Hoy es 23 de diciembre

socialmente inquieto / OPINIÓN

¿Cuál es su sorprendente porvenir?

3/08/2020 - 

Situado en un sitio privilegiado desde sus inicios. Si no hubiera sido propiedad del Estado… rodeado de naturaleza y de ladrillo, el faro del Cabo de la Huerta de Alicante forma parte de uno de los barrios más habitados de la ciudad. 

Muchas veces los faros han sido ángeles de la guarda de embarcaciones que han evitado chocar contra tierra gracias a su haz luminoso, estén en tierra firme o instalados en una plataforma flotante. En tempestad, entre la niebla, en la inmensidad del mar, esa luz amiga es una bendición en momentos de zozobra.

Los faros son imprescindibles para la navegación. En España hay varias fechas fundamentales para gestionar sus instalaciones. Permitan que cite sólo dos de ellas. La publicación - el 13 de abril de 1842 -de una disposición del Ministerio de la Gobernación, decía que "por orden de Su Alteza el Regente del Reino se ha creado la Comisión de faros, encomendándole nuestro alumbrado marítimo, construcción y servicio de los faros de España y sus posesiones de Ultramar, para conseguir su mejora y uniformidad". La otra, por la ley 27/1992 de 24 de noviembre de Puertos del Estado y de la Marina Mercante que establece como una de las competencias de Puertos del Estado la "planificación, coordinación y control del sistema de señalización marítima español. La coordinación en materia de señalización marítima se llevará a cabo a través de la Comisión de Faros". 

El faro del Cabo de la Huerta en Alicante, protagonista de este artículo, se ubica donde antaño hubo una torre vigía, llamada de l'Alcodre. Permitan les cuente unos breves datos de su historia. Fue inaugurado el 15 de agosto de 1856. Tenía luz blanca y un alcance de 10 millas. Su lámpara de aceite de resorte pronto se sustituyó por una lámpara de una mecha para petróleo y parafina. De 1918 a 1921 se modificó el faro con una nueva linterna cilíndrica, con pantallas giratorias y una instalación luminosa de acetileno, con nueva apariencia de luz blanca con ocultaciones en grupos de cuatro. Con la electrificación (1935) se consigue mayor alcance, hasta 25 millas, y la apariencia de grupos de tres y dos destellos repetidos cada 25 segundos. En 1980 entra en funcionamiento un nuevo faro con óptica dióptrica, con equipo eléctrico-gas.

Los faros forman parte del patrimonio marítimo del Estado dependiente de la Autoridad Portuaria del lugar. Al frente de ellos había un torrero, que después se les llamó farero y actualmente son funcionarios del Estado. Estaban hechos de una pasta especial, tengan en cuenta que los faros suelen estar en lugares apartados o incluso en medio del mar separados de tierra firme. Tenían que pasar muchas horas de soledad por la noche y las de mantenimiento durante el día. Y con ellos, sus familias. A lo largo de los años fueron fraguando una personalidad y un carácter particular con una sensibilidad especial apreciando mucho los detalles, las representaciones de la naturaleza a su alrededor y el trato con los humanos en situaciones de emergencia o con la mar en calma. Así lo cuenta, con su experiencia, Julio Vilches en "Sálvora, diario de un farero".

Fueron verdaderos héroes para muchos navegantes a los que con la luz de faro y la voz radiada del farero pasaron mejor las inclemencias meteorológicas o las averías a bordo. Paulatinamente, con las nuevas tecnologías los faros funcionan solos y ya no hace falta que estén habitados. 

Si el avance de la tecnología es bueno para la navegación, también es el finiquito de esta profesión. Y aun así siguen despertando el interés y la nostalgia de muchos, entre los que me encuentro. Tanto es así, que un faro y lo que ocurre desde él es uno de los protagonistas de "Azul, verde, turquesa", mi primera novela corta, "con emociones intensas y un desenlace apasionante" según manifiestan algunos de mis lectores. La literatura, el cine, tienen manifestaciones muy interesantes donde un faro, el farero, y su entorno son los protagonistas de la trama. Permitan que cite algunas de estas novelas. Vean. "El faro del silencio", de Ibon Martín, una inquietante novela de suspense en la costa vasca; "La luz de los océanos", de M.L. Stedman, se desarrolla en la isla imaginaria de Janus Rock, al suroeste de Australia (también publicada con la película titulada "The light between oceans"); "El faro", de P.D. James, novela policiaca de esta escritora inglesa que se desarrolla en la isla ficticia de Combe en la costa de Cornualles;…

En España hay 187 faros. Sólo les citaré dos de ellos. El más antiguo: la Torre Hércules, en La Coruña; y el más moderno, el faro de Torredembarra, en Tarragona. En la provincia de Alicante hay seis faros, uno de ellos es el del Cabo de la Huerta.

Con los nuevos avances tecnológicos ¿qué uso se le da a las instalaciones alrededor del faro de Cabo de la Huerta en Alicante? Hace unos años se suscitó la posibilidad de convertir sus instalaciones (no el faro) en hotel. Hay otras iniciativas. Desde 2009, la vivienda y almacén del faro del Albir forman parte de un Centro de Interpretación y museo situado en el Parque Natural de Sierra Helada. Recientemente, se ha aprobado que el faro de San Antonio en Jávea se convierta en un Centro de Interpretación de este y de sus alrededores.

Por su parte, la Autoridad Portuaria de Alicante informó el pasado mes de abril que después del confinamiento por la covid-19 se abriría el concurso para la instalación de un restaurante en el faro del Cabo de la Huerta. Esta concesión incluye los inmuebles de lo que fueron la vivienda, el garaje y el almacén del faro, ya que este sigue en funcionamiento. A su vez, hay una agrupación de vecinos que han conseguido unas 3.600 firmas a través de la plataforma change que proponen al Ministerio de Transportes detener este proyecto. Pues bien, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Alicante resolvió el pasado miércoles dicho Concurso: será el Grupo Restaura Gestión Forty la adjudicataria para la instalación de dicho restaurante en los edificios alrededor de este faro, junto con una serie de actuaciones culturales y medioambientales en sus alrededores. Fue la oferta mejor valorada entre otras cuatro. Este grupo citado tiene experiencia en este sector de la restauración, son los gestores del restaurante Mauro Place To Be. Ya ven, las instalaciones del faro tienen un nuevo y sorprendente porvenir, más cercano aún del ciudadano que ahora podrá disfrutar de las viandas de este restaurante - con productos típicos de la provincia de Alicante - en un enclave privilegiado del Mediterráneo. Ofrece ser una referencia gastronómica para el mejor paladar. Se me hace la boca agua al pensarlo, conociendo ya las sabrosas recetas del restaurante de la Torre Mauro. Pues eso.

next
x