ALICANTE. La estación provisional de autobuses de Alicante seguirá teniendo vocación de permanencia en su ubicación actual, en terrenos del Puerto, al menos por otros cuatro años adicionales. Ese es el acuerdo alcanzado entre la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas y la Autoridad Portuaria a menos de un año y medio de que se produzca el vencimiento de la última autorización sobre el funcionamiento de la terminal (su vigencia se cumple a finales de 2023, con lo que la autorización se extenderá ahora hasta finales de 2027) ante la constatación de que el emplazamiento de la avenida de Loring continúa siendo el mejor posible hasta ahora. Lo es por dos motivos concretos: su situación céntrica, con fácil acceso al Centro de la ciudad, y el hecho de que ya se haya generado una hábito tanto entre sus usuarios como entre las compañías que conectan otros municipios de la provincia con la capital.
De este modo, el acuerdo alcanzado entre la titular del departamento autonómico, Rebeca Torró, y el presidente del Puerto, Julián López, posterga la posibilidad de que se acometa un hipotético traslado a otro emplazamiento, en el que se debería construir una nueva terminal, a la espera de que se despeje de forma definitiva el diseño de la futura estación intermodal en terrenos de Renfe y de que se defina si podría llegar a tener cabida su reubicación en ese nodo multimodal.
Por el momento, los estudios previos solo contemplan la posibilidad de que en el ámbito de la estación tenga cabida un apeadero o parada, a modo de intercambiador, para los autobuses que cubren recorridos intermunicipales, pero no una terminal propiamente dicha en la que se pueda disponer de servicios de venta de billetes o de espera de pasajeros. Como informó este diario, así quedó recogido en las bases para contratar la redacción del estudio de alternativas para el diseño de la intermodal, ahora en fase de elaboración, tras su adjudicación a la UTE Peñín Vicedo.
De hecho, el Ayuntamiento de Alicante había llegado a plantear hasta tres emplazamientos alternativos distintos para reubicar la terminal de autobuses con el fin de que la conselleria evaluase su viabilidad y considerase cuál podría ser la propuesta más adecuada, ya que sería la Generalitat la que debería asumir la construcción del edificio. Esas alternativas de reubicación planteaban una primera parcela situada en el entorno de la calle México, a espaldas del Hotel NH; otro solar de titularidad municipal ubicado en las proximidades del centro comercial Puerta de Alicante; y la tercera se desglosaría en otras dos parcelas, situadas entre el PAU 1 y el PAU 2.
No obstante, ese planteamiento habría quedado descartado -al menos, de manera temporal- ante la conclusión de que la mejor alternativa sigue siendo la de la continuidad de la estación en su emplazamiento actual. "A partir de ahora seguimos trabajando en la búsqueda de una ubicación definitiva, sin quedar sujetos a ese límite temporal de la extinción de la autorización actual", ha señalado Torró. Respecto a ese posible emplazamiento definitivo, la conselleria ha señalado que "hemos estudiado las propuestas planteadas por el Ayuntamiento pero hemos considerado que ninguna cumple los requisitos de conectividad requeridos por lo que seguiremos trabajando en una solución", ha añadido. Con ese fin, se prevé constituir una comisión de trabajo a tres bandas, en la que quedarían integrados representes de la conselleria, del Puerto y del Ayuntamiento de Alicante.
De este modo, en virtud del acuerdo entre conselleria y Puerto, el departamento autonómico seguirá asumiendo el pago de las tasas por ocupación del suelo, mientras que el Ayuntamiento de Alicante seguiría encargándose de gestionar la concesión sobre la explotación de su funcionamiento. Por su parte, el Puerto continuaría cediendo el uso del edificio, ahora de su titularidad, después de que revirtiese en su favor, en junio de 2020.
La estación provisional se construyó gracias a un convenio suscrito en junio de 2006 entre el Ayuntamiento de Alicante y la Autoridad Portuaria de Alicante, que permitió su puesta en funcionamiento en 2011 con un horizonte temporal de cinco años. Tras acordar ambas partes prorrogar el convenio en 2016, desde el 30 de junio de 2020, fecha en que la terminal revirtió a la Autoridad Portuaria, la estación está sujeta a una autorización para la ocupación y explotación del dominio público portuario que, hasta ahora, vencía a finales de 2023.