ALICANTE. Los seres humanos llevamos luchando contra la aparición de plagas más de 5.000 años. En concreto hay datos de reflejan cómo los sumerios de la antigua Mesopotamia ya utilizaban el azufre y la quema de rastrojos para prevenir y ahuyentar la aparición de insectos y roedores de los cultivos. Las plagas han sido y serán un problema inherente a las ciudades y es por ello que la clave del éxito para evitar su aparición es prevenir antes de que aparezca el problema.
Ningún lugar, ya sea en una gran ciudad o en un pequeño pueblo, está exento de la aparición de plagas de cucarachas, ratas o mosquitos, esos molestos vecinos que pueden acarrear problemas de salud o el deterioro de las áreas en las que vivimos. Gracias a los tratamientos periódicos que se realizan hoy en día, es posible detectar estos problemas y minimizarlos. Ello implica programación y anticipación frente a la improvisación que representa actuar cuando las plagas no están en su estado más vulnerable o cuando su nivel poblacional las hace difíciles de controlar.
Es importante destacar que los tratamientos continuos ofrecen resultados más efectivos en comparación con enfoques esporádicos o a posteriori. Al realizar varias intervenciones a lo largo del año en las zonas de mayor riesgo, se crea un ambiente menos propicio para el desarrollo y la proliferación de plagas, lo que conduce a una reducción notable en la presencia de mosquitos, ratas, cucarachas y otros insectos no deseados en la ciudad.
Además, este abordaje preventivo y focalizado contribuye a minimizar el uso de biocidas, reduciendo la generación de residuos y los riesgos para las especies no diana. Sumando a una de las prioridades de Lokímica, que es la apuesta por el uso de métodos, medios y maquinaria respetuosos con el medioambiente en las diferentes intervenciones que realiza. Esto se consigue con la apuesta por alternativas como el control físico en imbornales y la realización de estudios de campo en alcantarillado con productos de mínima dosis efectiva, con la consiguiente reducción del impacto ambiental.
La entidad ha elaborado un sistema de control de plagas que engloba los procesos de prevención y control necesarios para conseguir las condiciones que eviten la proliferación de organismos nocivos para la salud y el medioambiente en las ciudades. Desde la prevención hasta la ejecución de tratamientos físicos para el control en zonas afectadas.
Es importante detectar los focos de plagas en las inspecciones precisas y con meses de antelación, lo que permite delimitar las zonas más problemáticas y comenzar las desinsectaciones en el momento oportuno, antes de que el ciclo natural de las especies haga que sea demasiado tarde.
Gracias a estos tratamientos preventivos de inspección detallados y a las actuaciones puntuales en zonas de más riesgo es posible mantener a raya las plagas en entornos urbanos. "Desde Lokímica, sabemos que es fundamental adoptar un enfoque proactivo mediante tratamientos periódicos a lo largo del año, ya que estas medidas no solo ayudan a evitar infestaciones, sino que también promueven la salud pública y el bienestar de todos los ciudadanos", explican desde la compañía.
