Y el edil Rafael Gregori
El alcalde de Callosa, nuevo representante del municipio en la polémica Mancomunitat
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CALLOSA D'EN SARRIÀ. Y por fin llegó lo que tanto ansiaban desde Callosa d'en Sarrià: la resolución del documento de alcance del estudio ambiental y territorial estratégico sobre la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Callosa. Lo que trascendía de esta Comisión de Evaluación Ambiental, encargada de elaborarlo, era la idoneidad del proyecto turístico residencial Anibits-Margequivir, es decir, el plan parcial ubicado en las faldas de la Sierra de Bèrnia. Ésta, salió a la palestra durante la semana ya que el promotor de la misma figuraba como investigado dentro de la Operación Lezo.
Pero a pesar de las congratulaciones por parte del Ayuntamiento nada más saber que se había aprobado, lo cierto y verdad es que el Consell de Medio Ambiente ha hecho poco más que fulminar el proyecto. Ha sacado del mismo alrededor del 75% de los terrenos. El motivo no es otro que lo que se ha venido avisando desde hace años desde diferentes movimientos ecologistas: que este suelo está protegido por su valor medioambiental.
Según explicaron desde el Consell tras la Comisión de Evaluación Ambiental, Callosa aún tiene una gran superficie residencial por desarrollar "considerable" respecto a lo que plantean con el Plan Parcial mencionado. "Por lo tanto, si quisieran ampliar una determinada cuestión en un suelo agrícola o protegido, que no tiene calificación de urbanizable, tendrían que desclasificar el otro", explicaron en relación al 25% restante.
Así, reseñaron que el 75% del suelo aproximadamente está protegido, entre otros, por Red Natura 2000. Un valor ecológico que se muestra al estar también incluido en el ámbito del Paisaje de Relevancia Regional y como Lugar de Interés Comunitario (LIC). Es justo la zona más norte del proyecto, la parte más cercana a la Sierra de Bèrnia.
Respecto al 25% restante, explicaron que se tendría que revisar el proyecto y adaptar a la posibilidad de hacer una desclasificación de otra zona o buscar que por alguna cuestión de estrategia territorial o de desarrollo a nivel turístico.
El proyecto ha sufrido algunos cambios en los últimos años para mejorar en su visión sostenible. Así, se pasó de las 1.500 viviendas planteadas en un principio, a no llegar ni a las 1.000. Así, la nueva propuesta eliminaba la gran cantidad de chalets unifamiliares, para dar prioridad a edificios de gran altura, preveían dos campos de golf y un hotel de 80 plazas.
Sabiendo todo esto, el Ayuntamiento afirmó que el proceso de tramitación deberá continuar ahora con la redacción del Informe de Sostenibilidad Ambiental y finalmente con la Memoria Ambiental. No obstante, el alcalde de Callosa, Josep Saval, se ha mostrado positivo puesto que la aprobación del documento de alcance supone “un importante paso que abre el diálogo para que Callosa pueda crecer de forma estratégica a través de un proyecto que garantiza la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente”.
En su comunicado, quisieron destacar que el proyecto cuenta con el apoyo unánime de toda la Corporación Municipal formada por los socios de gobierno Compromís y PSOE y los grupos de la oposición (PP, UPyD y concejal no adscrita); "así como por un mayoritario respaldo de la sociedad civil que ha manifestado su apoyo incluso a través de una campaña de firmas", dice el escrito de prensa.
Además, afirmaron que para la Corporación Municipal se trata de un proyecto vital para el futuro desarrollo estratégico del pueblo ya que, por un lado, "contribuirá a la diversificación de su economía que traerá consigo la creación de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, y abrirá la puerta a un nuevo mercado turístico". Por otro lado, la actuación urbanística "mejorará el déficit en las comunicaciones de la localidad y conseguirá frenar el retroceso poblacional que en los últimos años ha sufrido Callosa".