MADRID (EP). Los fabricantes de cementos con plantas España solicitan al Gobierno que no se paralice el sector de la construcción ante la actual situación de crisis sanitaria y estado de alarma, al considerar necesario que mantenga su actividad para que "el país esté preparado para la salida de la crisis".
"Con el sector servicios paralizado, la construcción se convierte ahora en un pilar imprescindible para que la economía española no se paralice, asegura la patronal del sector cementero Oficemen.
Así, la organización aboga por "el mantenimiento de las obras, reforzando siempre las inspecciones relativas al cumplimiento de las medidas sanitarias que garanticen la completa seguridad de los trabajadores".
"Es de suma importancia que las obras, incluidas las de infraestructuras, mantengan su actividad si queremos que nuestro país esté preparado para la salida de esta crisis", indica la organización empresarial en el editorial de su boletín informativo mensual.
Por lo que a la producción de cemento respecta, la patronal indicó que, "si bien está debilitando, aún prosigue" toda vez que hay obras operativas, "al igual que las hay en otros países de nuestro entorno".
Oficemen también subrayó la importancia de que se genere, "de la manera más rápida posible, el flujo del crédito a las empresas".
En este punto se refirió al paquete de ayudas económicas urgentes aprobado por el Gobierno para indicar que "solo queda protegido el contratista principal" en caso de que se pararan las obras.
Por ello, Oficemen señala la "importancia" de que "toda la cadena de valor de los materiales de construcción, en la que se incluye la industria cementera, quede también protegida".
Respecto a las medidas y actuaciones del sector en relación con la pandemina, la patronal asegura que, "como industria acostumbrada a la gestión de riesgos y que tiene la seguridad y salud como prioridad", ha activado todos los protocolos que garantizan las condiciones de trabajo más seguras.
Además, resaltó el "papel clave" que las fábricas de cemento tienen en cuanto a la gestión de los residuos, en los tiempos de normalidad pero más aún en la gestión de las crisis sanitarias".
En este punto, recordó casos como el de las harinas animales del año 2000 o la más reciente destrucción en una fábrica de cemento de la carne contaminada con listeriosis.
En la actualidad, y en virtud de una orden ministerial aprobada el pasado 19 de marzo, las fábricas de cemento pueden ser requeridas por las administraciones públicas para valorizar los residuos ocasionados por la crisis del coronavirus.