El creador de la 'cuna inteligente', José María Artiaga. Foto: RAFA MOLINADe tanto jugar con institutos tecnológicos, algo se le ha debido contagiar a Jose María Artiaga. Este alicantino, parte del grupo familiar Nido Educo, ha patentado la primera cuna y cambiador ergonómico del mundo. Su fabricación, 99% ‘made in’Comunidad Valenciana, es una realidad que está a punto de encontrar socio comercializador
ALICANTE. Nos subimos a la cuna que quiere acabar con las lumbalgias de los padres y los cólicos de los bebes para emprender un viaje hacia una de las pocas escuelas infantiles de España con departamento de I+D+i, la Escuela Nido Alicante. "Creo que somos la única en el país" en este sentido, apunta Jose María Artiaga, responsable del área de Investigación. Ahora con un stock de 50 cunas cambiador ‘Neebone’ está ultimando tres posibles acuerdos de comercialización en España, Alemania –la más deseada- y Austria.
"El reconocimiento que recibimos con el German Design Award de este año nos ha abierto puertas. Entrar en el mercado alemán es clave por la credibilidad que nos daría", explica el director del proyecto. Artiaga asegura que hay un trabajo de cerca de 10 años y que el premio de diseño a la innovación es el tercero de estas características – Medalla de Oro en la Feria Internacional de Innovación de Oriente Medio (IIFME) celebrada en Kuwait 2011y, en 2015, Kind &Jugen, la Feria Internacional de Puericultura de Colonia.
La cuna se caracteriza por un grado óptimo de inclinación del somier que mejora la digestión y la respiración de los bebés contribuyendo a prevenir el cólico del lactante. El somier puede además elevarse completamente y se convierte en el cambiador más seguro del mercado porque incorpora elementos de seguridad en los cuatro lados del perímetro para evitar cualquier riesgo de caída. Su desarrollo lo motivó el hecho de que las fajas lumbares resultaban insuficientes para las cuidadores de las escuelas. Para el responsable de la Escuela, también es una manera de romper barreras de accesibilidad para las personas con problemas de motricidad.
"Todo el software y los elementos que componen la cuna cambiador han sido encargados a empresas de la Comunitat valenciana: hay firmas de ibi, alcoy, altea, castalla y catarroja"
‘Neebone’ no está al alcance de todos, porque su precio es de 2.700 euros. "Hay cunas desde 80 euros, pero el precio medio está entre los 700 a 1.100 euros. Para explicarlo comparo esta cuna con el momento en el que en los coches apareció el elevador automático en las ventanas de coche", comenta. Además del componente innovador, el ‘inventor’ ha dotado al producto de un valor diferencial: "Queremos que el producto sea 100% sostenible. Que no genere residuo. Por eso, estamos trabajando en un embalaje específico que se pueda retornar".
La cuna cambiador está protegida por varias patentes: la propia española, UE y de Emiratos Árabes, donde el departamento de la escuela infantil, trabajó en un acuerdo durante dos años que, finalmente, no se materializó.
"Todo el software y los elementos que componen la cuna cambiador han sido encargados a empresas de la Comunitat Valenciana, salvo uno que se hace en Yecla. El plástico y ensamble es de Ibi, las ruedas de Altea, la caja de Valencia y también participan en el proceso compañías de Catarroja, Alcoy y Castalla", según detalla su autor.
El proceso de homologación ha sido el más largo. En este sentido, el trabajo del ingeniero Héctor Soler es fundamental. "Empezamos en 2008 con cinco personas y pusimos al departamento el nombre de Sueños e Ideas. La realidad burocrática nos obligó a cambiar por departamento de I+D+i para poder optar a financiación", cuenta el responsable de Nido. En la actualidad, sólo están el ingeniero y el promotor, aunque el posible cierre de un acuerdo comercial ha provocado que ya tenga todo listo para montar la mercantil Nido Ergonomic y salir de la actual matriz Nido Educo.
Como la gran mayoría de proyectos emprendedores, la financiación ha venido vía recursos familiares y premios. Ahora el salto está más cerca que nunca. Para el empresario, "conseguir las certificaciones por parte de cada instituto u organismo acreditado nos ha llegado a desesperar. Estamos en un sector, donde al ser tan pequeños, nos miran con cierto recelo, pero era fundamental salir con todas las garantías".
El caldo de cultivo de la "actitud prudente" procede, por un lado, de la lógica y exigente seguridad que envuelve el mundo infantil y, por otro, de la experiencia de la Escuela con centros tecnológicos como el instituto AIJU del juguete.
"En mi familia, todos somos de resolver problemas, creativos. Somos una empresa de carácter familiar fundada en el año 1975 y miembro de AIJU - Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio- y colaboramos con el Instituto de Electricidad y el de Biomecánica para testar sus productos. En realidad, lo que hemos hecho es trasladar al ámbito de la innovación empresarial la filosofía de calidad y atención integral de la escuela que desarrolla mi hermana y directora pedagógica, Marisa".
