Foto: JUNTAVALÈNCIA (EFE). El sindicato CSIF señala que termina un curso "intenso", con "numerosos problemas" y que ha evidenciado "muchas debilidades que atender y fortalecer", como los problemas de salud mental, la deficiencia de infraestructuras o los impagos, que suponen un reto para los nuevos dirigentes de la Conselleria de Educación.
"El curso 22/23 ha sido intenso, con la implantación parcial de la LOMLOE, centros educativos con problemas importantes de salud mental en su alumnado, aumento de la burocracia, infraestructuras deficientes, impagos a docentes y tribunales o incertidumbres en la elaboración de la programación, evaluación y promoción del alumnado", señala José Seco, presidente de CSIF Educación Comunidad Valenciana.
El sindicato subraya que "afrontar estos problemas ha recaído en los docentes y equipos directivos, lo que se ha sumado al ya complicado trabajo propio de la docencia".
CSIF recuerda que durante el curso ha exigido abordar estas y otras cuestiones, y pide a la nueva Conselleria que adopte "medidas que mejoren el funcionamiento de los centros educativos, las condiciones laborales de los docentes y, por extensión, mayores inversiones para mejorar la calidad de la educación en la Comunitat Valenciana".
El sindicato, en esa misma línea, ha reiterado su petición de "un plan estratégico de construcción y mejora de edificios educativos eficiente, frente a un modelo como Edificant que ha demostrado su ineficacia con menos de un 30 % de ejecución".
La central sindical, por otra parte, ha firmado "grandes acuerdos" durante este curso "que ratifican los avances y frutos de la negociación y trabajo del sindicato".
A este respecto apunta como, los más significativos, los referidos a los acuerdos de plantillas en Infantil, Primaria, Secundaria, FP y otros niveles, "que sin duda repercutirán en una atención más personalizada al alumnado y una mejor atención en su orientación".
Supondrá de hecho, añade, "miles de plazas de docentes para aportar trabajo y dedicación al sistema público de educación".
CSIF hace hincapié en los grandes retos que deja este curso, como "la finalización en la implantación de la LOMLOE, las pruebas PAU o el cumplimiento de los acuerdos de plantillas firmados para su consecución en dos cursos".
Considera que "las nuevas personas que van a ocupar los puestos en la Conselleria como resultado de las elecciones autonómicas deben cumplir con estos acuerdos y avanzar en otros que CSIF defiende y son esenciales".
En este sentido recalca las "retribuciones dignas a los docentes según la media de España, un acuerdo o pacto educativo que "expulse" la ideología de la educación, la bajada de ratios y seguir con una mayor intensidad el impulso de la FP".
"La revisión y reflexión de todos los aspectos que han sido determinantes durante este periodo escolar 2022-2023 nos hace celebrar los logros, pero también nos recuerda que hay muchas debilidades por atender y fortalecer, lo que representa un verdadero reto para los nuevos rostros que formarán parte de la Conselleria de Educación", concluye el sindicato.
