Dos excargos de Compromís niegan su participación en el expediente de los abusos 

VALÈNCIA. Los excargos del Consell Miquel Real y Francesc Gamero han acudido este miércoles a declarar como investigados en la causa que afecta a Mónica Oltra. El primero era jefe de Gabinete de la que fuera vicepresidenta de la Generalitat. El segundo subsecretario de la Conselleria de Igualdad que ella dirigía –aunque luego ha ocupado otros puestos, como la secretaría autonómica de Hacienda–. La propia exdirigente de Compromís se ha desplazado a la Ciudad de la Justicia a apoyar al que fuera su mano derecha. 

Las indagaciones por parte del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia se centran en la posible obstaculización, por parte de cargos de la Conselleria de Igualdad que Oltra dirigía, de la investigación judicial relativa a los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada, con sospechas de ocultación y encubrimiento de lo ocurrido. 

Uno de los ejes centrales de la causa es el expediente abierto en la Conselleria de Igualdad para comprobar la gestión interna que se había realizado de los abusos. Aquel considerado paralelo al procedimiento judicial –puesto que ya existía uno abierto sobre los hechos– y en el cual se incluyeron los informes del Instituto Espill que otorgaron poca credibilidad a la víctima.

Las preguntas por parte del juez y de la Fiscalía a Real y Gamero, de acuerdo con fuentes judiciales, han ido fundamentalmente dirigidas a confirmar las diferentes fechas de los hechos y las órdenes dadas en relación a este expediente. Oltra siempre mantuvo que fue el 4 de agosto cuando tuvo conocimiento de los abusos y del procedimiento judicial iniciado al respecto. Aquel día, señaló, fue cuando la llamó su exmarido porque había recibido la citación en su casa. El 8 de agosto se inició el expediente desde la Conselleria. 

Real, según las mismas fuentes, ha confirmado que fue el 4 de agosto cuando se tuvo conocimiento por primera vez del asunto, tanto por parte de Oltra como de su entorno próximo. Igualmente, ha asegurado que no se dieron instrucciones sobre el expediente. Tanto él como Gamero han negado su participación en él puesto que fue elaborado por funcionarios. 

Real ha señalado que el 8 de agosto le trasladó a Gamero que averiguara qué había ocurrido, puesto que ese día se recibe el auto con la medida cautelar de alejamiento de la víctima para el exmarido de Oltra. Pero que ninguno de los dos dio orden sobre el expediente y se desentendieron del asunto. 

Al igual que afirmó Oltra, su exjefe de Gabinete ha asegurado que no supo nada de ese documento y sus conclusiones hasta dos años después. 

Gamero, por su parte, ha destacado –en línea con lo dicho por Real– que éste le comunicó personalmente la existencia del auto con las medidas de alejamiento para el ex de Oltra y a partir de ahí ordenó la máxima colaboración con la Fiscalía al descubrir que no se había respondido a sus requerimientos. 

Ninguno de los dos excargos de Compromís ha respondido a las preguntas de las acusaciones que ejercen Vox y la asociación Gobiérna-te, presidida por la exdirigente de Vox Cristina Seguí. Sólo a sus respectivas defensas, al juez y al fiscal. 

Se trata de la segunda vez que Real y Gamero comparecen ante el juzgado. Cuando fueron citados el pasado enero, comunicaron al magistrado que se acogían a su derecho a no declarar porque existían dos piezas separadas secretas a las que no habían tenido acceso. Se trataba de las relativas a la intervención de los correos electrónicos de los investigados. 

Recientemente se levantó el secreto de la última de ellas, donde las comunicaciones no hallaron pruebas sobre ninguna orden que pudiera haber dado Oltra en relación al famoso expediente. Con esas piezas ya conocidas, el juez siguió adelante con la instrucción al haber diligencias pendientes. Entre ellas, las declaraciones de Real y Gamero. 

Sus citaciones como imputados se produjeron tras la comparecencia ante el juez de Oltra. En el interrogatorio, mencionó tanto a Real como a Gamero. En relación con el primero, explicó que el 4 de agosto de 2017 fue cuando supo que existía una citación judicial a su exmarido por los abusos porque este último la llamó. Ese día, comentó, habló con su entonces jefe de Gabinete. "Lo primero que le digo es que recabe información acerca de si de esto en la Conselleria alguien sabe algo, porque yo me había enterado como Mónica Oltra y no como consellera. No podía pasar este asunto sin ponerlo en conocimiento de la Conselleria (...) Sé que en un momento dado mi jefe de Gabinete me dijo: céntrate únicamente en el niño que las actuaciones técnicas se están llevando a cabo y están en manos de quien tienen que estar", destacó. 

El motivo era que, según narró la exvicepresidenta del Consell, tenía una situación personal grave que afectaba a su hijo y por la que detalló que permaneció varias semanas atendiéndolo y desentendida de las actuaciones que se llevaron a cabo en la Conselleria.

En cuanto a Gamero, Oltra señaló dos episodios relacionados con él. El primero, que cuando ella entró en la Conselleria en 2016, asumió un deber de abstención en las decisiones que afectaban al centro de menores en el que trabajada su exmarido. Así lo comunicó verbalmente y por escrito a Gamero debido a las posibles incompatibilidades que se pudieran generar. 

El segundo, que el 11 de agosto de 2017, después de que ella supiera que existía una investigación judicial sobre los abusos, se dictó una orden firmada por Gamero, entonces subsecretario de la Conselleria Igualdad, en la que se ordenaba la máxima colaboración con la Fiscalía.

Tras estas explicaciones, el juez decidió llamarlos a declarar para averiguar su participación en relación con el expediente.