DE LA VÍA PA'ARRIBA  / OPINIÓN

De fiesta y con calentamiento global

18/08/2022 - 

En septiembre de 2019 una DANA provocó lluvias torrenciales que arrasaron con varios municipios de la Vega Baja y parte del Baix Vinalopó. Hubo muertos y muchísimo desastre personal y económico para la gente que perdió casas y negocios. Es el sur de la provincia de Alicante, el sur de la Comunitat Valenciana.

Entre mascletà y desfile festero he estado leyendo de reojo estos días el chat de los compañeros periodistas que trabajan en la zona que se está quemando. Leía de puntillas, con miedo y tristeza por lo que está ocurriendo y un poco avergonzada porque a solo unos kilómetros estuviéramos de fiesta.

Ya pasado lo nuestro y fuera de la zona de incendios, veo horrorizada a la gente salir de sus casas y a los bomberos arriesgarse para intentar apagar las llamas. Mientras por aquí bajo y pensando en lo que nos toca después se piden algunas actuaciones urgentes para prevenir destrozos cuando vuelva la lluvia que arrasa con todo en septiembre. Limpieza de cauces, por ejemplo. Estamos a merced de las inclemencias meteorológicas. O no.

El clima está cambiando y eso es irrefutable por los datos objetivos y la ciencia. Pero no hace falta ningún informe sesudo para percibirlo nosotros mismos. Acuérdense de que en verano por la noche íbamos al cine de Playa Lisa con rebequita.

Permítanme esta frivolidad para hacerles reflexionar sobre ello. Siempre recuerdo algún día de verano con subidón de hasta casi los 40 grados, pero lo de estos últimos años es otra cosa.

Se pasa mucho calor y esas quejas que los agraciados con aire acondicionado y posibilidad de escondernos expresamos como críos con una rabieta, se convierten en un problema de salud pública para muchas otras personas.

Podemos morir de calor, esto no es broma. Por eso pido que los que deben mirar un poco mas allá de lo inmediato empiecen a prepararnos, primero efectivamente para la emergencia que supondría un septiembre de nuevo con DANA, segundo para adaptar nuestra forma de vida a estos veranos asfixiantes y tercero para poner en marcha todos los remedios a nuestro alcance para frenar el calentamiento del planeta.

Murió a primeros de verano un trabajador del servicio de limpieza de Madrid por un golpe de calor y se establecieron medidas para el personal de limpieza que debe trabajar al sol con altas temperaturas. He visto estos días en las fiestas de Elche a policías, protección civil, bomberos, pero también camareros, personal de montaje, de sonido, fontaneros, cocineros, riders e incluso periodistas y políticos sudando y a punto de una lipotimia. No estaban ahí para disfrutar de las fiestas, es trabajo y nadie se apiadaba de sus condiciones.

Hemos aguantado el tirón; el Misteri d'Elx más caluroso se ha solventado sin incidentes graves. Hay una foto del tenor José Manuel Guinot el 14 de agosto en el papel de San Juan que me impactó. En él puede sentir el orgullo de lo que supone cantar ahí a todos los calores y sudores posibles. Me consta que no se quejó y probablemente ni notaba el calor hasta que se vio en la foto, pero pido que empecemos a pensar si hacemos algunos cambios. Por ejemplo cerrar las puertas y ventanas de la basílica a pesar de ser 14 y 15 de agosto y utilizar así este tipo de construcciones que permiten mantener dentro mejor ambiente gracias a los gruesos muros. ¡Madre mía qué he dicho!

Lo del Misteri lo cuento como anécdota, pero no se puede organizar eventos a las 12 del mediodía con sensación térmica de 48 grados a pleno sol con un 80 % de humedad para divertirse. Estos casos puntuales y anecdóticos en un contexto de incendios y accidentes como el del vendaval de Cullera no son ninguna broma. Algo está pasando y no podemos hacer como que no va con nosotros y seguir “chim pa chim pa” detrás de la charanga con el nugolet en la mano.

Vivimos todos en el mismo planeta y creemos que todo está bajo control, pero no es así. El meteorito o lo que sea acabará con todo el día que toque, pero mientras podríamos aprovechar esa inteligencia y capacidad de organizarnos y hacer trabajo colaborativo que nos ha distinguido de otras especies para algo más, ¿no les parece?

P.D. No puedo resistirme a escribir por aquí sin tener un recuerdo para Sergio Rodríguez. Estos artículos, que siempre me comentaba en privado, y la vida política ilicitana han perdido con su ausencia un aliño que echaré mucho de menos. Un abrazo muy emocionado para su familia y amigos. Ai trista vida corporal!

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