ALICANTE. Los cientos de cohetes que componen esa extraordinaria Palmera que durante los primeros segundos de la medianoche del 24 de junio ilumina la ciudad de Alicante, son más que eso. No componen solo una Palmera de fuego que abre la veda para iniciar la Nit de la Cremà y prender así los monumentos diseminados por las calles, sino que es todo un símbolo cargado de significado. Es principio y es fin. Es el inicio del fuego purificador de una de las noches más especiales de Fogueres, pero es además un iluminador punto y final a una fiesta que ha sacado lo mejor de su ciudadanía: su felicidad. Es el momento agridulce en el que terminan las fiestas, pero es también cuando se pone el contador a cero con la vista puesta en el año próximo. En esta ocasión, más especial si cabe.
Como cada año, desde la cumbre del monte Benacantil se ha vuelto a lanzar esa mágica Palmera, esta vez a cargo de Pirotecnia Ferrández —que no lo hacía desde 2009—, quienes han empleado más de ochocientos cincuenta cohetes colocados de forma que el diámetro de esa monumental palmera de luz cubriera un radio de hasta trescientos metros cuadrados. Lo excepcional de la situación que estamos viviendo merecía un disparo igualmente especial. Una explosión que ha ido acompañada por un lagrimeo de, aproximadamente, unos 18 segundos en los que dejaba un rastro de gran intensidad, tan expresivo como simbólico. Lágrimas de fuego que dejaban de apreciarse para decirle a la ciudad que esto no acaba aquí, sino que en realidad no ha hecho más que empezar. Y es que, ahora sí, se inician los preparativos para 2021, Fogueres de la 'nueva normalidad'.
Se deja atrás así unas fiestas atípicas en las que el colectivo festero ha demostrado que, ante las adversidades, es capaz de reaccionar y crecerse. El pregón ha servido para homenajear a esas comisiones que, socio a socio, componen el gran músculo impulsor de la fiesta. Ellos han pasado de aclamar a sus bellezas en el balcón, desde la plaza del Ayuntamiento, a ser los protagonistas de ese mensaje que esta vez versaba sobre la unidad y la esperanza que la fiesta se merece y también necesita en tiempos convulsos. Además, se ha demostrado el espíritu generoso y empático del ámbito festero con quienes peor están pasando esta crisis sanitaria y económica. Y lo han hecho con una ofrenda que ha cambiado las flores por los alimentos básicos y los productos de primera necesidad para sus vecinos más necesitados. Sin embargo, este parón también ha servido para reflexionar.
Esas fiestas de la 'nueva normalidad' tienen el reto de aprender de lo vivido. Este tiempo de calma tensa ha permitido, al menos, poner el ojo en lo que funciona y lo que no. Nada es perfecto y todo, siempre, es mejorable. En este caso, quienes se encargan de comandar esta tarea, así lo han reconocido. "Esto nos ha servido para valorar y darse cuenta de que hay algo que no funciona correctamente. Necesitamos hacer algunos cambios dentro del calendario porque faltaba mucha actividad por hacer en un espacio muy corto de tiempo. Tenemos que darnos cuenta de que hay cosas que mejorar a nivel organizativo. Hay que repartir a lo largo de todo el ejercicio todas esas actividades", explicaba a Alicante Plaza la presidenta de la Federació de Fogueres, Toñi Martín-Zarco. Su objetivo es adelantar ese trabajo empezando en el mes de septiembre, reactivando así la fiesta y los sectores económicos en los que se apoya. Comenzarán por las presentaciones de las bellezas y damas de las hogueras.
Pero si hay algo indispensable en la celebración de estas fiestas, que tanto han añorado los alicantinos en 2020, eso es, precisamente, el arte de Fogueres que llena las calles de la ciudad de sátira colorida en forma de ninot. Y sus autores, los grandes creadores que hacen posibles estos días en torno a sus obras, han dejado bien claro la situación en la que se encuentran: "Está en juego la supervivencia de este oficio", aseguraba a este diario el maestro mayor del Gremio de Artistas de Hogueras, Joaquín Rubio. El túnel oscuro en el que se encuentran no afecta solo al vacío presupuestario del presente ejercicio, sino que también incorpora otros matices en aspectos como las tendencias creativas que han predominado a lo largo de las últimas décadas. Un punto en el que también se han detectado cosas a mejorar. Pues he aquí una oportunidad. Si es cierto que es momento de cambios y reinvención, ese ejercicio de valentía se hará explícito en 2021.