Mazonista. Un servidor ya se ha hecho fan total divino de la muerte pata negra de Carlos Mazón per sæca sæcolorum. Eso sí, mientras que no me toque a Ximo Puig o algo así porque con esto de la fatiga pandémica uno se pone de los nervios por cualquier mosca que pasaba por allí. No es que me caiga mal ni muchísimo menos José Vicente Anaya ni la triunfante cayetana María José Catalá ni el mismísimo pare y màrtir Francesc Camps -que se ve a sí mismo como la reencarnación dry, celestial y súper serenísima y de Rita Barberá- porque para eso es uno de mis personajes preferidos antes durante y después de los trajes y por ahí seguido hasta su actual pre-beatificación. Amén.
Ni que uno sea seguidor de Eduardo Zaplana -pobret meu- que, a pesar de su enfermedad, todos los días sale en los papeles por ir al gym, 9 millones recuperados, billetes de 500 fotocopiados, tiburones, delfines y testaferros turbios o negros directamente y cosas así. No. La verdad es que me acabo de convertir al mazonismo -aparte de para ver, como medio Cs, si me cae algo- porque anuncia que renuncia a las pompas y a satanás de la época eduardiana -tranquilidad, guapas, no rodarán cabezas de su núcleo duro, esto no es un culebrón turco- y principalmente porque el otro galán popular con posibles publicitarios y tal y pascual que nos queda a los alicantinos es Luis Barcala. Socorro. A mí la legión. Sonia Castedo cabalga veloz y saluda a José Joaquín Ripoll. Díaz Alperi de rositas nos sonríe en la cubierta de su yate imperial. Hay muchas formas de hacer la revolución. Y la reconquista. La vida sigue igual.
Y para más inri, va y el guapo, Pedro Sánchez va y me anuncia vía sonda espacial Iván Redondo que piensa hacer aguas después de los indultos para hacer un gabinete más político. Y que le va a dar otra vuelta más al PSOE post Susanista. Pablo Casado, arrastrado por la épica terraplanista de la foto de Colón, me tira a las fieras a los periodistas preguntones a lo Santiago Abascal. Nenas, en caso de dudas, el camino de la derecha. ‘Thelma&Louise’.
A por ellos. Ahora o nunca: ruido, abucheos, rebeldía. Uno se zampa la arenosa prensa derechista y no sabe si está viviendo el Apocalipsis o en el 18 de julio del 36. Chavales, si los rojos pasan el verano, con la vacunación al 70 y la pasta europea, estamos perdidos. Sobre esto pillé ensimismado meditando a cuarta y mitad Botànic -ni confirmamos ni afirmamos que existan ovnis ni empresas sanitarias, perdonen por los continuos atascos- cuando caí de que ya no recordaba de lo enamorado que estaba de la peineta incorrupta, indultada e inexpedientable de Dolores De Cospedal. Mónica Oltra, 51, montura roja, blusa taronja, se vacunó en su pueblo. Dicen que Gabriela Bravo tiene la piel finísima.
Basuraleza. No a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua. El amor en Cristo. Tamara Falcó -que no es Margaret Qualley- declara “estoy muy contenta de ser de derechas”. Yo tampoco, querida. La pandemia desata en Dénia la devolución de la Santíssima Sang. Los guardias civiles se manifiestan. Hortensia Herrero trae a València los paseantes de Julian Opie. Madrid capital mundial de todo. Rosalía hace una paella con costillas de cerdo. Buenas noticias en Israel: Bibi se va. Enrique Ponce y Ana Soria discuten. Normal. No van a estar todo el día dándole.
Paseando por Luceros casualmente, a las 12:30 horas me tropiezo con el eje progresista alicantino. Xavier López, el mejor de Podemos, Natxo Bellido con más agenda que Joe Biden en Tulsa y el líder de los socialistas Paco Sanguino vestidos como príncipes platicando ante la expectación del personal espiante no ya del ‘Meta Verso’ sino sobre el ‘Omniverso’ virtual creado por la empresa ‘Nvidia’ que reproduce las leyes de la física del mundo real para proyectar fábricas, coches, edificios y lo que usted quiera. Sí, incluso institutos que se caen en la zona norte. A sus pies. Mare de Déu del Remei…¡¡¡¡
Conclusión: cuatro cervezas más y el trío calavera me decide que necesitamos un País Valencià y una Alacant Distrito Digital de trinqui. Sanguino se pone a recitar la ‘Odisea’ y veo acercarse a tota virolla a Gerard Fullana amb la seua aixà, a Pepe Asensi que no saluda y el futuro perfecto de indicativo popular Andrés Ballester. Huyo al más allá. La trinchera de Alicante Plaza.
Ayer, qué pena, ni la Princesa Leonor ni la infanta Sofía pudieron plantarse un pino ellas solas. Por miedo a la tormenta. Eso sí. se perfiló el acuerdo histórico G-7 de la tasa digital y del impuesto del 15 % mínimo global sobre las sociedades. Cooperación frente a competición. Aranceles fuera. Capitalismo post Trump. Al pintor de cámara de la derechona neopop valenciana y olé Antonio De Felipe le pintaba la cosa su discípula Fumiko Negishi. Felipe VI, bien, gracias, también de cervezas pero con Marcelo Rebelo de Sousa en la Plaza de Oriente. Su padre, de cine. Letizia superior. Se lleva el ‘Pretty Woman Style’. La verdad es que uno siente envidia de los nudistas ‘La Familia Arco Iris’ instalados la Sierra de la Demanda todo el día follando sin parar, atentos a las fases lunares y al viagra. Folleu, folleu que el món s’acaba. Eso sí, uno, en persona personalmente necesita ducharse de vez en cuando.
Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González me empuja ni tres ni repique, ni nene, baja y compra un litro de zarza, desde lo más alto de su pantalla, querido lector, para que le abisme y despierte. Y me lea. Y entienda. Me repito más que las sardinas de bote -me dice- y en la nítida oscuridad de la noche, solemnemente me despide. Nunca llegaré a ni a Silvie Vartan.
Me cruzas en la calle de internet y me dices “te sientan bien esos pantalones negros”. Como en la canción de Mina. No sé, quizás de François Hardy, Leonard Cohen, Tom Waits o Damiano David. La lluvia inaugural del deseo.