ALICANTE. La ordenanza municipal sobre Tenencia, Bienestar y Protección Animal de Alicante quedará aprobada definitivamente en el pleno ordinario de febrero, el próximo jueves, después de casi tres años de trámites. La propuesta ha sido dictaminada favorablemente este jueves en la comisión permanente de Servicios con los votos favorables del Partido Popular (PP9, Ciudadanos (Cs) y Vox. PSPV-PSOE, Unides Podem EU y Compromís, por su parte, han votado en contra frente a la propuesta de resolución de las alegaciones presentadas.
La nueva regulación municipal fue aprobada inicialmente en el pleno del pasado 28 de noviembre, y posteriormente se sometió a exposición pública con un plazo de treinta días, para la formulación de reclamaciones o sugerencias por parte de los interesados. Durante este plazo se presentaron un total de 21 alegaciones por parte de dos particulares, que han sido informadas por el área de Sanidad, y desestimadas íntegramente, según han precisado fuentes municipales a través de un comunicado.
El texto definitivo de la ordenanza quedará ratificado, previsiblemente, el próximo jueves y entrará en vigor 15 días después de su publicación en boletines oficiales. La nueva norma sustituirá, así, a la aprobada hace 18 años, después de que se haya acometido su modificación "para lograr el máximo nivel de protección y bienestar de los animales de compañía a través de medidas como el fomento de la tenencia responsable".
Además, la ordenanza "nace para luchar contra el abandono y el fomento de la adopción y su adaptación a los cambios sociales hacia los animales que implican una mayor sensibilidad, respeto y consideración hacia los mismos, así como la actualización de la normativa, incluidos los procedimientos sancionadores.
La ordenanza consta de 15 capítulos, un total de 112 artículos y algunas disposiciones adicionales. Regula por primera vez las playas de perros y los parques caninos. En el capítulo de "Protección de los animales" se apunta que a los animales no se les puede causar la muerte o practicarles mutilaciones. Tampoco se permitirá "su maltrato físico, psíquico y pasivo". El texto también prohíbe la instalación de circos con animales y las atracciones feriales con animales atados a todo tipo de carruseles o similares.
Sobre los animales en las playas, el artículo 29 puntualiza que "salvo en aquellas expresamente autorizadas para perros, queda prohibido el acceso de todo tipo de animales a la arena de las playas durante todo el año", pero abre una puerta sobre el particular. "Excepcionalmente, los perros podrán acceder en el período comprendido entre el 1 de noviembre y el 1 de marzo, siempre respetando las medidas de seguridad y sanitarias, es decir, irán sujetos, con bozal si fuera necesario, y se recogerán los excrementos que produzcan".
Además, la persona que porte un animal -se anota en el artículo 31- está obligada a recoger y retirar los excrementos, debiendo proceder a la limpieza inmediata. "Los orines que afecten al mobiliario urbano, edificaciones, aceras o cualquier otro elemento serán limpiados echando sobre ellos agua limpia. Los que porten los animales estarán obligados a llevar una botella, con capacidad suficiente, llena de agua para su menester", añade.
El capítulo 13 alude a los animales en espacios públicos. En primer término, se establece la regulación específica en las playas de perros. Y puntualiza que "las playas de perros son aquellos espacios públicos señalizados, provistos de arena o no, al que pueden acudir los bañistas o usuarios de playas con animales de la especie canina cumpliendo" determinados requisitos.
Por lo que respecta a la protección del entorno, se impedirá a los animales causar daños a las plantas o a otros animales silvestres. Se evitará que el perro moleste a otros bañistas o usuarios. Las deposiciones de los animales se deberán recoger de forma inmediata. Se limita el número de perros por adulto a dos. Los perros estarán controlados por sus dueños en todo momento. Los animales no cavarán o harán hoyos. Los peligrosos irán sujetos y con bozal. Los agresivos o no socializados tienen prohibido el acceso. No accederán menores de 16 años con animales. No accederán perras en celo, animales enfermos o cachorros menores de 4 meses. Todos los animales que accedan estarán censados, portarán microchip y pasaporte sanitario con los tratamientos actualizados. Los propietarios deberán tener la correa disponible, los animales dispondrán de collar (no de pinchos) y se evitará un excesivo ladrido.
La sección segunda del referido capítulo 13 regula los parques para perros, espacios debidamente señalizados y acotados para el uso por parte de los dueños de perros donde se podrán mantener sueltos. La norma concreta que se procurará que dichos espacios no estén próximos a viviendas, serán fácilmente accesibles, adaptados al entorno, de uso exclusivo para perros y con una extensión que les permita correr, como mínimo, de 1.000 metros cuadrados.
El texto definitivo prohíbe los circos y las atracciones feriales con animales y regula por primera vez el uso de las playas caninas
El punto de acceso será de doble puerta para evitar escapes. La valla deberá tener una altura mínima de 1,5 metros. La vegetación no será tóxica para los animales y habrá árboles para sombra. Tendrán disponibilidad de agua potable (fuente para perros). Habrá papeleras para los excrementos. Señalización con cartelería con las normas de uso y horarios y un teléfono de contacto para comunicar incidencias. Contará con bancos en su interior para los propietarios. No se podrá acceder con más de dos perros por adultos. Los perros estarán controlados por sus dueños. No se permitirá el acceso de otros animales. Entre las 22 y las 7 horas se evitará que los perros ladren.
El capítulo catorce se refiere a las infracciones y sanciones y anota que "los responsables de animales que infrinjan las normas de uso de las playas de perros o zonas de esparcimiento canino podrán ser sancionados con multas desde 30 a 300 euros. En caso de reincidencia, se les podrá impedir el uso de estos espacios o confiscarles los animales. Algunos de los artículos de este capítulo describen las infracciones leves, las graves y las muy graves.
Las infracciones a esta ordenanza, de acuerdo a la Ley 4/1994, de 8 de julio, de la Generalitat Valenciana, serán sancionadas con multas que pueden oscilar entre 30 euros y 18.000. Las resolución sancionadoras podrán comportar la confiscación de los animales, anota el proyecto.
Así, las infracciones leves serán castigadas con multas de 30 a 601 euros. Este listado cita, entre otras, la posesión de perros no censados, producir molestias al vecindario de manera frecuente, venta o donación de animales a menores de 18 años o la circulación de animales sin collar por espacios y vías públicas (deberán ir, además, con correa, cordón resistente y, cuando sea necesario, con bozal).
Las infracciones graves llevarán aparejadas multas cuya cuantía oscilará entre 601 y 6.010 euros. Entre esta relación de "graves" está la tenencia de animales en malas condiciones higiénicas, el mantenimiento de ejemplares de especies peligrosas sin autorización, la donación de animales como premio o reclamo publicitario, la no vacunación, la filmación de escenas con animales que simulen crueldad o maltrato, no facilitar el control sanitario de un animal agresor que haya causado lesiones, el mantener animales en vehículos cerrados y al sol o exhibir animales de forma ambulante como reclamo.
Además, tipifica como infracciones muy graves – con multas de 6.010 a 18.030 euros- el sacrificio o el causar la muerte de los animales con sufrimiento físico o psíquico, alimentar animales con restos de otros animales muertos, los malos tratos y agresiones físicas o psíquicas a los animales, su abandono, la esterilización, práctica de mutilaciones o cualquier otro acto clínico practicado por personal no veterinario, la venta ambulante de animales y la cría y comercialización de animales sin los permisos pertinentes.
Como faltas muy graves se contempla también el suministro drogas, la utilización de animales de compañía en peleas, espectáculos o fiestas populares, la incitación para que acometan a personas, los espectáculos de circos con animales o la reincidencia en una infracción grave.