ALICANTE. En Compromís no pueden más. Las últimas salidas de tono del alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, han colmado su paciencia y su pretensión es poner la situación en manos de sus dirigentes, al más alto nivel, para que éstos, sea el conseller Manuel Alcaraz o la vicepresidenta Mónica Oltra, tomen cartas en el asunto en Alicante. ¿Cuándo? Pues aprovechar el ecuador del mandato ¿Cómo? Provocar cambios en la Alcaldía; es decir, si es necesario, forzar el relevo de Echávarri al frente del Gobierno municipal y que otro miembro del PSOE asuma la vara de mando. ¿Qué quieren evitar? Que las "repetidas crisis del alcalde" no acaben salpicando al resto de grupos y, por lo tanto, al nombre de Alicante y a su equipo de gobierno. Quieren evitar a toda costa que el debate salga de la ciudad, se instale en otros foros políticos y se acabe perpetuando en el debate autonómico. Compromís quiere la connivencia de Valencia para tomar esa decisión, ya que ambos comparten el Gobierno de la Generalitat y de muchos ayuntamientos. Y en su mayoría, hay buena sintonía. En Alicante, parece que la confianza se ha perdido.
Por este orden, cuantifican hasta cinco salidas de tono en la última semana: las facturas del área de Comercio, que dirige el propio alcalde; las dudas con Ikea; el cese de la cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala; la justificación en su perfil de Facebook de la restructuración y por tanto, el cese de otros interinos, y el proyecto del puente para unir las dos escolleras del puerto de Alicante y desviar el tráfico de la Explanada. A juicio de los valencianistas, demasiado desgaste generado desde la Alcaldía. Y la sensación que tienen es que han intentado reconducir la situación en varias ocasiones y ven al entorno de Echávarri en una huida hacia delante permanente: no hay autocrítica y se persiste en las decisiones tomadas. En definitiva, consideran que el problema no está en el tripartito, sino en la Alcaldía. La desconfianza entre PSOE y Guanyar ya se da por descontada, pero ahí Echávarri siempre ha tenido el respaldo del partido, que en más de un ocasión le ha instado a cesarles en anteriores rifirrafes.
Por ello, ahora, Compromís va elevar la situación que viven sus tres concejales; consideran que hay unanimidad en las críticas y que la situación no tiene visos de mejorar. Y la idea es que la cúpula de Compromís sea conocedora de los oscilaciones del alcalde de Alicante y que se traslade a Ximo Puig para que tome cartas en el asunto en la situación que los dos partidos estén cómodos. Y ¿por qué se plantea o se puede plantear un relevo a la Alcaldía? Nunca se habla de moción de censura, y en todo caso, sí de relevo en la Alcaldía; es decir, van a dejar la presión al PSPV para que sean sus dirigentes los que propongan una solución manteniendo el statuo quo. Aunque para ello, en caso de dar el paso, deben asegurarse el voto afirmativo de Nerea Belmonte, la tránsfuga de Guanyar Alacant, que se integró en la lista como la cuota de Podemos. En dos ocasiones, Podemos Alicante ha puesto encima la mesa la solución que quiere dejar entrever Compromís. "Echávarri ya no es un hombre de consenso, que PSPV, Compromís y Guanyar busquen un candidato alternativo". Los concejales de izquierda suman 15, contando con Belmoente, frente a los 14 de Ciudadanos y PP. Y necesitan que el futuro alcalde salga con mayoría absoluta.
En el PSPV no hay voz de alarma. Para ellos, en estos momentos, no existe el problema Alicante. Se trata de una cuestión muy local. Los socialistas está más preocupados en el proceso de Primarias, pero sobre todo en lo que pueda pasar en Podemos y su futuro liderazgo en las Cortes Valencianas, pues de ahí depende la estabilidad del Gobierno valenciano. Y lo que se trata es que los dirigentes al más alto nivel de Compromís le abran los ojos a Ximo Puig: las decisiones de Echávarri ya no sólo perjudican al equipo de gobierno de Alicante, sino al Gobierno del Botànic.
Compromís ha detectado que el PP huele sangre en el tripartito de Alicante. Y la prueba son las declaraciones de este martes de la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, pidiendo a Ximo Puig que desautorice a alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, por el cese de interinos que ha anunciado. El gran temor es que la hipoteca reputacional se vuelva hacia Alicante.
Pero el primer edil se ha vuelto a justificar. Con anterioridad, Ortiz le había afeado que manejaba listas negras con gente del PP. Echávarri, como reconoció en su Facebook, admite que la denuncia de la Fiscalía del PP contra los contratos de Comercio sí que precipitó el cese de la cuñada de Luis Barcala, pero ha insistido en que la regularización de los interinos es un proceso que no tiene vuelta atrás y que se llevará a cabo. "No se cuándo se completará ni a cuánta gente afecta, pero "en un mes no". "Lo que se va a hacer es regularizar", ha precisado y ha recordado que el Síndic de Greuges "a petición de un sindicato" alertó al consistorio que contaba "con muchísimos más interinos que cualquier otra administración.
En declaraciones en Radio Alicante, el concejal de Recursos Humanos, el socialista Carlos Giménez, ha asegurado que la que la reestructuración anunciada es necesaria. Que la decisión de prescindir de los servicios de la cuñada de Luis Barcala partió el propio Echávarri y ha admitido que quizá no era el momento de aplicarla.
En esas mismas declaraciones, Carlos Giménez ha asegurado también que no le constan problemas con los socios de gobierno. No obstante, este lunes, se han reunido de nuevo los representantes de los tres partidos políticos que sustentan el tripartito: Eva Montesinos, por el PSOE, Miguel Ángel Pavón, por Guanyar, y Natxo Bellido, por Compromís, y ahí sí que ha quedado patente el malestar de Guanyar y de Compromís por las últimas decisiones del alcalde y que han motivado que los tres concejales de la formación nacionalista sí trasladen esa inquietud a la cúpula de su partido.
Los sindicatos tampoco aprueban la decisión. Si la semana pasada fue el SEP quién se desmarcó de la medida del primer edil, este lunes ha sido el CSIF y no es descartable que otros sindicatos hagan pública su oposición al cese de los interinos con contrato de obra, que es la situación que tenía la cuñada del líder del PP.
El portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala, ha pedido este lunes al alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, que se deje de "excusas" y que dé "explicaciones" por el supuesto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio.
Así, le ha reclamado, en declaraciones grabadas, que abandone las "venganzas" y las "purgas" y que deje "tranquilos" a los funcionarios del consistorio. "Que acabe con las persecuciones, que no busque excusas y dé explicaciones sobre el presunto fraccionamiento de los contratos, que de eso no ha dado absolutamente ninguna explicación", ha seguido.
El portavoz 'popular' ha opinado que "todo el ruido mediático que está organizando y todos los escándalos que están dando" responde a un interés por "no dar explicaciones de qué es lo que ha pasado en las facturas de comercio y por el presunto fraccionamiento".
Las declaraciones de Barcala y del propio alcalde se producen después de que ambos coincidieran en un acto de las Hoguera Florida-Portazgo (la imagen superior es la que utilizó la propia Hoguera en su presentación), el domingo por la noche. Allí, Echávarri había intentado tender puentes con Barcala y que la polémica de su cuñada quedara en lo político, y no en lo personal. En ese acto, Echávarri intentó escenificar la reconciliación con el portavoz del PP, algo que a tenor de las declaraciones ha durado solo horas.