ALICANTE. De Alicante a Nueva York. Así fue. Que una naviera de EEUU conectara por mar la ciudad de los rascacielos con la capital de la Costa Blanca fue un acontecimiento en la ciudad. Ocurrió en pleno auge del turismo español en aquellos años sesenta. Esta línea regular de pasajeros se inauguró el domingo 5 de febrero de 1967 con el trasatlántico de lujo estadounidense llamado Constitution.
Este buque zarpó del puerto de Alicante con 723 pasajeros a bordo, acompañado por mar con algunas embarcaciones de motor y de vela, y en tierra por diversas autoridades y la banda municipal de música. En un ambiente festivo, el acontecimiento lo merecía. ¿Se imagina la banda de música tocando Paquito El Chocolatero o el himno de Alicante y los pasajeros en la borda del barco bailando y diciendo adiós con las manos y pañuelos? Partieron más contentos que unas pascuas, no lo dude, y con un buen recuerdo.
Esta línea regular marítima coincidió con la entrada en funcionamiento del aeropuerto nacional e internacional de Alicante, en concreto el 4 de mayo de 1967, aunque se inauguró el 21 de mayo. En ese año estaba como Alcalde (y posteriormente Procurador en Cortes) el abogado y comerciante José Abad Gosálvez. Muy activo, presidió diversas instituciones de la ciudad como la Cruz Roja o el Hércules Club de Fútbol.
En Madrid, el Ministro de Información y Turismo era Manuel Fraga Iribarne. Ciclón Fraga, como le llama la periodista Pilar Cernuda en la biografía que de este político publicó en 1997, promovió el desarrollo de la industria turística en aquella España franquista, con cierto aperturismo social y cultural, ¡promoviendo y divulgando el eslogan Spain is different! (España es diferente).
Los ingresos por el turismo se convirtieron en una de las principales fuentes de ingresos de la economía nacional. Ya ve que el puerto de Alicante seguía siendo protagonista en la ciudad, también con embarque de pasajeros. Transmediterránea hacia lo suyo en travesía Alicante-Mallorca con el buque Burgos.
Tenían visión y apuesta por el futuro turístico de la capital alicantina. Como ahora lo confirma MCS Cruceros al elegir a Alicante como puerto de embarque con 12 escalas durante el verano de 2022, con una previsión de 40.000 embarques durante el periodo estival en uno de los buques más lujosos de su flota: el MCS Orquesta. Quizá sea el momento de consolidar este turismo que aporta tanto a la ciudad y a la provincia siendo esta una de las líderes del turismo nacional e internacional. No deja de ser una oportunidad para desarrollar iniciativas en este sentido, sumando fuerzas y olvidándose de rivalidades políticas para remar todos en la misma dirección. Pero permita que vuelva con el Constitution, su glamour y su historia. Fue un buque de leyenda. Muchas cosas sumaron para serlo. Ya verá.
Era propiedad de la naviera estadounidense American Export Lines, puesto en servicio en 1951. Con una eslora de 208,01 metros, una manga de 27,18 m, tenía un tonelaje de 23.754 t y podía alcanzar los 23 nudos de velocidad. Con su gemelo Independence, realizaban las rutas de cruceros Sunlance por las costas de Europa. Desde Nueva York visitaba puertos como los de Tenerife, Lisboa, Algeciras, Alicante, Barcelona, Génova, Nápoles, Cannes, y Palermo. Albergó pasajeros destacados, entre ellos el Presidente Harry Truman, Walt Disney, el Rey Saud o Alfred Hitchcock.
Fue escenario del mundo del celuloide, a bordo de este transatlántico se rodaron episodios de la comedia I love Lucy (1951-1957), protagonizada por Lucille Ball y Desiderio Arnaz; escenas de Un asunto para recordar (1957), protagonizada por Cary Grant y Deborah Kerr; o de la serie de televisión Ciudad dormida (1963) y, de la serie Magnum, el episodio titulado Todos los ladrones en cubierta (1986). Uno de sus pasajeros con más glamour fue la actriz Grace Kelly que navegó en este buque desde Nueva York hasta Mónaco para casarse con el Príncipe Raniero (1957). El Constitution quedó fondeado en su bahía.
El yate del Príncipe Rainero fue a su encuentro para subir a bordo a la artista y llevarla a puerto. Bajaron juntos por la pasarela del yate inmortalizando así una de las imágenes en suelo monegasco de este noviazgo palaciego. Una de las películas más taquilleras en la que un trasatlántico es protagonista es Titanic, dirigida y escrita por James Cameron en 1997 e interpretada como artistas principales por Leonardo Di Carprio y Kate Winslet. Relata diversas peripecias a bordo del trasatlántico de lujo RMS Titanic en su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York en abril de 1912.
A través de algunos de sus sucesos, cada uno con sus pasiones, sus amores o sus intrigas (todas especiales por desarrollarse a bordo de una ciudad flotante que recorre los mares) podemos imaginar mejor la vida a bordo de aquellos años. Y sus historias, que cada año que pasa hay nuevas versiones del motivo del hundimiento del Titanic, además de la del choque lateral con un iceberg.
Reconozco que tengo pendiente con mi mujer navegar en uno de esos grandes trasatlánticos, recorrer largas travesías allende los mares y disfrutar en cubierta - relajados – mirando hacia el horizonte. Por supuesto, saliendo del puerto de Alicante. ¿Se anima, que le parece el plan? Recuerdo con agrado aquella travesía en el buque de la línea Alicante a Palma de Mallorca, ya desaparecida. Ese día salió el buque del puerto de Alicante durante uno de esos preciosos atardeceres que visten de rojo el cielo mientras el día se va apagando poco a poco. Formaba parte de un viaje organizado por el colegio Jesuitas de Alicante en uno de los últimos cursos de aquella EGB que ahora se llama ESO, aunque no sea exactamente lo mismo. Corre el tiempo, pero lo importante es que pase y podamos contarlo.
Escribiendo estas líneas me nacen unas enormes ganas de viajar. A ver si nos deja tranquilos ese bichito invisible y dañino que anda suelto por el mundo y podemos emprender nuevos viajes en compañía de buenos amigos, para volver a casa con la maleta llena de nuevas experiencias y recuerdos inolvidables. Que así sea.