ALICANTE (EFE). El técnico Carmelo del Pozo, quien ha anunciado que dejará la dirección deportiva del Hércules el próximo 30 de junio, es el tercer máximo responsable deportivo que deja el club sin alcanzar los objetivos marcados desde la caída del equipo del fútbol profesional hace ocho años.
El segoviano llegó a la entidad en el verano de 2020 con el objetivo de lograr el ascenso a Segunda, pero en su primer año el equipo no solo no se acercó a este objetivo, sino que además cayó a Segunda RFEF, la categoría más alejada de la élite en la que ha competido en su historia.
Esta temporada, el equipo partía con la obligación de ascender, pero tras una buena primera vuelta se desplomó en la segunda, quedando lejos del ascenso directo y entrando con apuros en la fase de ascenso, de la que fue apeado en la primera ronda a pesar de ser uno de los anfitriones.
La salida de Carmelo del Pozo se suma a las de Daniel Barroso y Javier Portillo, así como la de la comisión deportiva formada por Paquito Escudero y Paco Martínez, quienes solo estuvieron unos meses en la entidad.
Barroso se hizo cargo del área deportiva tras el descenso a Segunda B, en el verano de 2014, y con el menor presupuesto de los últimos años logró clasificar al Hércules para dos fases de ascenso en las tres temporadas en las que permaneció en el puesto.
Posteriormente, Portillo se hizo cargo del proyecto con suerte desigual, ya que tras un primer año decepcionante el equipo rozó el ascenso en el segundo, en el que cayó en la final por el ascenso. En el tercero, el madrileño dimitió a mitad de curso, con el equipo en descenso.
El exjugador fue relevado por Escudero y Martínez, quienes apenas estuvieron en el club tres meses, ya que la pandemia interrumpió la competición.
La llegada de Carmelo, que exigió al máximo accionista, Enrique Ortiz, varias condiciones, como contar con su equipo de ayudantes, un campo de entrenamiento o independencia total en su parcela, fue bien recibida inicialmente por el entorno, pero los resultados no han sido los esperados.
Uno de los puntos que han pasado factura al director deportivo ha sido la elección del entrenador, ya en su primer curso no logró que ninguno de los tres que pasaron por el banquillo corrigiera la deriva del equipo y esta temporada su apuesta por el novel Sergio Mora tampoco ha dado resultados.