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El curso político que nos espera

30/08/2020 - 

Con la actual situación de pandemia, se pueden hacer pocas previsiones en el futuro. La recuperación económica es una incógnita, mientras no exista una vacuna, y será muy desigual, sobre todo, en la Comunitat Valenciana por su dependencia del turismo. Sólo una mejora de la situación sanitaria puede provocar un levantamiento de las cuarentenas y de las recomendaciones de no viajar a determinados destinos. Pero mientras no se cierren las fronteras, siempre habrá una rendija que determinados sectores, como el turismo residencial, se presente como una oportunidad para vivir y trabajar desde aquí en un entorno y un clima más benigno para todo centroeuropeo. Ahora bien, más allá de las vicisitudes sanitarias, reitero, totalmente impredecibles, el curso político arranca igualmente. Hay una serie de decisiones que las instituciones deberán tomar en los próximos meses, al igual que los partidos políticos que seguirán en la fase de recolocación del nuevo escenario que ha traído la pandemia. 

1) Si hay presupuestos generales del Estado, el PSOE convocará su congreso

La aprobación o no de los Presupuestos Generales del Estado es capital para la estabilidad del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. No sólo porque le permitirá afrontar el el curso con más recursos, sino también porque si hay menos sobresaltos, el PSOE podrá recuperar su vida orgánica, totalmente paralizada desde el mes de marzo. Si es así, lo más normal que el PSOE convoca su congreso federal ordinario en mayo o junio, si las circunstancias lo permiten. Y de ser así, bien en julio, bien en septiembre, se convocarían, en cascada, los congresos del PSPV y los provinciales, con varias incógnitas sobre la mesa: la primera, y más importante, la continuidad de Ximo Puig al frente de la secretaría general del partido. La segunda, la recolocación de las dos grandes facciones: ximistas y sanchistas. Y lo que parece claro es que esta vez, los fieles de Pedro Sánchez exigirán la secretaría general del PSPV provincial de Alicante.

2) El PPCV y la continuidad de Isabel Bonig

Una vez resueltos los congresos provinciales del PP que estaban pendientes, Alicante y Valencia, el PPCV tendrá la asignatura pendiente de su cónclave regional, que lo puede convocar en cualquier momento, o aguantar a una cita más próxima a las elecciones autonómicas. Pablo Casado ya controla las organizaciones más importantes y la continuidad de Isabel Bonig la marcarán los tempos y las encuestas.  Con el relevo de Cayetana Álvarez de Toledo, el líder popular va dando pasos hacia la moderación, que en un principio debería favorecer a la actual lideresa del PPCV, pero en política no se pueden hacer planes. Todo hace indicar que Génova optará por un perfil de su confianza, pero nada es descartable, ni la continuidad de la propia Isabel Bonig.  Será la gran incógnita.

3) El papelón de Cs: o marcar perfil propio, o esperar las OPAs locales del PP

Ciudadanos tiene ante este curso político su reto más difícil: o marcar perfil propio, como ha venido haciendo hasta ahora Inés Arrimadas, y el propio Toni Cantó, o aguantar las embestidas que le vendrán por parte del PP para fichar a muchos de sus cargos, algunos de ellos, antiguos dirigentes populares. Quizás el punto de inflexión sea lo que suceda o pueda suceder en el municipio de Sant Joan d'Alacant, donde, desde hace meses, el PP intenta formalizar una moción de censura con los ediles naranjas, que gobiernan con el PSOE, para acabar fichando al líder naranja en este municipio de L'Alacantí, Santi Román. La operación sigue abierta, una vez asumido que se debe hacer con Vox, pero las reticencias vienen de la mano de los regidores que proceden del PSOE. Pero de fructificar la operación de Sant Joan, pueden venir otras en municipios en los que Ciudadanos gobierna con el PSOE o ha impedido que gobierne el PP.

Y después está el nivel de exigencia que Cantó propondrá a los suyos para desmarcarse del PP y exigir logros de gestión, allí donde se gobierna, sea el Ayuntamiento de Alicante o en la Diputación Provincial. No hay que olvidar que en breve Cantó asumirá las riendas del partido y ello puede acabar con el limbo en el que viven algunos grupos municipales.

4) ¿Habrá relevo en Bloc?

La principal fuerza política de Compromís, el Bloc, también tiene su congreso pendiente. Antes de que viniera la pandemia, Vicent Marzà asumió protagonismo interno con el objetivo de modernizar, rejuvenecer y resituar a la formación nacionalista, sin dejar de lado el papel de la actual secretaria general, Águeda Micó. Marzá, junto a Maria Josep Amigó, serán los encargados de las ponencias que deben definir el futuro de la organización. Los nuevos liderazgos que puedan surgir en el Bloc pueden tener mucha incidencia en Compromís y en el liderazgo que mantiene la organización en las instituciones.

5) La incógnita de 'coser' a Podem

Pese a estar en el poder, tanto en València como en Madrid, las relaciones internas en el seno de Podemos en la Comunitat no posan por su mejor mejor. Pilar Lima se alzó con la secretaría general del partido el paso mes de junio por sólo 38 votos de diferencia ante la alcoyana Naiara Baldó, actual síndica en les Cortes Valencianes. Lima ya ha designado a los 12 primeros miembros de la nueva dirección sin tener en cuenta la opinión de Davó, lo cual deja bien claro la división que vive la organización morada. Ahora bien, la conformación del Consejo Ciudadanos de Podem es más amplio y habrá que estar pendiente a las elecciones que se produzcan en los círculos locales para completar la actual dirección. De los 43 puestos -incluyendo a Pilar Lima- con los que cuenta el máximo órgano, el CCV, todavía quedan por elegir 12 miembros que  son los que decidirán los círculos. En la actualidad, por el resultado de las primarias, Davó cuenta con 14 miembros, Lima con 15 -contándose a sí misma-, por lo que si los representantes de los círculos -que se elegirán en los próximos meses- fueran en su mayoría afines a la síndica en Les Corts, podría incluso obligarse a modificar la Ejecutiva que este sábado ha impuesto Lima. Esa decisión puede marcar el devenir de la organización en los próximos meses, más allá de otras polémicas como el caso de la financiación de la organización a nivel estatal.

6) Vox, ante el primer examen democrático interno

La organización que lidera Santiago Abascal tiene pendiente la renovaciones de las estructuras provinciales. En Alicante y Valencia, por ejemplo, el partido está manos de sendas direcciones gestoras después de los vaivenes que se produjeron durante el último trimestre de 2019. En el caso de Valencia, dimitió el candidato a la Generalitat, José María Llanos, para posteriormente ser elegido, de nuevo, presidente de la gestora; en Alicante, Madrid fulminó el órgano que presidía Ana Cerdán, aunque a ella la salvaguardó con un puesto en la lista autonómica y actualmente es diputada autonómica. Dos movimientos, los de Alicante y Valencia, que guardan ciertas similitudes: fueron movimientos internos para que la dirección nacional colocara a sus afines: Llanos, en Valencia; Ana Vega, en Alicante. Desde entonces, la renovación de ambas estructuras están pendientes; los intentos no ha estado exentos de polémica y por el camino el partido ha perdido varios efectivos y ha sufrido dimisiones de concejales.

Y más allá de lo que pase en los partidos, el Gobierno valenciano tiene ante sí dos retos muy importantes, que veremos cómo gestiona. En primer lugar, en octubre, debe despejar la incógnita de la reversión del Hospital de Torrevieja, un año antes de que venza el plazo. Y en segundo lugar, completar el desarrollo de la Ley del Plurilingüismo en Secundaria, que quedó abortado con la declaración del Estado de Alarma y la suspensión de las clases presenciales. 

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