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balance de gestión y posicionamiento político 

Compromís se reivindica: exhibe su voto decisorio y capacidad de diálogo en el tripartito de Alicante 

Los nacionalistas se arrogan la función de arbitraje en las disputas entre PSOE y Guanyar y avisan a sus socios: nadie puede tomar decisiones sin contar con sus tres ediles, ni debe eludir sus responsabilidades de gobierno  

13/12/2016 - 

ALICANTE. Compromís exhibe su balance de resultados y el valor real de sus acciones en el Ayuntamiento de Alicante: capacidad de diálogo para llegar a acuerdos a partir de su propia experiencia de funcionamiento interno como coalición, perspectiva transversal sobre proyectos que construyen ciudad y, por encima de todo, poder decisorio en todas y cada una de las cuitas que se vienen planteando entre los dos partidos mayoritarios del tripartito, PSOE (6 ediles) y Guanyar (5). Ese es el resumen del mensaje que trasladaron este lunes los tres concejales de la formación -Natxo Bellido, Sonia Tirado y María José Espuch- en un desayuno informativo en el que dieron cuenta de la que, a su juicio, ha sido su gestión y su posición política durante su primer año y medio de presencia en la corporación municipal. En suma, reafirmación y reivindicación. Un discurso sobre el poder de Compromís.

Su portavoz, Natxo Bellido, dejó claro desde el inicio de su intervención que su formación da por hecho que el imperio de las mayorías absolutas ha terminado; que el nuevo tiempo político es el de la pluralidad política y la necesidad de diálogo y que, en ese escenario, Compromís se mueve como pez en el agua. Insitió en que eso requiere "lealtad en el gobierno" y "lealtad institucional" para recuperar la confianza de la ciudadanía. Y en esta línea, subrayó la labor llevada a cabo para lograr un entendimiento entre los tres socios de gobierno: "Somos los que trabajamos todos los días para conseguir buenos acuerdos, acuerdos estables que no se tumben al día siguente; detrás de todas las negociaciones está Compromís incluso aunque hayamos tenido que renunciar a posiciones partidistas", dijo. En definitiva, segunda idea madre que, siempre según su criterio, debería figurar en su haber: Compromís ejerce como árbitro. 

Bellido admitió, eso sí, que en ocasiones subsiste y trasciende cierto "ruido" en ese proceso de toma de decisiones que atribuyó "al proceso de aprendizaje en el que, algunos más que otros, todavía nos encontramos"; pero incluso lo defendió al considerarlo un requisito más de la transparencia que debe regir la gestión pública: "Mejor ese ruido que el silencio sobre dónde, quién y para qué se tomaban ciertas decisiones que todavía siguen lastrándonos", enfatizó. "Ahora se toman decisiones por el interés general y no para beneficio de unos pocos", añadió.

Tampoco dudó en presentar a Compromís como el partido que proporciona estabilidad y que decanta el sentido de los acuerdos en la acción de gobierno. ¿Cómo? Según desarrolló Bellido, "cuando se producen problemas, siempre obedecen a dos factores: que alguno de los socios piensa que puede tomar decisiones en solitario, o que alguno abdique de su presencia en el gobierno a la hora de tomar determinadas decisiones conflictivas, que a buen seguro no van a satisfacer al 100% a todo el mundo". 

Las alusiones

Los dos supuestos tenían destinatarios claros. Aunque no lo llegó a citar, la primera referencia fue una alusión indirecta al PSOE. Sobre todo, tras el episodio registrado en la Junta de Gobierno extraordinaria celebrada el pasado viernes. Como publicó Alicante Plaza, el alcalde, Gabriel Echávarri, dio por terminada esa reunión tras haber retirado la propuesta de la Concejalía de Protección Animal sobre el fin de la cesión de la finca municipal de El Roal a la Fundación Arca de Noé sin contar con la presencia de Compromís. 

La versión que se facilitó entonces es que los ediles de la formación nacionalista llegaron tarde y así lo reconoció el propio Bellido el mismo viernes. Con todo, este lunes volvió a justificar esa impuntualidad -en la que descartó toda posible intencionalidad, como posible mecanismo para no tener que posicionarse- al asegurar que estaban convencidos de que la reunión no iba a celebrarse sin contar con representantes de uno de los socios del tripartito. De hecho, como añadió María José Espuch, "yo estaba con firmas y ni nos llamaron para saber si íbamos a venir, como ha ocurrido otras veces, cuando algún concejal se ha retrasado por cualquier motivo", dijo. Hasta la fecha, según Bellido, no ha habido ninguna explicación directa sobre el porqué de ese proceder. 

No obstante, el episodio llevó a Bellido a lanzar todo un aviso para navegantes: "Los atajos duran muy poco, como se demostró menos de una hora y media después de esa Junta de Gobierno; está claro que a alguien le falta aprender todavía en el tema del diálogo". La traducción: que nadie pretenda manejar el Ayuntamiento sin los votos de los tres ediles nacionalistas. 

El segundo supuesto (la no asunción de responsabilidades de gobierno) era un recado para Guanyar. Tampoco los citó de manera explícita ni enumeró ningún caso concreto en el que la coalición liderada por EU y apoyada por Podemos se hubiese puesto de perfil. Pero han sido varias las ocasiones en las que la formación liderada por el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, se ha decantado por la abstención o por no apoyar decisiones de sus socios, como la liberalización de horarios comerciales o la licitación del servicio de limpieza de colegios y edificios municipales.

Por último, tanto Bellido, como Tirado y Espuch, recalcaron que el tripartito ha entrado en la fase clave para poner en marcha su proyecto. "Hemos superado el momento de tener que atender emergencias y el de montar concejalías; ahora tenemos que ejecutar esos grandes proyectos que van a suponer un proceso de transformación y de cambio de la ciudad", recalcó Bellido. Para ello, resultará clave tanto el presupuesto de 2017 -que confiaron en que se aprobará para no tener que prorrogar el de este año- como el de 2018. Ahí entró la lista de proyectos pendientes de sus concejalías y otros de carácter transversal: la definición del modelo de ciudad, el desarrollo de la reurbanización del entorno de Las Cigarreras (cofinanciada con fondos europeos como EDUSI) o la construcción de un centro para el emprendimiento en el entorno del antiguo matadero. Y en todo ese balance, la sonada omisión (quizá cuidadosamente calculada) de toda posible mención a políticas de difusión y promoción del valenciano.  

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