BENIDORM, (EFE). La Audiencia Provincial de Alicante ha desestimado íntegramente los recursos presentados por los responsables del parque de animales Terra Natura de Benidorm y ha acordado continuar con el procedimiento contra tres de ellos por la muerte de una trabajadora en julio de 2016 tras ser atacada por un tigre.
Los investigados en esta causa son el director de Terra Natura, Alberto Gaforio, así como Enrique Sánchez, director técnico y responsable de animales, y María Gloria Ribera, veterinaria.
En un auto al que ha tenido acceso Efe, la Sección Primera de la Audiencia también ha acordado mantener el sobreseimiento de las actuaciones contra el técnico de prevención de riesgos laborales, Juan Alfonso Toscano, que ya había fijado el Juzgado de Instrucción número 4 de Benidorm el pasado 18 de abril.
En este caso se asegura que "no está probado que la evaluación de riesgos no fuera completa respecto a algún riesgo específico que se imputara al técnico" y se añade que "no se aprecia relación alguna" entre la actuación de éste y el fallecimiento de la trabajadora.
Los abogados de la defensa habían recurrido el auto del juzgado de Benidorm por entender que no estaba debidamente motivado.
En los fundamentos de derecho, la Audiencia coincide con la tesis de la jueza de Benidorm y señala que "existirían indicios racionales de la presunta comisión de los delitos de homicidio por imprudencia y delito contra los trabajadores por parte de los investigados", por lo que rechaza el argumento de la falta de motivación.
La Audiencia recuerda asimismo que el procedimiento se halla en su fase intermedia y que lo que se valora ahora son "los indicios" a disposición del juzgado para resolver si la causa debe continuar o ser sobreseída.
En ese sentido aclara que el juzgado todavía "no valora pruebas ni atiende al principio de presunción de inocencia".
El auto, por tanto, ratifica la resolución recurrida porque "existen indicios" de que la trabajadora fallecida, Ainhoa Pariente, "no estaba suficientemente formada e informada de los riesgos existentes en el área en la que se encontraba y no recibía los recordatorios necesarios que hubieran evitado el siniestro".
La Sala considera "acertado" el criterio de la titular del Juzgado de Instrucción que estimaba que tanto el empresario director del centro como el encargado de los animales y la veterinaria y coordinadora del personal cuidador "deben de proporcionar los medios adecuados al personal para realizar su actividad y la empleada fallecida no estaba suficientemente informada de los riesgos".
Añade el auto que no consta que se le explicasen los protocolos "de forma que los comprendiera y asumiera la zona de riesgo vital que estaba corriendo con el trabajo que realizaba, puesto que no puede asumirse que se introdujera en la misma por un descuido inevitable".
La trabajadora Ainhoa Pariente falleció el 2 de julio de 2016 mientras realizaba labores de limpieza en la jaula de los tigres. Al parecer una de las puertas que comunicaban los cobijos se encontraba abierta, lo que provocó que el animal atacase a la trabajadora.
Las diligencias policiales descartaron en un principio una imprudencia de la trabajadora con respecto al protocolo a seguir en la labor de limpieza porque "no se puede cumplir con lo que no se conoce".
En la investigación policial se precisaba igualmente que "no existe documento alguno de que a la trabajadora fallecida le haya sido notificado y comunicado el protocolo de seguridad en el manejo de animales realizado por la empresa", un protocolo que es de "obligado cumplimiento" para cualquier trabajador con la función que hacía la fallecida.
La empresa, a preguntas de Efe, ha indicado que no iba a realizar declaraciones al respecto.