ALICANTE. Hace diez años, a finales de agosto de 2012, el director de cine británico Tony Scott salió del coche en el puente Vicent Thomas, en San Pedro (California), dejó una nota, se subió a la valla y, tras unos segundos de duda, saltó. Su cuerpo sin vida sería recuperado del agua más tarde por la Policía de Los Ángeles. Durante dos años, hubo versiones contradictorias sobre lo que podía haber pasado por su cabeza, hasta que la familia admitió que Scott tenía cáncer desde hacía años pero había decidido mantenerlo en privado.
Sea como fuere, ya no podremos disfrutar de nuevas obras del hermano menor de sir Ridley Scott, que aunque se inició en el cine (tras su paso por la publicidad y la televisión) siguiendo los pasos de su hermano, pronto se labró un sello personal con un estilo muy particular: tanto en el tipo de cine que hacía, desacomplejadamente 'palomitero', como con la forma de hacerlo, bautizada por la crítica (y admitida de buen grado por Scott) como 'cámara frenética'.
Se cumplen diez años sin el rey del cine de acción y los thrillers de los ochenta y noventa, pero que no haya facturado más películas no significa que no podamos recordarlo con un maratón gracias a las plataformas de streaming más populares. Iniciamos el repaso de algunas (no están todas las que son, pero son todas las que están) de las mejores opciones para recordar al más 'palomitero' de los Scott:
En primera posición de la lista, y si se tiene la posibilidad, la primera que hay que ver en este particular maratón, aparece sin duda 'Amor a quemarropa' (True Romance), de 1993, que es la más tarantiniana de las películas de Scott. No en vano, el guion es del propio Tarantino, escrito mientras trabajaba en un videoclub y antes de que todo lo que ya está en esta película se convirtiese en 'Reservoir Dogs' (1992) y 'Pulp Fiction' (1994).
Christian Slater, que por entonces aún no había dilapidado su etiqueta de joven promesa, interpreta a un dependiente de una librería fan de las películas de kung-fu (¿les suena?), que por una casualidad acaba robando una fortuna en cocaína al mafioso más peligroso del lugar (Christopher Walken) y huyendo con una prostituta (Patricia Arquette, muy lejos aún de convertirse en la maruja echadora de cartas de Medium) de la que se ha enamorado para alejarla de su chulo (Gary Oldman). También salen Brad Pitt, Dennis Hopper, Val Kilmer... y todo es boom, boom, ka-boom, y frases chispeantes entre persecuciones y tiroteos. ¿Qué mas se puede pedir?
*Disponible en Prime Video
Por suerte Bruce Willis no era un actor del método, o las resacas que tenía que interpretar en los noventa habrían terminado con su carrera mucho antes que su afasia. En esta película su personaje se llama Joe Hallenbeck, pero podría haber sido John McClane sin ningún problema: un detective privado en horas bajas, con problemas maritales (y con su hija), de dinero y de alcohol. Todo cambia cuando un 'amigo' que lo quiere mal (es con quien su mujer le pone los cuernos) le pasa un caso que desembocará en boom, boom, ka-boom.
Para la ocasión, Willis forma tándem con Damon Wayans, que interpreta a un jugador de rugby con problemas de drogas y apuestas, en el meollo del caso. Al final, como pasa en estas películas, la trama (de amaños) llega hasta las altas instancias y todo termina en un gran ka-boom. Pero por el camino a Willis le da tiempo a soltar un carrusel de frases socarronas (inigualable ese "si me tocas, te mato" y lo que sucede después), repartir muchos mamporros, pegar muchos tiros y aparcar en una piscina. Ah, y reconciliarse con su mujer y su hija.
*Disponible en Movistar+
Poco se puede decir de esta película a estas alturas, sobre todo cuando precisamente este año se ha estrenado una tardía secuela protagonizada de nuevo por un Tom Cruise que (al menos en pantalla, habría que verlo de cerca) parece haber congelado su edad como el Lestat que interpretó años después en 'Entrevista con el vampiro'. En todo caso, merece la pena recordarla solo por el hecho de que fue la película que elevó a Tony Scott a los altares del cine 'palomitero' y lanzó definitivamente la carrera del señor Cruise.
Junto con el bueno de Tom como Pete 'Maverick' Mitchell, que es a la vez el mejor piloto que uno podría echarse en cara y el soldado más indisciplinado que recuerda su superior, todo ello regado con el encanto canalla que tan bien sabe transmitir con su sonrisa profident, destacan en esta cinta Val Kilmer como Iceman, Kelly McGillis como la instructora civil Charlie Blackwood, o Tom Skerrit como Viper. En la banda sonora brilla 'Take my breath away', de Berlin, que además de en esta cinta se puede escuchar con un poco de suerte en Kiss FM. Como curiosidad, Scott y Cruise repetirían la fórmula cuatro años más tarde en 'Días de trueno', esta vez con la F-1 como excusa para la 'cámara frenética', donde el actor conoció a la que sería su esposa Nicole Kidman.
*Disponible en Netflix
Se dice de esta cinta que es "la mejor película de Tony Scott con Denzel Washington". Y es que si en los ochenta y primeros noventa el fetiche del británico era Cruise, en los dosmiles se asoció más a menudo con Washington, que ya era un consolidado y reputado actor dramático, y viraba hacia el héroe de acción (lo que hoy se denomina el 'síndrome de Liam Neeson'). Toda la cinta, de hecho, gira en torno al personaje de Washington, un ex agente de la CIA que se convierte en guardaespaldas de una monada de niña, Dakota Fanning.
Se dice también que 'El fuego de la venganza' ('Man on fire'), que dura dos horas y media, es en realidad dos películas: la primera mitad, más intimista, donde vemos crecer la relación paternofilial entre Washington y Fanning; y la segunda, después de que los malos la secuestren, que, adivinen, es muy y mucho ka-boom. Salen también Radha Mitchell, Marc Anthony (que no canta, a Dios gracias) y un Christopher Walken que para entonces era otro habitual de la 'cámara frenética'. Lo mejor, el momento bajo el puente de la autopista con Washington introduciendo un explosivo en la zona noble de uno de los secuestradores. Imaginen cómo acaba.
*Disponible en Netflix y Prime Video
Una película sobre viajar en el tiempo y cambiar el pasado que es menos enrevesada de lo que pretende, y que de hecho ofrece una justificación bastante satisfactoria para la paradoja de las líneas temporales que 'Regreso al futuro' resolvió con un "lo hizo un mago" (citando a la Xena del episodio 'La casa-árbol del terror X' de 'Los Simpson', en 1999). Aunque empieza con un planteamiento sesudo y científicamente verosímil y acaba siendo circular, como corresponde a una historia de viajes temporales, la película no rehúye (faltaría más) los ka-boom.
Tenemos de nuevo a Denzel Washington, que aún empeñado en ser 'El último gran héroe' sigue siendo un gran actor y se convierte en lo mejor de la cinta, esta vez como el agente de la ATF Doug Carlin. A su alrededor, Paula Patton (también habitual del cine de acción de este siglo), Val Kilmer (¡vaya!), Jim Caviezel, Adam Goldberg o Elle Fanning. La historia empieza con un atentado terrorista y un mensaje en el contestador de Carlin y termina... con un atentado terrorista y un mensaje en el contestador de Carlin. Véase el título.
*Disponible en Disney+