Soy consciente de que con épica y ganando batallas después de muerto no se asciende. Así que ganen ustedes todos los partidos que sea posible y vuelvan cuanto antes al fútbol profesional.
ALICANTE. Créanselo. O no, lo que quieran. Pero no dejen de competir. Puede que solo sea un tipo de esos "románticos" del fútbol. De esos que se sienten más felices por lo que ve en un campo que por un resultado, capaz de recordar derrotas épicas por encima de victorias insulsas.
Pero no soy tonto (bueno, depende de a quien le preguntes) y soy consciente de que con épica y ganando batallas después de muerto no se asciende. Así que ganen ustedes todos los partidos que sea posible y vuelvan cuanto antes al fútbol profesional.
Entiendo que cualquier aficionado se vuelva loco con un arranque liguero como el que protagoniza este curso el Hércules. Uno ve a su equipo arriba y le invade la felicidad. Lógico. Tras todos estos años en Segunda B, uno solo quiere que su equipo salga de ese pozo oscuro y a veces parece que sin fondo. Ha pasado demasiado tiempo. Así que este año parece el año.
Y, de verdad, nadie alrededor del Hércules espera otra cosa. Y ahora que todo el mundo se ha subido a esa ola de la ilusión, y con razón, yo solo pienso en que ojalá ese equipo siga ganando. Que se lo crea, o que no se lo crea. Pero sobre todo que siga compitiendo como hasta ahora, dejándose la vida en cada partido. Será más fácil lograr un ascenso, pero sobre todo, durante noventa y pico minutos me hará inmensamente feliz. Cosas de románticos.