Del tornillo al agarrón: la RFEF multa al Hércules como reincidente

ALICANTE. El episodio del tornilló en el encuentro con el Intercity le costó al Hércules 301 euros y el del agarrón en el del Real Murcia le ha salido por 602. 

El Juez Único de Competiciones No Profesionales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) resolvía este miércoles sancionar a la entidad del Rico Pérez con una "multa por alteración del orden del encuentro de carácter leve, concurriendo reincidencia". 

Al Hércules se le aplica al artículo 117 del Código Disciplinario en el que se establece una "multa de hasta 602 euros" para "el club responsable" cuando "con ocasión de un partido se altere el orden, se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros, jugadores, técnicos o personas en general, se causen daños materiales o lesiones".

La reincidencia responde a que hace dos semanas ya se le multó al club por alteración del orden de un encuentro de carácter leve; entonces se le impuso el casitigo contemplado en ese precepto "en su rango medio" (de ahí que la multa fuera de 301 euros) y ahora ya no hay 'rebaja', son 602 euros.

De nuevo ha resultado determinante lo recogido en el acta por el árbitro, en este caso el palmesano Luis Bestard Servera, quien hizo constar que en el minuto 30 "el encuentro se detuvo para aplicar el protocolo de actuación por incidentes de público", especificando que este consistió en que "un aficionado identificado del Hércules tocó a jugador del Real Murcia cuando se disponía a realizar un saque de banda". "El partido no se reanudó hasta que se advirtió por megafonía y dicho incidente no volvió a producirse", añadió el trencilla.

El Hércules puede darse por satisfecho una vez más con la RFEF y su Juez Único de Competiciones No Profesionales, en este caso no solo porque vuelve a calificarse la conducta de alteración leve, especialmente porque por venta de entradas ingresó el sábado cien veces más que el importe de la multa que se le impone.

Tanto el incidente del tornillo como este agarrón no han pasado aún por la mesa de Antiviolencia, cuya comisión permanente se reunió la semana pasada por última vez.