VALÈNCIA (X.A/EP). Las desavenencias y diferentes visiones estratégicas respecto a una futura alianza global de izquierdas siguen presentes en Compromís, pero este jueves las distintas patas de la coalición evidenciaron su deseo de aplanarlas ante la visita del líder de Más País, Íñigo Errejón.
El carismático diputado madrileño acudió a València para presentar su libro 'Con todo' en un coloquio con el público en el Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC) de València en un acto en el que el maestro de ceremonias fue su ya amigo Joan Baldoví, portavoz de Compromís en el Congreso.
No fue el único representante de Més Compromís (aniguo Bloc) en la sala. El conseller de Educación, Vicent Marzà; el síndic de Les Corts, Fran Ferri, o la diputada Papi Robles, fueron algunos de los asistentes destacados de la formación que siempre ha defendido mantener firme la alianza con Errejón y los suyos.
No obstante, también estuvo presente la vicepresidenta del Consell y máximo referente de Iniciativa, Mónica Oltra, así como sus compañeras de partido Mireia Mollà, consellera de Agricultura y Medio Ambiente, e Isaura Navarro, secretaria autonómica de Sanidad. Una presencia que, de alguna forma, servía para, si no enterrar el hacha de guerra, sí para normalizar la situación dentro de la coalició valencianista.
En este sentido, conviene recordar que en los últimos días la tensión en Compromís ha crecido debido al acto previsto por Iniciativa -y dirigido por Oltra- para reunir a finales de año a referentes de la izquierda como la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Una cita que ha alimentado el runrún de una gran alianza en la izquierda que no termina de convencer a Més Compromís, dado que sólo ven con buenos ojos el acuerdo que mantienen con Errejón y sus socios de Maís País. De hecho, los pasos previos a este acto dados por Oltra ya han levantado ciertas suspicacias en la citada pata de la coalición, que siempre han tratado de desmarcarse de Unidas Podemos o de algunos de sus aliados.
En cuanto al acto, Errejón, con parte de su intervención en valenciano, apuntó al Día de la Hispanidad como ejemplo de "una identidad nacional profundamente débil, como un imperio, que solo sabe ser reaccionaria" e "incapaz de construir un proyecto para todos". "No les preocupa que haya calles en alemán en Mallorca, pero sí que le llamen platja", comentó, para lamentar además que le griten 'viva España' por la calle "como un insulto" cuando se siente "bastante español".
Un españolismo que comparó con la masculinidad, que ironizó "hay que demostrarla permanentemente", y que ve como germen de una ola reaccionaria ya extendida por España y basada a su juicio en la "amenaza del feminismo" y el anticatalanismo.
Además, también señaló a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como exponente de "un chauvinismo que no se lo pone fácil al PP nacional" porque "Ayuso no es Feijóo" y de un centralismo que afecta al resto de España. "Madrid se está tragando a Guadalajara, a Toledo y a buena parte de las comunidades limítrofes", avisó, defendiendo que de ahí salgan movimientos como Teruel Existe.
Por contra, Errejón opinó que la izquierda debe "aprender de los últimos años" para saber "en qué condiciones está para ser capaz de cambiar el ciclo, no tanto político como social". Recordando su etapa en Podemos, señaló problemas como el "exceso de prisa" sin pensar a largo plazo que genera "ascensos muy rápidos con anclajes no muy sólidos".
Y ante la "fragilidad" que ha revelado la pandemia, comentó que hay dos respuestas: o "democratizar la crueldad" con "síntomas" como las agresiones LGTB o "la alianza de los frágiles" para "trastocar la correlación de fuerzas" y así transformar la sociedad. "Reconstruyéndonos, tropezándonos y levantándonos. Es nuestra forma de estar en el mundo y se llama militancia", reivindicó.
Errejón justificó además que en su partido critican al "Gobierno más progresista de la historia", el que comparten PSOE y Unidas Podemos, porque cree que piensan que seguirán ganando y que no pueden hacer nada más en ámbitos como la regulación del mercado eléctrico. "Lo que ha primado en Moncloa es que, como Vox va a seguir, seguimos ganando", comentó.
No obstante, hizo hincapié en que "tienen que asumir que van a perder elecciones" y hasta entonces mientras gobiernan ser capaces de dejar una España más proclive a los cambios. "Los ciudadanos con menos miedo pueden pelear por más", apostilló, y en clave valenciana destacó a Compromís por "ser capaz de marcar tendencias políticas propias".
En la presentación, Baldoví invitó a leer su libro porque "podría ser una serie" desde los años "fulgurantes" de la mayoría absoluta de Rajoy, con "un Congreso del Antiguo Régimen", hasta cuando "todo empezó a cambiar". "Demuestra que los cambios se hacen desde dentro, y en el País Valencià lo tenemos claro", aseveró.
También es la historia de "lo que pudo ser y no fue", de las "miserias" de los partidos y de una "ruptura dolorosa", la de Podemos, y de "la dicotomía Íñigo-Pablo", a los que ha comparado con músicos como Coldplay y Bruce Springsteen, respectivamente. "Yo cuando salí en la Fonteta también me sentí el 'boss'", recordó sobre el mitin de 2015 en València.
