ELCHE. Llevaba tiempo sin aparecer en escena, pero el Mercado Central vuelve a la actualidad, después de varias semanas de descanso tras la polémica con el informe de Icomos que advierte de la posibilidad de que el proyecto ponga en peligro la declaración de la Unesco del Misteri d’Elx. Ahora, la Conselleria ha aprobado unas nuevas catas que no estaban previstas en la Plaza de las Flores y alrededores, debido al desvío de varios servicios de alcantarillado de Aigües d’Elx y otros eléctricos. Unas obras que tienen un plazo máximo de cuatro meses y que volverán a abrir esta parte del casco histórico.
El Ayuntamiento recibió un escrito el jueves de la Conselleria de Cultura en la que le remite la solicitud de autorización de excavación arqueológica en la Plaza de las Flores, Calle Mayor, Alvado, Mestre Alfred Javaloyes y Sant Pere. En ese sentido, Aparcisa solicitó hace unas tres semanas, en junio, iniciar este proyecto de excavación para el desvío de servicios de agua y electricidad. Algo que ha aprobado ya la Conselleria al considerar convenientes estas catas porque “esta intervención contribuye al conocimiento del patrimonio valenciano y reúne las condiciones técnicas adecuadas”. Ahora falta que el Consistorio autorice la semana que viene a la mercantil a ejecutar esta actuación, que es la última parte de esta tercera fase de catas.
Por su parte, Compromís vuelven a cargar contra el proyecto, tildándolo de “despropósito”, al considerar que el centro de Elche “se va a convertir en un queso gruyer por culpa de este proyecto”. En ese sentido, el concejal Antonio García denuncia que se trata de una actuación “intrusiva e irrespetuosa” con esta parte del casco histórico. No obstante, las obras de Alvado, Mestre Alfred Javaloyes y San Pere son de servicio de agua y luz; las de la Plaza de las Flores y la Plaça de la Fruita sí serán excavaciones. Unas catas u obras que en cualquier caso, pueden afectar al comercio, teniendo en cuenta que sobre todo en la Plaza de las Flores, Alvado o San Pere hay negocios de restauración con terrazas que se pueden ver afectados en plena temporada de verano. Eso sí, no significa que se agoten los cuatro meses, la intervención puede durar menos. En cualquier caso, no se sabe cuáles son las dimensiones de estas catas.
Con todo, hay que tener en cuenta que estos no son los últimos pasos de las catas arqueológicas; han sido numerosos los problemas encontrados y las paralizaciones —la última, hace un par de meses, ya que Aparcisa tuvo que solucionar varios permisos por desvío de servicios con Aigües d’Elx—, y estos cuatro meses aún son para finalizar la tercera fase de las catas. Aún queda otra fase más, la cuarta, entre los Baños Árabes y la fachada y lateral del viejo inmueble del mercado. Una última parte tan sólo de las excavaciones que llegará, a priori, a finales de año, como mínimo, a lo que habrá que sumar lo que dure, metiendo como se ve venir desde lejos, al Mercado Central en ambiente preelectoral.
Asimismo, a pesar de que la Conselleria de Cultura ha autorizado las catas y estas nuevas intervenciones en calles y zonas que no se esperaban, aún no se ha pronunciado sobre el famoso refugio de la Guerra Civil bajo el mercado que puede dar una respuesta en uno u otro sentido sobre la viabilidad del proyecto. Además, ya tiene en su poder el informe presentado por los técnicos municipales sobre los refugios de la guerra con los que cuenta la ciudad. Tanto con Icomos, como con ese informe de Conselleria, todo el mundo sigue esperando saber qué va a pasar con el Mercado Central, aunque el proyecto avanza muy lentamente, con la misma incertidumbre de los últimos años.
