análisis Ap - semanas de conflictos entre los dos socios mayoritarios del botànic

Decálogo del enfrentamiento PSPV-Compromís: la lucha por cada centímetro en las urnas

7/12/2022 - 

VALÈNCIA. Semanas atrás, este diario describía la posiciones de las dos principales fuerzas del Botànic, PSPV y Compromís, de cara a la precampaña en la que ya han comenzado a sumergirse las distintas fuerzas políticas en la Comunitat Valenciana.

Si no hay sorpresa en forma de adelanto, los comicios autonómicos se celebrarán el próximo 28 de mayo en compañía de las elecciones municipales, con lo que quedan menos de seis meses para la visita a las urnas y, por tanto, es el momento de desplegar tanto la hoja de méritos propia como las tácticas de desgaste hacia los rivales, especialmente a los que ocupan un espacio ideológico similar.

El análisis de las dos fuerzas principales del Botànic, PSPV y Compromís, no arroja demasiados subterfugios: los socialistas, con Ximo Puig al frente, parecen decididos a ensanchar sus posibilidades por el centro político, especialmente a costa de indecisos y votantes de Ciudadanos. Mientras, desde la coalición valencianistas se mira con interés el espectro electoral de Unides Podem, una marca que atraviesa ciertos problemas y cuya permanencia en Les Corts, para muchos, resultará la clave para la repetición del Botànic. 


Así pues, todo está claro: PSPV trata de captar voto de centro; Compromís voto de la franja izquierda. Puig vende moderación a una parte del electorado y la coalición valencianista emerge como defensora de las esencias progresistas frente a un presidente que escucha con demasiada frecuencia los cantos del liberalismo. De esta manera, ambas fuerzas pueden ensanchar espacio y quizá llegar a repetir el Botànic incluso, algunos así lo creen, sin que Unides Podem superara la barrera del 5%.

Ahora bien, y dado que estas estrategias no están habladas -aunque todos sepan lo que están haciendo los socios y rivales-, estos rifirrafes de precampaña en ocasiones llevan a enfrentamientos quizá más duros o prolongados de lo deseado: estas afectan a la propia gestión en la recta final de la legislatura y las relaciones de convivencia entre los socios, y causan así cierta imagen de gobierno de jaula de grillos o, al menos, de constantes discrepancias, algo de los que se han vivido muchos ejemplos en apenas unos días.

Tasa turística, un acuerdo con mucho ruido

Tras casi cinco años desde que se iniciara el debate, días atrás se aprobó por el empeño de Compromís y Unides Podem, aunque su puesta en marcha dependerá de los ayuntamientos y se producirá en 2024. El PSPV 'vende' su capacidad de cesión en favor del Botànic tras descafeinar la medida todo lo posible. Aún así, todavía genera tensiones entre los socios cuando se producen declaraciones: es, posiblemente, el debate más artificial de toda la legislatura pese a la cantidad de problemas que ha generado.

Impuesto de sucesiones, el PSPV lo aprueba con la oposición

Un ejemplo claro del movimiento al centro de Puig. Sin previo aviso y por sorpresa, el presidente se lanzó a esta bonificación para las empresas familiares, algo que chocaba directamente con sus socios. Finalmente, el PSPV recibió el voto favorable de PP, Ciudadanos y Vox, con el consiguiente enfado de Compromís y Unides Podem y la obvia imagen de discrepancia en el Botànic por la maniobra unilateral del presidente.

Agencia de la Energía y despliegue de renovables

En lo primero se llegó a un acuerdo la pasada semana, pero la parte más compleja de fondo es las vías para desatascar o incrementar la producción de energía fotovoltaica. El último cese en la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente no ha hecho sino caldear más la atmósfera y evidenciar que en Compromís está ganando el pulso la tesis que se aleja más de las intenciones de la parte socialista del Consell. El conflicto amenaza con crecer y prolongarse.

Ley de Cambio Climático, pacto con sudor

También se produjo un choque respecto a la implantación de gravámenes de carácter autonómico sobre pequeñas y medianas empresas, con especial afectación sobre el sector azulejero que incluía esta ley. No sin apuros, el PSPV -que se había planteado recurrir al apoyo de la oposición- consiguió bloquear en cierto modo el 'impuesto verde' planteado por sus socios, al proponer que las empresas que inviertan en ser más "limpias", puedan deducirse el pago de este gravamen. 

Puig y su interlocución exprés con la Iglesia

No sólo en economía se observan discrepancias. La maniobra de Puig de aprobar unilateralmente un decreto para una comisión mixta que mejore el diálogo con la Iglesia, también ha pasado por encima de la opinión de sus socios. Esta misma semana se produjo la primera reunión de esta comisión, en lo que muchos interpretan como otro guiño al votante conservador sin tener en cuenta la opinión del resto del Botànic.   

València, incendios casi a diario

También afecta a estas relaciones el incremento de tensión en València ciudad en los últimos días. La vicealcaldesa y portavoz socialista, Sandra Gómez, criticaba días atrás la tardanza por parte de la concejal Lucía Beamud, en aprobar el plan integral de prevención y atención a mujeres prostituidas. Además, también lamentó públicamente que la vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, no se reuniera con ella para abordar cuestiones relacionadas con los centros de personas mayores. El alcalde de València, Joan Ribó, respondió a Gómez, como ya ha hecho en otras ocasiones, enmarcando esas protestas en "la cercanía de las elecciones".

Pero no es el único roce en estos días. El Puerto de València y su ampliación han vuelto a la actualidad y, de nuevo, han suscitado nuevas discrepancias en público entre la líder socialista y el alcalde de la ciudad. Mientras Ribó mantuvo su voto negativo al proyecto en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria por la falta de una nueva DIA, Gómez acusó al primer edil por, según ella, salirse del acuerdo del gobierno municipal. "No es lo que se acordó en el Ayuntamiento", dijo la vicealcaldesa, según la cual aquel pacto hablaba del "riguroso cumplimiento de la normativa ambiental" y de tener en cuenta si se declaraba que "era absolutamente válida la DIA", por lo que pidió "un voto de confianza".

Y por poner otro ejemplo, la antigua base del Alinghi, sito en La Marina de València. Compromís adjudicó en verano el espacio sin concurso al servicio autonómico de empleo, Labora, para implantar allí un centro de formación e innovación. Algo que los socialistas rechazaron al considerar que el enclave debería alquilarse a empresas de renombre que se habían interesado, como HP. Un recurso del PP acabó tumbando la adjudicación por no justificar suficiente la falta de concurrencia en el proceso. Sin embargo, el alcalde trabaja en un convenio con Labora para hacer efectiva la cesión de la base.

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