desde el palmerar / OPINIÓN

Democracias emergentes y democracias en recesión

7/08/2021 - 

La editorial Dykinson acaba de publicar un libro titulado Democracias emergentes y democracias en recesión, en el que se recogen las diversas ponencias que se presentaron en el Congreso Internacional celebrado en la Facultad Pluridisciplinar  de Nador (Marruecos) en el mes de abril del año 1919 y al que asistieron académicos y profesionales de diversos países y en los que se analizó el estado de la democracia en el mundo, los retrocesos que se dan en no pocos lugares, así como también los avances que en el ejercicio de los derechos democráticos se dan en otros, a veces pasos muy tímidos, pero que siempre alientan la esperanza. A través de las distintas ponencias se analizó la situación de estos retrocesos y que se manifiestan en la desafección que muchos ciudadanos sienten por la vida política y que en parte está provocada por el alejamiento de los políticos de los problemas concretos de los ciudadanos, un alejamiento en el que tiene mucho que ver con la imposición de un sistema de capitalismo salvaje que tiene sometida la política a sus intereses, lo que  impide que se puedan llevar a cabo autenticas políticas sociales y que conlleva la devaluación de las instituciones, pues cada vez más la ciudadanía percibe que quien realmente manda son esos poderes ocultos, lo que supone no saber quién manda. 

Se analizó el papel que en esta situación están jugando los populismos; el problema de las comunidades de inmigrantes que contribuyen al bienestar de la nación que les recibe y a la vez se hallan carentes de todo tipo de participación en la vida pública. No todo se quedó en la descripción de los males que nos aquejan, sino también se apuntaron algunas líneas de actuación que pueden ayudar a detener este socavamiento de la vida democrática y ayuden a su regeneración; entre estas propuestas se insistió en la  necesidad de nuevos modos de enfocar la gestión de las sociedades, la necesidad de replantear la selección de los candidatos a los cargos públicos y la influencia del marketing en la comunicación política, así como la necesidad de estudiar la influencia de las nuevas tecnologías en la administración y en la actividad política. Considero  de especial importancia en la tarea de la renovación política -y así lo expuse en mi ponencia- poner el acento en la vida local; este es el marco político más cercano al ciudadano, en el que puede sentir que con sus propuestas y su acción puede incidir en la vida política. A los habitantes del municipio se les denomina como vecinos, es decir como cercanos y es en este sentido de la vecindad donde podernos recuperar el verdadero sentido de la palabra política. 

El lenguaje del municipio es el de lo concreto, las actuaciones políticas municipales van encaminadas a la mejora de los barrios, de la calle… y ya sabemos que lo concreto une y el discurso abstracto tiende a separarnos. La dignificación de la vida política pasa por el acercamiento a las realidades y necesidades concretas de la gente, el alejamiento es el causante de ese desprestigio de la política. En la política española no estamos carentes de estos ejemplos, de los discursos que nada tienen que ver con las necesidades de los ciudadanos que nos dividen y de las actuaciones concretas que mantienen la convivencia. De otra parte, por muy global que sean los procesos que se dan en nuestro tiempo, siempre se concretan en la localidad y en la inmigración tenemos un claro ejemplo de ello. Es en el espacio de la ciudad, del pueblo en el que justamente el inmigrante puede pasar de ser un número abstracto a ser reconocido como un vecino, es decir, como el cercano. La integración en la comunidad política requiere de la participación política de estas comunidades. Abordar estos problemas desde la cercanía de la localidad nos puede abrir nuevos caminos para ayudar a solventar los grandes problemas de nuestro tiempo y nos demuestran, que estas cuestiones nos importan a todos y que todos tenemos algo que decir, algo que aportar. La política municipal se debe basar en el fomento de la cercanía, de la amistad civil, de la colaboración con los otros, no en el fomento del localismo.    

Desde hace varios años un grupo de profesores, mayoritariamente marroquíes y españoles, nos hemos venido reuniendo en ocasiones en España y la mayor parte de las veces en la ciudad de Nador, convocados por el profesor Hassan Arabí, que a través de sus escritos, tanto nos ayuda a conocer la realidad de nuestros vecinos marroquíes, como da a conocer la realidad española en Marruecos. El último encuentro presencial lo llevamos a cabo en esta ciudad marroquí en el año 2019 y de ese encuentro es del que he tratado en este texto. 

La pandemia nos cerró las puertas y el pasado año no pudimos llevar a cabo estas jornadas. Espero que estas actividades en un futuro próximo las podamos continuar, pues entiendo que es un modo de ayudar a extender a un lado y otro de nuestro mar, el sentido de la vecindad. Una actividad que tiene como activo el interés de quienes participamos sin prácticamente coste alguno para las administraciones, lo que indica que hace más el que quiere que el que puede. Mantener la relación en estos momentos me parece de vital importancia. Es curioso que la pandemia que nos afecta globalmente, nos está creando un mundo cada vez más pequeño, cuando justamente debiéramos tener la actitud abierta de cooperación en el interior de nuestros países y también en el exterior. Saldríamos ganando todos.

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