Un avión de Ryanair despega desde el aeropuerto de Alicante-Elche, en una imagen de archivo ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche, en la pedanía ilicitana de El Altet, ya sabe cuántos vuelos tendrá que operar en Semana Santa. Un periodo festivo en el que, pese a los cierres perimetrales y las recomendaciones en contra de distintos mandatarios europeos, la terminal alicantina incrementará de forma notable su actividad respecto a los primeros tres meses del año, pero que en cualquier caso estará muy alejada de la 'normalidad'.
Despejada la incógnita, la programación de vuelos que arranca este fin de semana y se prolongará hasta el primer fin de semana de abril deja clara una cosa: la pandemia sigue pesando en la movilidad aérea. El Altet tiene programados medio millar de vuelos (exactamente 498) para el citado periodo, entre el 26 de marzo y el 5 de abril, y pese a lo grueso de las cifras, la realidad es que la actividad programada se encuentra a años luz de distancia de la que se registraba en las mismas fechas en 2019 (ya que en 2020 la Semana Santa coincidió con el confinamiento).
Los 498 vuelos que operará la terminal de El Altet en los próximos días suponen un 85% menos que los que gestionaría en una Semana Santa sin pandemia, según las fuentes consultadas. Un dato aún más bajo que la media de los primeros meses del año (con caídas del 80%), dado que en este período y sin restricciones la operativa se dispararía. Del total, 160 vuelos son nacionales, un 68% menos que en 2019, y 338 son internacionales, un 88% menos. Las conexiones nacionales caen menos (y ganan, por tanto, peso específico en el total) por las restricciones a los viajes en la mayoría de países emisores de Europa.
De esta forma, los vuelos domésticos supondrán casi una tercera parte del total, por encima de su aportación habitual al tráfico de El Altet, pese a que también está prohibido cambiar de comunidad autónoma en estas fechas (excepto para aquellos casos contemplados en la normativa: motivos de trabajo, legales o de fuerza mayor, entre otros). En cuanto al tráfico internacional, destacan las conexiones con Alemania, como ya contó este diario, después de que el país germano haya eliminado la necesidad de guardar cuarentena a sus nacionales que viajen a la Comunitat Valenciana.
Precisamente, Ryanair ha puesto en marcha ocho rutas entre Alicante-Elche y aeropuertos alemanes, después de que se haya abierto este 'corredor seguro', y otras aerolíneas como Lufthansa o Eurowings la han seguido. Se calcula que los aviones que llegarán a la Costa Blanca en este periodo, en caso de volar llenos, podrían traer a Alicante hasta a 4.000 turistas alemanes. Una nacionalidad que, al contrario que la británica, suele optar por la vivienda vacacional en lugar de los hoteles cuando viaja a España.
Lo que aún sigue siendo un misterio es la programación de verano, que abarca de abril a octubre, y que en un año normal se estaría desvelando en estas fechas. El Altet está preparado para aumentar o reducir su operativa de forma prácticamente inmediata, según las mismas fuentes, y la capacidad de la nueva terminal que acaba de cumplir diez años es varias veces superior a la que está en uso en estos momentos, por lo que la reacción a una eventual avalancha de peticiones de aerolíneas si el escenario fuese propicio sería ágil. El escenario, en todo caso, dependerá de cómo avance la vacunación, la curva de la pandemia y las decisiones de los países europeos sobre la movilidad. Especialmente, el Reino Unido.
Por otra parte, El Altet sigue inmerso, como el resto de aeropuertos de la red de Aena, en la polémica por el importe del alquiler de los negocios de la terminal. Más la mitad de los inquilinos de Aena ha aceptado la propuesta del ente público de rebajar al 50% el importe desde marzo de 2020 hasta el próximo verano, pero los grandes operadores que se han negado (al pretender una rebaja mayor) y han abierto la vía judicial suponen el 90% de la facturación de los aeropuertos por el alquiler, según las fuentes consultadas. Ya hay algunas resoluciones judiciales, además, que prohiben a Aena ejecutar los avales de forma cautelar, lo que parece anticipar un conflicto de larga duración.
