ALICANTE. La multinacional de origen francés Eiffage inicia contactos con las empresas que se dedican al tráfico de graneles en el Puerto de Alicante -Alicante Port, Bergé Marítima y Cesa Alicante- para concertar acuerdos comerciales sobre el uso de la futura terminal específica con naves cerradas, mientras completa su proyecto de ejecución.
Portavoces de la compañía consultados por Alicante Plaza apuntaron que, en estos momentos, se están incorporando los últimos ajustes respecto a la propuesta inicial, presentada el pasado verano, tras la inclusión de la nueva maquinaria -dotada con la última tecnología al uso- con la que se organizará la manipulación de la mercancía mediante un sistema completamente automatizado. El objetivo de la compañía es que todo el proceso de carga y descarga se desarrolle a cubierto, con el apoyo de una cinta mecánica de transporte que conectará los barcos con el edificio en el que se producirá el tratamiento del material.
Eiffage confía en cerrar esos últimos ajustes en el proyecto antes de dos meses para cursar las peticiones de licencia ante el Ayuntamiento de Alicante -y de autorización ambiental, ante la Generalitat-, que resultan necesarias para su puesta en marcha, de modo que al menos la construcción de las instalaciones se pueda iniciar en el menor plazo posible.
La multinacional confía en completar su proyecto de ejecución en menos de dos meses para iniciar la tramitación de licencias ante el Ayuntamiento y la Generalitat
Los plazos de ejecución del nuevo edificio son relativamente cortos. En principio, la terminal debería estar finalizada doce meses después de que se inicien sus obras. Pero esa fecha es todavía incierta, puesto que depende del tiempo en el que se demore la concesión de la licencia municipal de obra. En todo caso, la autorización ambiental podría seguir tramitándose mientras se ejecuta la construcción.
La nueva terminal específica se situará en el muelle 17 del Puerto, tras el acuerdo de adjudicación aprobado por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria en julio de 2018. Eiffage se hará cargo de su construcción a cambio de su explotación comercial durante 30 años. Para ello, la multinacional debe concertar acuerdos económicos con las empresas dedicadas a la estiba de graneles que deberán canalizar el traslado de sus mercancías a través de las nuevas instalaciones.
Como publicó este diario, la Autoridad Portuaria aprobó el pasado mes de abril la propuesta de modificación no sustancial de la concesión adjudicada a Eiffage para dar encaje a la última propuesta técnica presentada por la multinacional, en febrero. En esa última propuesta, se introduce una mayor automatización en el proceso de carga y descarga de graneles. Como también ha contado Alicante Plaza, esa nueva versión supone un aumento de la inversión prevista inicialmente, de modo que la compañía asumirá un coste de 12 millones, en lugar de los 8 contemplados en el proyecto original.
Así, la nueva edificación tendrá una ocupación en planta de casi 14.000 m2 (unos 4.000 m2 menos de lo previsto inicialmente), con una longitud de 300 metros (antes 362), 46,65 metros de anchura (antes 50,70) y una altura, únicamente en su punto más elevado de 25,80 metros (antes 17,20), para "poder dar cabida a toda la maquinaria que hará que la instalación esté automatizada, eliminando totalmente las emisiones de partículas a la atmósfera", según precisaron en abril, portavoces oficiales del Puerto.