El restaurante El Sorell ultima la remodelación del antiguo local del Emilio, ahora en El Campello, para reabrir sus puertas antes de 2017. Se espera la llegada del gastrobar promovido por el dueño de Panama Jack en el antiguo edificio de Sanidad del Puerto, frente al Club de Regatas
ALICANTE. El sector de la hostelería vive su edad de oro en Alicante con un goteo de nuevas aperturas (franquicias o no) tanto en el centro como en el extrarradio y el traslado de restaurantes históricos. Es el caso, por ejemplo, de dos de los locales más emblemáticos de la gastronomía local: los restaurantes Emilio y Sorell.
El primero de ellos, instalado en la avenida Caja de Ahorros de Alicante desde sus inicios, apostó por buscar un emplazamiento más próximo al frente litoral para seguir ofreciendo una gastronomía mediterránea clásica, y acabó por encontrar hace cerca de un año una ubicación privilegiada en primera línea de la playa de Mutxavista, en la avenida Jaime I el Conquistador de El Campello.
Ese movimiento ha posibilitado ahora una segunda mudanza: la de El Sorell, hasta ahora en La Goteta. Los propietarios de otro clásico de la cocina alicantina, posiblemente uno de los decanos de la ciudad con más de 30 años de historia junto a otro veterano como el Nou Manolín, confían en completar los trabajos de remodelación del antiguo local del Emilio para reabrir sus puertas antes de que finalice el año. El objetivo, a priori, es mantener la antigua distribución del Emilio, con dos salones principales, en los que se tendría espacio para unos 250 comensales (en su antiguo emplazamiento, de la Avenida de Dénia, su aforo era de cerca de 300).
Uno de los últimos movimientos más llamativos, por la apuesta estratégica que supuso, ha sido el traslado del restaurante Murri de San Vicente hasta el paseo de La Explanada
También ha comenzado la cuenta atrás para la apertura del gastrobar que impulsa el empresario Antonio Vicente, dueño de la firma de calzado Panama Jack, en el antiguo edficio de Sanidad situado en la rotonda de acceso al muelle de Poniente, justo frente al Club de Regatas.
Hasta ahora, otro de los últimos aterrizajes más sonados es el del restaurante Murri de San Vicente del Raspeig. Sus responsables apostaron por desembarcar en la capital y se mudaron el pasado verano desde el centro de San Vicente hasta el frente del paseo más emblemático de Alicante, el de La Explanada, con una doble oferta culinaria: Terre y Murri.
Los movimientos también se extendieron hasta el corazón del centro tradicional, con la apertura del restaurante japonés Enso Sushi, en la plaza de Gabriel Miró. Su apertura, en 2013, fue especialmente llamativa porque ocupó los bajos del edificio del Colegio de Arquitectos justo tras su rehabilitación. En esa misma plaza se había producido tres años antes el desembarco de otro imprescindible de los fogones en Alicante, La Barra de César Anca.