ALICANTE. Más control sobre los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito en situación de minoría compuesto por PP y Cs, da otra de vuelta de tuerca a una de las contratas que suponen un mayor coste para las arcas municipales y trata de reforzar la supervisión de su prestación con la incorporación de más inspectores.
En concreto, las dos formaciones aliadas prevén aprobar en Junta Local el próximo martes la convocatoria del concurso de méritos para cubrir 14 puestos de trabajo de inspector con destino al servicio de limpieza y recogida de residuos. En principio, se trata de plazas a ocupar en régimen de comisión de servicios, por lo que, probablemente, tendrán una duración temporal hasta que puedan consolidarse.
No obstante, se trata de un paso con el que se trata de reforzar la observación sobre el cumplimiento de una prestación bajo el foco de la controversia de manera reiterada. Hasta el momento, el departamento de Limpieza contaría con un equipo conformado por entre diez y doce trabajadores municipales dedicados a labores de inspección: una cifra que los responsables del departamento han señalado como insuficientes en reiteradas ocasiones. De ahí que, en el desarrollo de las sesiones de la comisión municipal sobre el contrato, se haya anunciado la solicitud de más plazas ante la Concejalía de Recursos Humanos.
EL PROCESO PARA SU INCORPORACIÓN SE ACTIVA A LAS PUERTAS DE QUE SE IMPLANTE LA RECOGIDA SELECTIVA DEL RESIDUO ORGÁNICO
Y esa petición es a la que se trataría de dar respuesta ahora, con la posibilidad de poder organizar turnos de trabajo en las labores de inspección en horario de día, tarde y noche. No obstante, no se ha concretado si esas 14 plazas nuevas se añadirían a los puestos ya disponibles o si se trataría de cubrir posibles bajas. Tampoco se ha especificado cuál sería su distribución entre las dos partes de la prestación: limpieza y recogida de residuos. Fuentes municipales se limitaron a apuntar al respecto que la incorporación de esos 14 inspectores sigue pendiente de perfilar.
Sea como fuere, lo cierto es que el proceso para reforzar en el control de ambos servicios se activa en un contexto en el que se pretende implantar la recogida selectiva del residuo orgánico, previa extensión de los contenedores marrones en todos los barrios de la ciudad. La puesta en marcha de ese nuevo sistema queda supeditada a la aprobación del nuevo modificado del contrato que resulta necesario para cubrir los costes adicionales que conlleva. Todo parece indicar que ese modificado podría acordarse antes de que venza la duración de la concesión, el próximo mes de septiembre. En ese momento, se debe concertar una prórroga para mantener el servicio durante el tiempo en el que se pueda formalizar la nueva adjudicación.