ALICANTE (EFE/Antonio Martín).- Un dron ha permitido descubrir un yacimiento de gran valor, de unas pinturas rupestres del Neolítico (de hace 7.000 años) en varias cuevas de muy difícil acceso en Penáguila, en el interior de Alicante, dentro de un proyecto pionero en el que han participado tres arqueólogos vinculados a la Universidad de Alicante (UA).
Se trata de uno de los primeros descubrimientos de pinturas rupestres prehistóricas gracias al uso de uno de estos pequeños vehículos aéreos no tripulados en abrigos montañosos casi inaccesibles y que, de otra manera, solo podrían ser inspeccionados directamente tras varios días de preparación y con la apertura de complejas vías de escalada.
En este caso, se ha actuado en la zona del barranquet del Castellet-Barranc del Salt y Port de Penáguila, donde el dron ha fotografiado y grabado vídeos de las paredes de cavidades de 18 abrigos poco profundos y ha facilitado el hallazgo de pinturas en dos de ellos, cuyos primeros resultados acaban de ser publicados en una de las mejores revistas de arqueología de la península Ibérica, en el número XLII de "Lvcentvm".
Entre las nuevas cavidades descubiertas con el dron destaca la localizada en El Salt por la gran cantidad de figuras pintadas pertenecientes de estilo levantino con superposiciones, concretamente antropomorfas femeninas y de arqueros, así como ciervos y cabras, algunas heridas con flechas.
Además, hay otras representaciones de estilo esquemático más difíciles de interpretar pero igualmente importantes, pues su estudio detallado contribuirá a comprender cómo ha sido la evolución del arte rupestre de la zona.
"El resultado del uso del dron ha sido el descubrimiento de un nuevo yacimiento con pinturas rupestres prehistóricas de diferentes estilos, que creemos será muy relevante para la investigación”, ha explicado a EFE uno de los arqueólogos y piloto del dron, Molina Hernández, quien ha trabajado con Ximo Martorell Briz y Virginia Barciela González.
Los resultados se han conseguido en un corto espacio de tiempo en un área geográfica muy conocida por albergar numerosos conjuntos con arte prehistórico, como ya publicó en los años 80 del pasado siglo el catedrático emérito de Prehistoria de la UA Mauro Hernández, y Pere Ferrer y Enric Català, del Centre d’Estudis Contestans.
El descubrimiento ha sido notificado a la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, y su autenticidad y relevancia ha sido certificada al acceder a la cavidad gracias a la colaboración de los escaladores Alex Mora i Monllor y Natxo Gómez Ors.
En opinión de los arqueólogos, se trata de uno de los yacimientos más relevantes de arte rupestre neolítico documentado en la Comunitat Valenciana en las últimas décadas y puede ser "el inicio de muchos otros descubrimientos que se van a producir en los próximos años en abrigos que habían pasado inadvertidos por estar ubicados en zonas de muy difícil acceso".
Los científicos han apostado por crear un marco metodológico que permita incorporar el uso de drones a la prospección arqueológica para la localización de yacimientos de distintos periodos históricos que son de difícil acceso, y proponen aprovechar la experiencia de su proyecto para futuras búsquedas. .