ALICANTE. La gestión pública del único gran evento que sobrevive a la era PP, la etapa de salida de la Volvo Ocean Race desde el Puerto de Alicante, avanza, según fuentes del Consell, "en términos razonables de generación de recursos". La afirmación se sostiene, según las mismas fuentes, en un argumento básico: hasta ahora la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), que asume su responsabilidad, ha logrado captar 10 millones de euros en aportaciones privadas, a través de esponsorizaciones y patrocinios atraídos por las posibilidades de desgravación fiscal (hasta el 90% de las aportaciones durante un plazo de tres años, según las mismas fuentes), lo que permite cubrir en torno al 50% de los costes derivados de la organización de la prueba.
La mayor parte de ese gasto total (20 millones) se desprende de la participación de un barco de la Generalitat en la competición, comprometida en el propio contrato que ya dejó atado la anterior administración popular para la edición de 2017 (que la Generalitat decidió ampliar para dos ediciones más, con salidas en 2020 y 2023). El Consell utilizará la misma embarcación que se usó en la última edición de la prueba (2014), con un coste de más de cinco millones de euros, pero aun así, deberá asumir gastos por la contratación de su tripulación y su manutención durante toda la prueba (un año de duración). Esa partida, según explicó el director de la SPTCV, Antonio Rodes, este miércoles -tras la constitución del comité institucional Alicante Puerto de Salida, de apoyo a la organización del evento- se aproxima precisamente a una suma de 10 millones de euros. A ellos, se añaden otros 6,5 millones por la firma del convenio con Volvo propiamente dicho y otros 3,5 por los gastos de organización del Village, que abrirá sus puertas once días antes de la fecha de salida, el próximo 22 de octubre.
En la organización del Village reside, además, otra de las grandes novedades de esta edición con la que el Consell aspira a racionalizar gastos, ya que, según destacó el propio Ximo Puig, se trata de la primera ocasión en la que recaerá directamente bajo responsabilidad de la administración, sin externalizaciones, con lo que, dijo, se trata de garantizar su máxima "transparencia y eficiencia". Con esos mimbres, según Rodes, se pretende evitar el antecedente de la última edición, cuya organización se cerró con un déficit de 18 millones, aunque se asume que probablemente no llegará a ser "a coste cero, como se llegó a decir en anteriores ediciones", remarcó.
Por lo pronto, tanto Rodes como Puig incidieron en que "se está trabajando para que el esfuerzo económico que hizo el Consell al tomar la decisión de mantener este gran evento, y sólo este, revierta en la Comunitat con un efecto retorno positivo" no sólo en términos económicos, sino también en "términos reputacionales". "Fue una decisión difícil, en un momento en el que nos encontramos con 43.000 millones de deuda, pero apostamos por él como una prueba más del compromiso de la Generalitat con Alicante", apuntó.
Puig anuncia la apertura de una Oficina de Atracción de Inversiones Extranjeras para que la competición no sólo sirva como plataforma promocional de la oferta de la Comunitat, sino también para generar negocio
En esta línea, el jefe del Consell insistió en que la organización de la etapa de salida tiene que ser un ejemplo de "cooperación público-privada" que tenga una repercusión estratégica no sólo como atractivo turístico, sino también para difundir "la cultura, la gastronomía, las fiestas de la Comunitat y los valores intrínsecos de sus habitantes, como la solidaridad, la inclusión, la igualdad y la propia lengua, que es el valenciano".
Puig anunció, además, la creación de una Oficina de Atracción de Inversiones Extranjeras, de modo que el evento no sólo actúe como plataforma de difusión de la oferta y de los productos de la Comunitat, sino también como espacio para la generación de negocio, como un punto de encuentro entre empresarios "con la idea de que se faciliten otro tipo de inversiones" a la conclusión de la prueba.
El director de la Volvo Ocean Race, Antonio Bolaños, apuntó, por su parte, que había participado una predisposición inédita a colaborar de manera coordinada por parte de todas las administraciones integradas en el comité institucional. Dijo que durante la reunión constitutiva se habían planteado buenas iniciativas y animó a exprimir todavía más las posibilidades de un evento deportivo a escala global como la Volvo, de un modo similar a como ya se hace en otros países.
El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, agradeció el apoyo y la apuesta de la Generalitat por el evento y apuntó que en las próximas semanas se dará a conocer el calendario de actividades paralelas con las que se pretende promocionar la competición, entre las que figurarán actuaciones y conciertos, al menos uno por cada mes en los nueve que restan para la apertura del Village.