ALICANTE. La vuelta al mundo a vela, ahora conocida como The Ocean Race tras el cambio de propietarios registrado en 2018, comienza a desplegar velas en Alicante con los preparativos para la próxima edición, ya retrasada oficialmente hasta otoño de 2022. La etapa de salida de la competición volverá a celebrarse en aguas del Puerto un año más tarde de lo previsto (debía producirse dentro de seis meses) en una fecha todavía por concretar de octubre del próximo año, después de que, el pasado verano, la nueva organización confirmase su aplazamiento con motivo de la irrupción de la pandemia del coronavirus.
Con todo, el Consell, a través de la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), acaba de activar el proceso previo que resulta necesario para captar patrocinios en la organización de la etapa inaugural, ya reconocida como acontecimiento de excepcional interés público. Esa vía de captación de donaciones quedará abierta con la constitución de una comisión interadministrativa participada por el Ayuntamiento de Alicante, la Autoridad Portuaria, la Fundación Alicante Puerto de Salida, el Ministerio de Hacienda, el Consejo Superior de Deportes, la Generalitat y la propia SPTCV.
Dicha comisión será la responsable de redactar el manual de marca que debe regir sobre la difusión del evento en toda la publicidad desplegada por los patrocinadores. Y también será la encargada de certificar, después, que esos sponsors han cumplido los requisitos establecidos para poder acceder a las bonificaciones fiscales previstas en la Ley de Mecenazgo.
En base a esas exenciones, las empresas colaboradoras con la etapa de salida pueden deducirse hasta un máximo del 90% de su contribución al evento a través de los gastos publicitarios realizados entre 2021 y 2023: es decir, el año anterior a la etapa de salida, el año en el que se celebra y el año posterior.
Para la constitución de dicha comisión (la fórmula alternativa al consorcio que se ha venido creando en las últimas ediciones por la que se ha optado en esta ocasión), todas las administraciones implicadas deben suscribir un convenio de colaboración. En el caso del Ayuntamiento de Alicante, ese acuerdo se prevé adoptar en la Junta de Gobierno de la próxima semana. El resto de actores deberá cumplimentar ese mismo paso en lo sucesivo (en el caso de que no lo hay formalizado ya) para iniciar la planificación del evento. Por lo pronto, tanto la SPTCV como el Ayuntamiento de Alicante, a través del Patronato de Turismo, ya han mantenido contactos preliminares con los organizadores de la competición para comenzar a evaluar necesidades y diseñar contenidos.
Hacienda, el CSD, la Generalitat, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento conforman la comisión encargada de evaluar las exenciones en publicidad de los 'sponsors'
En la última etapa de salida desarrollada desde la ciudad de Alicante, la apuesta de la SPTCV fue la combinar la parte lúdica y deportiva de la cita con otros objetivos, como la organización de mesas de debate y actividades en torno a la sostenibilidad ambiental o la solidaridad internacional en las instalaciones del Race Village, a lo largo de sus doce días de duración. Todo, al margen de promocionar la oferta turística, comercial y productiva de Alicante y del conjunto de la Comunitat.
En esa edición, hace ya cuatro años, el evento generó 96,2 millones de euros en actividad económica, de los que 68,6 fueron para la Comunitat Valenciana. La cifra supuso un aumento del 7,6% con respecto a la edición 2014-15. Además, se concretó que el evento había generado el equivalente a 1.700 empleos anuales en España (1.270 en la Comunidad Valenciana), según el estudio independiente realizado por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC).
La competición de 2022, la decimocuarta edición en la que se cumplen 50 años de la primera regata, tendrá diez sedes y recorrerá los puertos de Cabo Verde, Ciudad del Cabo, Shenzhen, Auckland, Itajaí, Newport, Aarhus y La Haya para concluir en Génova en el verano de 2023. Con el retraso de su salida, propiciado para evitar riesgos de contagio de la covid-19, la Ocean Race también evita coincidir en el mismo año con las Olimpiadas de Tokio y la Copa América.