ORIHUELA. La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Orihuela se acoge a la herramienta de la Custodia del Territorio para actuar en parcelas privadas dentro del BIC del Palmeral que están abandonadas y que suponen un peligro para el mantenimiento y conservación de este espacio protegido. Para eso ha recurrido a su reciente Ordenanza Municipal de la Palmera Datilera que incluye esta figura de Custodia del Territorio fijada a través de la Ley 42/2007 de 13 de diciembre del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
El Palmeral de Orihuela, el segundo más importante de Europa después de Elche, viene sufriendo una merma notable de ejemplares desde hace años. En la actualidad, en el BIC hay contabilizadas más de 9.000 palmeras datileras, de las cuales un tercio son municipales, el resto se ubican en parcelas privadas. Desde Medio Ambiente y tras la creación del Plan Director del Palmeral tiene el objetivo de llevar a cabo actuaciones para la conversación y protección del espacio y de los ejemplares. Atendiendo a esa premisa y objetivo clave, se contempla mediante la ordenanza que el Ayuntamiento pueda ejecutar actuaciones en parcelas privadas con el fin de evitar que cualquier plaga pueda extenderse por el resto palmeras y así quedar en vano los esfuerzos en la conversación.
Para eso, en primer lugar el Ayuntamiento trata de fijar un convenio de cesión con el propietario ante su incapacidad material o económica de mantener en las condiciones idóneas su parcela, dejando así al Ayuntamiento como gestor de su parcela bajo la figura de Agente de Custodia del Territorio. Si el titular no mostrara ningún interés de colaboración, el Ayuntamiento podría actuar con procedimientos de ejecución subsidiaria y tramitar multas coercitivas. En el primer caso, los gastos, daños y perjuicios originados por la ejecución subsidiaria de cuidado, mantenimiento y control fitosanitario de palmeras correría a cargo del propietario. En caso de multas coercitivas, se fija un importe del 5 % del valor de los trabajos a ejecutar con carácter mensual y un periodo máximo de seis meses con el objetivo de que le propietario cumpla con las obligaciones de mantener las palmeras de su propiedad en buen estado.
El edil del área, Dámaso Aparicio, ha anunciado este viernes que ya hay una primera parcela privada que va a ser objeto de Custodia del Territorio. En sus 30.777 m2 cuenta con 521 palmeras de las cuales 141 son consideradas monumentales, al superar los dos metros. Además de iniciar la tramitación de este procedimiento, el propietario ha trasladado el interés de vender la parcela. Desde la concejalía se han mostrado muy interesados y han iniciado las gestiones para proceder a la adquisición a través de recursos propios, de fondos europeos o través de la Conselleria de Medio Ambiente. Para Aparicio adquirir esta parcela es fundamental ya que se encuentra en un lugar estratégico en el centro del BIC. Es la única manera, ha explicado, de acometer el cuidado, mantenimiento y conservación de forma integral, pues de no hacerlo así todo el palmeral puede verse afectado dada la capacidad expansiva y colonizadora del temido picudo rojo.
Con este tipo de actuaciones, además de tratar el espacio de forma fitosanitaria integral, se busca reactivar las tierras con cultivos y abrir espacios para viandantes. “No podemos dejar islas de parcelas abandonadas” ha esgrimido el edil.
En el marco de esta nueva ordenanza, la primera de los últimos 30 años, el convenio de Custodia del Territorio contempla una cesión para un periodo inicial de cuatro años prorrogable sin límite por periodos de dos años. En caso de que finalmente no se ejecutara la compra venta, el propietario, pasado el tiempo de la cesión tendría el compromiso de mantener y cuidar la parcela.