el Martínez Valero. Incluso cuando su equipo ha perdido ha habido espectáculo, aunque no siempre agradable para el parroquiano habitual. Hasta ayer, el partido más feo visto esta temporada tuvo algún arreón que conectó a la grada pero ayer el bostezo fue constante y el público se lo hizo saber a su entrenador y su equipo. Por primera vez en mucho tiempo los pitos aparecieron durante el partido y a su final.

El equipo estaba apagado, sin ideas y sin fútbol. Delante, un Alcorcón con multitud de bajas y sin su principal baluarte, David Rodríguez. Velázquez empleó defensa de cinco y el Elche quedó atrapado y sin frescura. Álex Fernández ocupó la baja de Dorca y pese a que en la parcela individual no jugó mal no llegó a conectar con Fabián. La pelota no circulaba y Nino se desesperaba arriba. El equipo estuvo fallón, los errores en las entregas y en los controles fueron constantes.

Toril rescató a Hugo Fraile del ostracismo para intentar aprovechar su supuesto buen trato de la pelota parada pero la puntería no estaba afinada. El Alcorcón, mientras tanto, estaba contento con lo que ocurría, tranquilo detrás y sin prisa. Guillermo y Pelayo le dieron un rollo diferente al partido. El delantero vasco conectó al equipo, abrió huecos en la pertrechada defensa pero el Elche está con el punto de mira roto. Ni Nino, el héroe de los 100 goles, tuvo fortuna con su remate al palo en el 95'.

Tampoco faltaron a la cita los nervios finales. Un balón perdido en el minuto 93 y casi se arma el lío. Todos los fantasmas y malos recuerdos de esta temporada volvieron a aparecer cuando Alejo se plantó solo delante de Juan Carlos. Un Alcorcón que no había tirado a portería en todo el partido iba a acabar con un mano a mano. Apareció Juan Carlos, el hombre del momento del Elche, para evitar lo que hubiera sido un disparo en el pie. Otro más.