BENIDORM (EFE). El Balonmano Benidorm, castigado esta temporada por los parones continuos de la competición y los movimientos en su plantilla, pretende recuperar la estabilidad deportiva y la confianza este miércoles en su difícil visita al Bidasoa en Irún (18:30 horas).
El conjunto de Fernando Latorre no termina de encontrar la regularidad en su juego y en los resultados por causa de numerosos factores y busca un golpe de efecto en la pista del conjunto guipuzcoano que marque un punto de inflexión.
El Benidorm, que solo ha sumado un triunfo en la Liga, también deberá luchar contra el síndrome de los últimos minutos, ya que son varios los partidos en los que, pese a mandar en el marcador, ha dejado escapar el triunfo en el tramo decisivo de los encuentros.
Latorre ya no contará en este partido con el pivote José Da Costa ni con el lateral cubano Jorge Pabán, quienes han abandonado la entidad por motivos personales.
La baja del caribeño será importante para los benidormenses, ya que era uno de sus jugadores de mayor jerarquía y su gran especialista en el lanzamiento exterior.
El partido también supondrá el debut en su segunda etapa del canterano Iván Rodríguez, quien regresa al club tras dos años fuera.
A pesar del potencial de Bidasoa, invicto en la competición, el Benidorm, que ya ha sido capaz de ganar y de empatar en Irún su última visita, confía en golpear de nuevo a su adversario, al que logró eliminar, contra todo pronóstico, en la pasada edición de la Copa del Rey.
“A excepción del partido ante el Barcelona, en todos los partidos hemos dado la cara. Bidasoa no se nos da del todo mal, aunque estarán escaldados ante nosotros”, dijo Latorre.
“Bidasoa es un súper equipo, compensado en todas sus líneas. Yo creo que ha mejorado en experiencia con los fichajes”, explicó el técnico alicantino.