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el 80% del daño solar en la piel se produce antes de los 18 años

El daño solar en la infancia, determinante en problemas cutáneos y cáncer de piel en la adultez

4/07/2023 - 

ALICANTE. El daño solar en la infancia es un factor determinante en problemas cutáneos y en cáncer de piel en la edad adulta. Existen estudios que alertan de que aproximadamente el 80% del daño causado por el sol ocurre antes de los 18 años, lo que significa que el fotodaño causado por las radiaciones solares es acumulativo. Una exposición excesiva al sol puede tener efectos perjudiciales a largo plazo y, si se hace durante la infancia, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta, por lo que resulta fundamental proteger la piel de los niños y niñas desde la infancia.

La exposición prolongada durante la infancia no solo puede ser un factor cancerígeno, sino que también puede contribuir a desarrollar problemas cutáneos crónicos, como la queratosis actínica (lesiones escamosas precancerosas) o la dermatitis actínica (daño inflamatorio crónico en la piel expuesta al sol). En este artículo, la Doctora Laura Andújar, reconocida pediatra del IMED Elche, aconseja cómo proteger de manera adecuada a los niños del sol y cuál es la crema solar adecuada para ellos.

Cómo proteger a los niños del sol

Es muy importante proteger a los bebés y a los niños y niñas de todas las edades -en especial, a los de corta edad-. Los menores de 3 años son más sensibles a los efectos nocivos de las radiaciones solares. Por ello, se recomienda que no deben exponerse al sol directamente los bebés menores de 6 meses y debería limitarse en menores de 3 años.

Existen cinco factores importantes para proteger correctamente a los niños del sol. El primero de ellos es limitar la exposición solar, evitando que los niños se expongan directamente al sol durante las horas de mayor intensidad (entre las 11-12 horas y las 16-17 horas), buscando sombras y realizando actividades al aire libre en momentos del día menos dañinos. En segundo lugar, vestir a los niños con ropa adecuada, colores claros, ligera, traspirable, si es posible con protección solar y que cubra la mayor parte del cuerpo posible (camisetas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha), lo que ayudará a bloquear la radiación solar directa.

En tercer lugar, es necesario proteger los ojos de los niños con gafas de sol homologadas con filtros UV (categoría 3 o 4 y con el símbolo CE que indica que se ajustan a la normativa europea), lo que ayudará a prevenir problemas oculares derivados de la exposición a la radiación solar. En cuarto lugar es muy importante la hidratación, ofreciendo con frecuencia a los niños líquidos (pecho/lactancia artificial en lactantes), sin esperar a que ellos lo pidan. Las comidas deben ser ligeras, como fruta y verduras frescas que ayuden a reponer las sales perdidas por el calor.

Por último, la Dra. Laura Andújar alerta de que no vale cualquier crema solar, sino que también es muy importante elegir la adecuada para proteger la piel de los niños en función de su edad y características de su piel.

¿Cómo elegir la cremar solar adecuada para los niños?

La Doctora Laura Andújar aconseja que para elegir una crema solar que se adapte a la piel de los niños resulta fundamental un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior para asegurar una protección efectiva contra los rayos UVB, responsables de las quemaduras solares. También se debe asegurar que la crema solar ofrece un amplio espectro de protección, protección tanto contra los rayos UVB como UVA -estos últimos, los responsables del envejecimiento prematuro de la piel y asociados al cáncer de piel-.

La resistencia al agua también es un factor fundamental, especialmente si los niños van a estar en contacto con el agua o sudarán mucho, aunque se debe tener en cuenta que incluso las cremas solares resistentes se deben volver a aplicar pasado un tiempo. Por último, es importante la textura adaptada a la piel sensible de los niños y que su piel la pueda tolerar correctamente, por lo que se debe optar por productos específicamente formulados para ellos, como cremas solares para bebés.

Por último, es muy importante a la hora de elegir el fotoprotector solar fijarnos en el tipo de filtro solar, que puede ser:

  • Filtros físicos (minerales/inorgánicos): actúan reflejando la luz, no se absorben y, por lo tanto, tienen más garantías de seguridad, ya que hay menos probabilidad de reacciones de hipersensibilidad. No son tóxicos, irritantes ni sensibilizantes. Actúan desde el minuto uno de su aplicación y tienen una textura más densa. Son los filtros que se deberían usar en niños entre los 6 meses y 3 años, niños con dermatitis atópica o pieles sensibles. Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol y no es recomendable aplicarles fotoprotector, utilizando las medidas de protección física que se han explicado anteriormente (sombra, ropa, gorro, etc.).
  • Filtros químicos (orgánicos): penetran en la piel y absorben la radiación ultravioleta transformándola en radiaciones "inofensivas". En niños predispuestos puede dar lugar a irritaciones o alergias cutáneas. Actúan a los 20 minutos de su aplicación y generalmente son cremas solares más estéticas, más ligeras y fáciles de extender. Son los de elección en niños mayores de 3 años y sin problemas dermatológicos. 
  • Por último, los filtros mixtos, que serían una combinación de los dos anteriores.

Se debe tener en cuenta que la crema fotoprotectora se aplicará idealmente todos los días del año y principalmente ahora, en verano, y siempre que se realicen actividades al aire libre, también en días nublados. La crema se extenderá por todas las áreas corporales expuestas sin olvidar cara (orejas, labios), escote, hombros, cuello, manos y pies. Se debe aplicar una cantidad generosa sobre la piel seca, 20-30 minutos antes de la exposición solar y repetiremos cada dos horas y/o tras el baño o sudoración o secarse/frotarse con la toalla. Por último, no se usarán cremas de sol más repelente asociado, sino que siempre se deben utilizar por separado, aplicando primero el protector solar y, si fuera necesario, el repelente después de 30 minutos.

Con todos estos datos, es fundamental implementar medidas de protección solar en niños y niñas con el objetivo de reducir los riesgos derivados del daño solar a largo plazo y promover una piel saludable en la edad adulta. Por ello se vuelve importante seguir las recomendaciones dadas en este artículo por la Dra. Laura Andújar, de IMED Elche.

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