Del 'tirón' en la covid al concurso: Airnatech cierra la fábrica que abasteció de millones de mascarillas

26/11/2023 - 

CASTELLÓ. Como llegó la pandemia de coronavirus, se ha ido disipando progresivamente. Y con ella, muchas ideas de negocio que surgieron para dar respuesta a las nuevas necesidades durante la época que duró el confinamiento y los meses posteriores en los que se mantuvieron, especialmente en España, las restricciones para frenar los contagios. Es el ejemplo de Airnatech Antiviral, la firma castellonense que nació para abastecer el mercado de mascarillas y que, pasados tres años, y pese a sus intentos de reinventarse, ha anunciado su cierre.

Con la llegada de la pandemia, el frenazo en muchos sectores y la búsqueda desesperada de material de protección para los sanitarios y la población, volvió a la palestra la necesidad de reindustrialización y relocalización de la producción en sectores estratégicos como el sanitario. Y en ese contexto, la compañía castellonense fue una de las protagonistas y ejemplo de la nueva estrategia industrial del país para ganar en independencia respecto al exterior.

Fue en 2020 cuando seis inversores juntaron sus ahorros para fabricar desde Castelló un tipo de mascarillas que no existían en el mercado: una FFP2 con una eficacia bacteriana del 99,9% pero que mejoraba la respirabilidad en un 70% y ofrecía más comodidad. Así, la firma puso en marcha una de las principales factorías de mascarillas en España y también en Europa. Y con ello, se convirtió en líder continental en este segmento y llegó a producir 30 millones de unidades al mes, exportando a más de una quincena de países y aglutinando a cerca de 400 empleados en los picos más altos de actividad.

En 2021, la firma llegó a facturar 8,5 millones de euros, casi tres veces más que el año de la pandemia, y ganó 1,2 millones de euros. Sin embargo, la propia evolución a la baja de la pandemia, la vuelta a la normalidad, primero intermitente, y luego definitiva, y la eliminación final de la obligatoriedad de las mascarillas supuso un punto de inflexión para la firma, que tenía en las mascarillas su razón de ser. Fue aquí cuando Airnatech tuvo que buscar otras vías de negocio.


Intento de reinvención... insuficiente

De esta manera, y aprovechado sus conocimientos y sus redes de logística ya erigidas para la venta de mascarillas, la mercantil se lanzó a la fabricación de complementos vitamínicos. Así, los impulsores de la compañía la vendían ya no como una empresa de mascarillas, sino como una firma innovadora y tecnológica dentro del sector de la protección. Concretamente, el año pasado se centró en el desarrollo de hasta cinco complementos vitamínicos diferentes, además de otras líneas de tejidos innovadores, relacionados con la actividad deportiva y la salud.

La búsqueda de alternativas, sin embargo, no ha resultado suficiente para garantizar la continuidad de la firma, que entre otras cosas se ha visto ante la dificultad de volver a competir con productores extranjeros como los asiáticos, con costes mucho menores. En el último año, las ventas se centraban en otros países europeos ante el desplome de los pedidos en el mercado nacional.

Así, este año ha tenido que echar el cierre y solicitar un concurso voluntario de acreedores ante las dificultades para hacer frente a las deudas. El pasado 30 de octubre, el juzgado de lo mercantil número 1 de Castellón dio luz verde al concurso de acreedores y designó el administrador concursal que tutelará el proceso. Desde esa fecha, tiene dos meses para elaborar el informe sobre la situación de la empresa, para proceder más tarde, si procede, a la liquidación de la misma.

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