VALÈNCIA. La Marina Alta estrena hotel. Está en la urbanización la Sella de Pedreguer, tiene cuatro estrellas y se trata de un establecimiento especializado en salud, deporte y descanso. De hecho, buena parte de sus instalaciones están destinadas a la actividad deportiva y a la preparación física, por lo muchos competidores de elite ya se han alojado en el complejo. Se trata, por tanto de un alojamiento que cuenta con 46 habitaciones, con un centro de alto rendimiento deportivo y una clínica especializada.
Syncrosfera abrió sus puertas el pasado mes de diciembre y desde entonces alberga tanto a deportistas individuales, como grupos y turistas que quieren pasar unos días en la Marina Alta, como ha indicado su director comercial, Juan Balerdi. El local cuenta con un gimnasio con la última tecnología y piscina semiolímpica, además de contar entre su personal con preparadores físicos, fisioterapeutas y médicos.
Todo ello está enfocado en atraer a un turismo a partir de dos vertientes, desde los deportistas que quieren pasar una temporada para prepararse y mejorar su rendimiento, desde aquellas personas que quieren estar cerca del mar en un complejo tranquilo y con servicios personalizados.
El local cuenta con varias partes diferenciadas. En la planta baja está el gimnasio, la piscina y la clínica deportiva. Este servicio médico ya existía antes de trasladarlo al hotel, los propietarios del recinto llevan años trabajando en Xàbia en la medicina deportiva, “pero ahora todos los servicios se han trasladado aquí”, ha apuntado Belardi.
Los empresarios llevan afincados en la localidad de la Marina Alta desde hace décadas y son deportistas profesionales de origen ruso. Iniciaron los trabajos durante el principio de 2020 y las obras para construir este hotel en la Sella han durado unos 18 meses. El local abrió sus puertas el pasado diciembre y ya ha llenado en varias ocasiones. Además tiene casi lleno para periodos muy concretos como los próximos diciembre y enero, meses de preparación intensa para los ciclistas.
En la primera planta están los servicios de atención al alojado, cafeterías y restaurante, y en las otras tres plantas las habitaciones. De las 46 que existen, hay 14 que cuentan con una peculiaridad, cuentan con servicio de hipoxia. Este sistema es algo demandado por deportistas, ya que reducen la “saturación de oxígeno en la habitación y permite dormir como si se estuviera en una montaña alta, a nivel del Machu Pichu o el Etna”.
Esto supone una “ventaja” para los deportistas que se alojan: “Después de pasar la noche en este ambiente el cuerpo sale más fuerte y los competidores pueden entrenar en nuestras instalaciones o fuera, si son ciclistas por ejemplo, y mejorar mucho sus marcas”.
Es habitual que ciclistas, por ejemplo, hagan entrenamientos en espacios muy elevados, ya que de esa manera mejoran sus marcas y obtienen más beneficios, pero para ello tienen que desplazarse a hospedajes de alta montaña “donde ahora puede hacer -5º, por ejemplo”.
“Esa es la peculiaridad y lo que hace único este local, ya que las personas que se alojan aquí están a algo menos de 80 metros de altura del mar y tienen los beneficios de dormir a una altura de 2.500 o 3.000 metros de altura, mejorando así su potencia de cara a los entrenamientos”, ha añadido el responsable del local.
Este sistema reduce la saturación de oxígeno en la habitación, “de tal forma que puede bajar hasta en un 21%, el cuerpo se adapta y descansa”. Lo habitual es dejar la saturación en un 14 o 15%, lo que equivale a dormir a unos 2.500 metros de altura. “Después el cuerpo experimenta una explosión en el organismo que se traduce en fuerza que se destina a entrenar y a mejorar marcas”.
Sobre los precios, Belardi ha indicado que se trata de un local “completamente accesible”. “Estos días se puede reservar una habitación por unos 150 euros, con alojamiento completo. El extra de la habitación con hipoxia puede suponer unos 35 euros más”, ha relatado. El recinto cuenta además con cámaras deportivas que también incluyen el sistema de hipoxia, donde los deportistas pueden entrenar en condiciones de altura, “como si estuvieran en el Machu Picchu”, ha añadido.