El año en el que el Elche pasó a manos argentinas

23/12/2019 - 

ELCHE. El año 2019 fue de transición en materia deportiva, pero muy agitado en todo lo demás para la entidad ilicitana, que por vez primera en su casi centenaria historia estará dirigida por un fondo extranjero liderado por el empresario argentino Christian Bragarnik.

El pasado 3 de diciembre se concretó la venta del paquete accionarial mayoritario de Tenama Inversiones, firma propiedad del ex presidente José Sepulcre, por una cantidad próxima a los 19 millones de euros al representante argentino, uno de los más influyentes del fútbol sudamericano.

La venta se coció a fuego lento desde el pasado verano, cuando Bragarnik, tras pedir consejo a LaLiga, visitó Elche para conocer de primera mano el día a día de la entidad y, sobre todo, sus finanzas y patrimonio.

El cambio de propiedad coronó un año muy agitado en lo institucional, ya que se produjo un relevo en la presidencia del club. Diego García dejó su puesto tras dos años y medio a Joaquín Buitrago, abogado de máxima confianza de Sepulcre para que fuera preparando la transición.

El nuevo consejo, ya con el control de Bragarnik, se elegirá este próximo 30 de diciembre, en la junta de accionistas que realizará la entidad, en la que se supone que el argentino situará en los puestos de dirección a personas y profesionales de su máxima confianza.

La venta de Sepulcre sorprendió al entorno del Elche. El empresario ilicitano había pedido colaboración en varias ocasiones para repartir la carga económica de la entidad, pero se intuía que buscaba socios, no vender el club.

De hecho, este verano presentó a Patricia Rodríguez y a Nico Rodríguez, dos profesionales de prestigio, como sus principales apuestas para que dirigieran las áreas económicas y deportivas, respectivamente, para en el plazo de cuatro años intentar llevar al club a Primera.

Además del relevo en la presidencia y en poder accionarial y de algunas salidas de consejeros, el año 2019 ha dejado tres juntas de accionistas en las que se han ido aprobando sucesivas ampliaciones de capital, cubiertas siempre por José Sepulcre.

La primera junta tuvo lugar en febrero y en ella los accionistas aprobaron una doble ampliación de capital por valor de 17 millones de euros, correspondiente a las aportaciones realizadas por los accionistas en 2015 para evitar un nuevo descenso administrativo del club, tras el de Primera a Segunda por impagos a Hacienda, y por la permuta de deuda por acciones, recogido en el Convenio de acreedores.

Tras estas ampliaciones, Sepulcre pasó a ser el accionista de referencia del club con el 70% de los valores, mientras que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), propietario de un crédito que concedía la mayoría, vio reducido su poder al 7%.

También se aprobó recientemente, en noviembre, una ‘operación acordeón’ para restablecer el equilibrio entre el capital social y el patrimonio neto disminuido. Esta operación, previa a la venta, mantuvo a Sepulcre como accionista de referencia.

Poco se sabe aún de los planes de Bragarnik, quien tras firmar en la notaría como nuevo máximo accionista se limitó a señalar que su objetivo será mantener el rumbo marcado por el ex presidente y para llevar al club en un futuro a los “primeros planos” del fútbol, en alusión a la élite.

Fuentes próximas al argentino afirman que desea realizar una transición tranquila y que su verdadero proyecto se adivinará a partir de la próxima temporada. Su intención, añaden, es ser intervencionista y estar al tanto de todo lo que se gestione en la entidad.

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