ALICANTE. Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) retoman la tramitación de los presupuestos del Ayuntamiento de Alicante para 2020 con el desbloqueo de las cuentas de los dos organismos autónomos que todavía no han aprobado su propia planificación económica. Se trata de los patronatos municipales de Vivienda y Turismo, que han convocado a sus respectivas juntas entre este viernes, día 17, y el próximo lunes, día 20, para debatir al respecto.
Por partes. La propuesta presupuestaria defendida por el bipartito para Vivienda asciende a cerca de 4,6 millones, lo que supone un descenso de más de 550.000 euros respecto a los del ejercicio precedente ante la necesidad de incluir una partida menor para el desarrollo de las obras de rehabilitación de viviendas de Juan XXIII en esta anualidad.
Al margen de la inclusión de inversiones, como los 400.000 euros previstos para terminar el edificio de 14 viviendas de El Portón, en el Casco Antiguo, la programación económica del organismo autónomo resulta relevante en la medida en que daría por despejada su continuidad al menos durante otro ejercicio completo, pese al debate interno que todavía sigue abierto en el seno del bipartito sobre la conveniencia de su extinción y asunción directa de sus funciones por parte del Ayuntamiento para reducir y racionalizar la estructura municipal, como informó Alicante Plaza.
De hecho, en el informe de fiscalización de la intervención general se apunta dos observaciones concretas. En primer lugar, se alude a la anomalía que sigue suponiendo que ninguno de los trabajadores del patronato sea funcionario, por lo que recomienda que se adopten las medidas necesarias para corregir esa situación en el menor plazo posible. Y en segundo término, se señala que se incluye una partida para el desarrollo de un programa de Cultura pese a que esa materia no figura entre los fines fundacionales del patronato y pese a que existen otros órganos municipales especializados que deberían encargarse de su gestión.
El presupuesto de Turismo, por otra parte, asciende a poco más de 3 millones. En él, se incluyen partidas para la licitación del contrato de Salvamento y Socorrismo y Mantenimiento y Limpieza en Playas, así como los servicios de ludotecas o el servicio de atención a discapacitados en playas. En este caso, el informe de fiscalización de la intervención general es favorable, sin ninguna observación específica.
La aprobación de las cuentas de estos dos organismos autónomos debe ser el último paso previo al debate sobre el presupuesto general, puesto que ya se aprobaron los presupuestos del Patronato de Escuelas Infantiles y de la Agencia de Desarrollo Local el pasado diciembre. Y se trata de un debate al que el bipartito en situación de minoría (suma 14 concejales en una corporación de 29 ediles) se enfrenta todavía sin apoyos claros.
El interventor emplaza a corregir la situación laboral del personal del Patronato de Vivienda para que sus trabajadores sean funcionarios y señala la existencia de gastos para un programa de cultura que no compete al organismo autónomo
Es más, los tres partidos del eje de progreso (PSPV-PSOE, Unides Podem EU y Compromís) vienen expresando con mayor o menor vehemencia su desconfianza respecto a las promesas que el alcalde, el popular Luis Barcala, pueda trasladarles en la fase de negociación política con el fin de recabar sus votos. Es más, el PSPV-PSOE ha llegado a anunciar que no se sentaría a negociar con el bipartito si no excluye de ese proceso de diálogo al grupo municipal de Vox. Por lo pronto, el primer edil ya ha negado que esa discriminación vaya a producirse para acusar a los socialistas de buscar excusas para rechazar el presupuesto sin llegar a conocerlo.
La cuestión es que PP y Cs tampoco parece que vayan a encontrar aliados entre los dos ediles de Vox. Al menos, no si se mantienen en la posición manifestada hasta ahora: que se eliminen o se reduzcan las partidas destinadas a Cooperación Internacional y al área LGTBI. Esa petición tampoco parece que vaya a ser tenida en cuenta, ya que se trata de dos concejalías gestionadas por Cs, desde cuyas filas ya se ha dejado claro que no se va a renunciar a ninguna partida.
Para que la propuesta prespuestaria prospere, el bipartito requiere mayoría simple: más votos a favor que en contra. Así, le bastaría con el apoyo o la abstención de un concejal de la oposición. En caso de no conseguir ese respaldo explícito o implícito, el bipartito podría vincular la propuesta a una cuestión de confianza, lo que permitiría que el presupuesto se aprobase de manera automática en un mes si en ese plazo no se hubiese presentado una moción de censura con una propuesta de elección de alcalde alternativo.