ALICANTE (EFE). El Hércules ha cerrado la primera vuelta de la Liga de menos a más tras experimentar una mejoría con el cambio de entrenador que, sin embargo, no ha sido suficiente para consolidarse en la zona de promoción, en parte por las numerosas lesiones que ha sufrido en su plantilla.
Solo siete jugadores del primer equipo, incluidos los sub,23, han estado libres de lesiones durante esta primera fase del torneo, en el que el Hércules ha perdido durante varias jornadas o meses a algunos de sus futbolistas más determinantes, como Moha, Juli, Peña y Miñano, entre otros.
Pese al buen sabor final de la victoria en la última jornada de la primera vuelta en Llagostera, el equipo alicantino ha tenido un rendimiento irregular, lejano a las expectativas creadas al principio del campeonato.
La sustitución en el banquillo de Gustavo Siviero por Claudio Barragán provocó un efecto positivo a corto plazo y dio al Hércules mayor solidez defensiva, aunque el equipo no ha encontrado el equilibrio ofensivo necesario.
Los errores defensivos, en la primera fase de la competición, la ausencia de jugadores importantes y la falta de gol han minado las opciones del Hércules, que en diecinueve jornadas del campeonato solo ha sido capaz de estar una entre los cuatro primeros.
La dirección deportiva del Hércules presumió en la pretemporada de haber diseñado la plantilla más completa y equilibrada desde el regreso del equipo a Segunda B.
El argentino Siviero tomó el mando del equipo, que firmó una pretemporada ilusionante, pero que decepcionó en sus primeros compromisos de Liga ante Olot y Alcoyano, ante los que no pudo pasar del empate (1-1).
La imagen fuera de casa no fue la mejor en los siguientes partidos ante Cornellà y Ebro (1-0 y 1-0), ni en el Rico Pérez, donde el equipo logró victorias sin brillo ante Sabadell (2-0) o Aragón (3-1), además de un triste empate ante Badalona (1-1).
Con el equipo cerca de la zona media baja de la tabla y sin un juego que invitara al optimismo, el consejo atendió a las críticas de la afición y decidió destituir a Siviero en la novena jornada tras un triunfo agónico ante el Peralada (3-2).
Claudio Barragán, un entrenador que forma parte de la historia del eterno rival, el Elche, fue el elegido para reflotar al equipo, que era octavo a cuatro puntos de la zona de promoción.
Con el valenciano, el Hércules mejoró su solidez defensiva, ganó competitividad y encontró la fortuna, ya que varias victorias llegaron con tantos en los últimos minutos del descuento, como ante el Peña Deportiva (1-0) o Atlético Baleares (2-1).
Con Claudio el Hércules logró empatar en Mallorca (1-1) ante el líder intratable de la competición y sumar la primera victoria a domicilio del curso y en inferioridad numérica ante el Mestalla (1-2), lo que le situó cuarto en la tabla.
El equipo, con un juego efectivo aunque poco vistoso, parecía lanzado, pero dejó escapar la opción de ser segundo tras caer ante el Atlético Saguntino (1-2) en lo que fue la primera derrota de Claudio.
Este encuentro inició una nueva racha gris que coincidió con una nueva plaga de lesiones con tres partidos sin ganar ante Lleida, Onyinyent y Elche hasta que en la última jornada quebró su mala dinámica en Llagostera (0-1) pese a las ocho bajas con las que afrontó el encuentro.
La mejoría defensiva y la posibilidad de reforzar la plantilla, sobre todo en ataque, y de recuperar a los lesionados hace pensar que el Hércules puede dar un salto de calidad en la segunda parte de la competición para alcanzar el objetivo.