ALICANTE. La ventana de fichajes de enero está cerrada desde hace casi dos semanas, pero tanto Elche como Hércules siguen activos. En el caso del primero por la llegada de Yacine y en el del segundo por la lesión de Emaná, siendo Benja Martínez el nexo de unión de ambos.
Tanto en el club blanquiazul como en el franjiverde reconocen más que predisposición a llegar a un acuerdo para que el delantero barcelonés cambie el Martínez Valero por el Rico Pérez, al tiempo que en el Elche valoran qué opciones tienen para buscar una alternativa a Benja. Los franjiverdes cuentan con 300.000 euros de margen salarial, por lo que esta vez eso no sería un problema, pero otra cosa es el recambio: dado que la cláusula de Benja asciende a 4,5 millones de euros, el pago de la misma por parte del Hércules se puede dar por descartado (las relaciones entre ambas entidades son muy buenas, pero cuesta creer que se pudiera simular lo anterior sin que saltasen las alarmas en la LFP y la Federación), por lo que el Elche solo podría reforzarse con un futbolista en paro (aunque aquí habría más opciones de regatear la norma si el futbolista a fichar es despedido previamente de su club de origen).
Al igual que en lo últimos días de enero, en el club del Martínez Valero siguen confiando en que podrán incorporar un delantero que mejore a Benja. El problema es que en ese momento, además de encontrarse con la inesperada salida de Sory Kaba, el Hércules ya no quería mover ficha (Emaná se lesionó justo el fin de semana siguiente a cerrarse el mercado) y el jugador no quería ir al UCAM, que era el único equipo que estaba dispuesto a mojarse económicamente lo suficiente.
