Eduardo Porta Planelles.ALICANTE. ESIC es la escuela de negocios líder en la enseñanza de Marketing en España, y responde, mediante el conjunto de sus diferentes áreas de actividad a las necesidades actuales de la empresa y de su entorno competitivo. La formación de ESIC está presente en la provincia de Alicante, concretamente en las nuevas instalaciones de AITEX en Alcoy. El próximo mes de abril comienza una nueva edición del Programa Superior de Ventas (PSDV) y el Programa Superior de Logística (PSL). Eduardo Porta Planelles (Alumni ESIC), explica así su experiencia en esta escuela: "Profundizar en conocimientos y la diversidad en el aula es lo que más valoro de ESIC", sentencia.
— Entre tu etapa de becario a product manager en Unisa, ¿qué pasó?
— Mi primera experiencia laboral se remontan al año 2014, cuando comencé a trabajar como dependiente en la tienda física de UNISA mientras cursaba el Máster Business Administration en ESIC. Había hecho prácticas en verano en esta misma empresa, pero compaginar estudios y trabajo, fue una experiencia que, sin duda alguna, te hace tomar perspectiva de la vida en general.
Después de acabar el máster, tuve la grandísima oportunidad de hacer prácticas en TEMPE, empresa del grupo INDITEX encargada de la fabricación y distribución del calzado y bolsos para todo el grupo. Lo que un principio iba a ser 6 meses en el departamento comercial de ZARA, se convirtió en una experiencia excepcional que duró 3 años.
Tuve la magnífica suerte de ser acogido por un equipo insuperable, que me enseñó muchísimo, tanto a nivel profesional como personal. El nivel de exigencia era muy alto, pero la recompensa en todos los sentidos merecía la pena sin duda. Solo tengo palabras de agradecimiento para esta etapa de mi vida, que marcó un antes y un después en mi carrera profesional en la cual aprendí de manera práctica, cómo me gustaría que fueran muchísimas cosas, si algún día ostentaba un puesto de mayor responsabilidad.
Después de estos tres años, en el año 2018, el director de Unisa que también es mi padre, me llamó para saber qué quería hacer con mi futuro y saber si estaba interesado en volver a casa a trabajar con él. Debo admitir que no fue una decisión fácil, ya que en TEMPE me sentía muy realizado. Pero trabajar en Unisa y pelear por el proyecto familiar, era para lo que me había estado preparando desde hacía muchos años.
Desde entonces, estoy centrado en desarrollo de producto. Colaboro de manera directa con el equipo de diseño, técnicos, materias primas, compras, precios, ventas etc. Para sorprender a nuestras clientas temporada tras temporada, con los zapatos más mediterráneos y cómodos que existen en el mercado. Lo que a nosotros nos gusta llamar “Guapa y cómoda todo el día”.
— ¿En qué momento decides estudiar un postgrado/máster?
— Me gustaría poder decirte que era lo que siempre había querido, pero las razones no fueron esas exactamente.
Estudié el Grado en Administración y Dirección de Empresas en ESIC y aunque suene mal decirlo de uno mismo, fui un estudiante muy aplicado. Desde que comencé, sentí un fuerte sentimiento de responsabilidad e hice todo lo que estuvo en mi mano para sacar el máximo partido a la oportunidad que tenía delante.
Pero fue un arma de doble filo, ya que cuando acabé la carrera, me di cuenta de que había estado tan centrado en ella que no había pensado seriamente en lo que quería hacer después y tuve una pequeña crisis existencial, de la que también aprendí mucho, sobre todo de mí mismo.
Aquella crisis se terminó tan pronto como recibí una llamada de la escuela diciéndome que tenía una beca para continuar mis estudios en ESIC. Así que sin dudarlo ni un segundo, acepté y me matriculé en el MBA de ESIC con el que podría compaginar mis estudios con el trabajo de tienda en Unisa.
— ¿Por qué en ESIC?
— Mi familia siempre ha estado ligada al mundo de la empresa y he tenido la suerte de poder conocer muchos perfiles, unos muy buenos y otros no tanto. Casualmente, en los muy buenos, en muchas ocasiones sonaba el nombre de ESIC de fondo. Ya fuera porque habían estudiado la carrera o el postgrado allí, habían pasado por la escuela como profesores o bien, lo veían como una muy buena cantera de la que contratar gente. Por eso, cuando decidí estudiar ADE, ESIC fue una opción que había que tener en cuenta.
Una vez finalizada la carrera y tras cuatro años de una calidad de profesorado y de enseñanza muy superior a mis expectativas, cuando llegó la oportunidad de hacer un MBA en ESIC, fue imposible decir que no.
— ¿Qué supuso tu paso por el programa?
— A nivel formativo, afianzar y profundizar conocimientos en muchas de las materias estudiadas en la carrera. Además de tener puntos de vista muy enriquecedores, compartidos por un profesorado completamente relacionado con el mundo de la empresa y lo que ocurre en ella.
A nivel personal, una experiencia muy enriquecedora. Tanto por parte de mis compañeros, ya que unos venían como yo, con poquita experiencia profesional y otras con mucha, también fue enriquecedor la mezcla de ramas formativas de las que veníamos cada uno, desde ingenieros hasta profesionales del deporte o ADE, como era mi caso. Y también la variedad de nacionalidades fue un punto muy positivo, gracias a la diferencia de puntos de vista de cada uno de nosotros. Por otro lado, y como decía antes, contar con profesores que se encuentran en activo a nivel profesional o que bien han estado muchísimos años unidos al mundo de la empresa, marca la diferencia a la hora de enseñar y por tanto del enfoque de los conocimientos que te llevas a casa.
El día de la apertura del máster dijeron: “… Si alguna vez, durante vuestra trayectoria profesional, miráis en vuestra mochila y encontráis cosas aplicables, aprendidas durante este curso, ya habrá valido la pena”. Yo debo decir que, de manera constante, recurro a esas herramientas aprendidas en el máster para aplicarlas en mi día a día.
— ¿Qué competencias valoras cuando incorporáis a una persona al equipo?
— Principalmente compromiso con el proyecto. Tener un perfil capaz de hacer ver su valor futuro y no lo que ya ha hecho. Una formación específica, pero también muy importante, formación general. La gestión del tiempo y las prioridades. Su capacidad de adaptación y autonomía.
— ¿Qué consejo le darías a tu “yo” de hace 15 años.
— En la parte personal, que no tenga prisa y disfrute mucho de cada momento. La gran mayoría caemos en el dogma de lo que se debe hacer y dejamos a un lado lo que realmente queremos hacer. Se supone que tan pronto como acabamos la enseñanza secundaria, debemos ir rápidamente a la Universidad, ponernos a trabajar lo antes posible etc. Perdiendo el foco de lo que realmente queremos hacer y sobre todo ser.
Pero eso no tiene por qué ser necesariamente así, para los que, como yo, no teníamos una vocación clara con 18 años, esa presión social puede ser un problema. Por eso le diría a mi yo de hace 15 años, que antes de tomar cualquier decisión que no tiene clara, que viva, viaje, pregunte, trabaje o se esfuerce por conocer aquello que le pueda interesar en un futuro. En definitiva, que madure sus decisiones en base a experiencias tanto propias, como de los que ya han pasado por el momento en el que estás tú.
A nivel profesional, le diría que si realmente tiene una vocación clara, que no pierda ni un minuto en luchar por ella y exprimirla al máximo. Si no la tiene, de nuevo que se tome su tiempo en averiguar qué le llena realmente, ya que es la única manera de alcanzar la excelencia en lo que se hace. Y que una vez haya elegido un camino, procure rodearse de los mejores en todos los sentidos, tanto en su formación, como sus amigos y las empresas en las que quiera comenzar su andadura laboral. Le diría que caminando solo no se llega a ningún lado, pero haciéndolo en la compañía incorrecta tampoco, por eso es crucial que elija bien de quien se rodea.
