VALÈNCIA (EP). Un equipo formado por profesionales de Pediatría del Hospital Universitario Francesc de Borja de Gandia y de la Universitat Politècnica de València (UPV) están desarrollando una prueba de diagnóstico rápido en saliva para la detección del citomegalovirus.
La investigación se realiza a través de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) y se lleva a cabo en el marco del programa 'UniSalut', financiada por el subprograma Polisabio de colaboración entre Fisabio y la UPV, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
La infección por citomegalovirus es la principal causante de morbimortalidad infantil de origen congénito que se detecta entre el 0,3 y el 2,4 por ciento de los recién nacidos. De los neonatos sintomáticos, el 4% fallece y el 90% tiene lesiones neurológicas, como la sordera neurosensorial que es la más frecuente.
Actualmente, la detección se realiza mediante PCR en muestras de orina, una prueba muy precisa que requiere de equipos costosos, laboratorios especializados y personal específico, por lo que no puede ser utilizada para realizar diagnósticos in situ.
Por ello, existe la necesidad de realizar una prueba de cribado universal "rápida, barata y de fácil empleo" para que pueda ser utilizada de forma masiva y avanzar en el diagnóstico temprano de esta infección.
La prueba permitiría detectar a pacientes infectados en menos de 15 minutos y con una alta sensibilidad, lo que supondrá "un enorme avance para que se pueda actuar de una manera mucho más eficaz", resaltan el jefe de Peditría del Hospital de Gandia, José Miguel Sequí, y la investigadora del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico de la UPV, Estel Climent Terol, ambos investigadores principales del proyecto 'CMVSens'.
Además, estos hallazgos podrían permitir también el diagnóstico del citomegalovirus en otras situaciones clínicas como en el caso de pacientes con quimioterapia u otra inmunodepresión.
El estudio se encuentra en fase de desarrollo y ha sido uno de los 12 proyectos de la Comunitat Valenciana que han conseguido financiación para acciones preparatorias en la convocatoria de ayudas competitivas del subprograma colaborativo Polisabio entre la UPV y Fisabio.