Juan Carlos I en dirección a la Avenida de AlicanteELCHE. La portavoz municipal de Compromís per Elx, Esther Díez, ha explicado este viernes que “los criterios técnicos para la implantación de los carriles bici defienden claramente como la opción más segura los carriles bici segregados en las ciudades y, además, promueven este tipo de infraestructuras para conseguir más usuarios y usuarias de este tipo de transporte alternativo”.
Díez ha indicado que “el documento más actualizado que existe sobre la construcción de carriles bici es la Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista elaborado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en este 2023 y que está realizado en colaboración con la Dirección General de Tráfico y la Federación Española de Municipios y Provincias y por eso se la hemos hecho llegar tanto al alcalde, Pablo Ruz, como a la policía local”.
Al respecto, la portavoz municipal ha afirmado que “los criterios de la guía del Ministerio y la DGT son muy claros, literalmente recoge que siempre que sea posible, deben diseñarse carriles-bici protegidos, separados del tráfico de motor mediante elementos de balizamiento, al ser los que atraen a un mayor número de personas usuarias de todo tipo de perfiles. Cabe insistir en que las infraestructuras ciclistas en particular y el diseño urbano en general deben ser concebidos pensando en las necesidades de las personas más vulnerables, entre ellas la infancia y las personas mayores”.
“Por tanto, lo que ha hecho Pablo Ruz es destrozar una infraestructura segura para abocar a los usuarios y usuarias de la bicicleta a un diseño más peligroso, especialmente para las personas más vulnerables, y que, además, es un trazado menos directo y más complejo, en contra de las indicaciones de la guía que habla de cuatro elementos clave en el carril bici, que sea coherente, que sea directo, que sea cómodo y que sea atractivo”, ha asegurado Esther Díez.
Asimismo, Díez ha apuntado que “la guía también es muy clara respecto a la concepción de la movilidad en las ciudades, pues señala que entra en escena el nuevo modelo urbano que se quiera implantar en la zona de actuación, teniendo siempre en cuenta estos aspectos: el espacio dedicado a la circulación de bicicletas debe valorarse no en función de la demanda previa de ciclistas, sino confiando en que la nueva infraestructura ciclista atraerá a un mayor número de personas usuarias; se pretende aumentar la demanda a través de la oferta”.
“Esta misma idea actúa de un modo similar, aunque a la inversa, para el tráfico motorizado: podrá reducirse el número de carriles o la anchura de estos con el objetivo de favorecer un trasvase modal de usuarios hacia la bicicleta, los desplazamientos a pie o el transporte público. En actuaciones ambiciosas de transformación del espacio público no debe ser imprescindible mantener el nivel de servicio de circulación previo”, señala, a su vez, la guía.
La portavoz del grupo de Compromís ha afirmado también que “la guía recoge con toda normalidad los carriles bici bidireccionales, que, de hecho, son los más utilizados en las ciudades españolas y europeas que son referentes en movilidad sostenible y segura”.
En este sentido, Díez ha explicado que “es mentira que la eliminación del carril bici de Juan Carlos I sea una actuación fundamentada en la seguridad vial; de hecho, en ningún informe policial ni técnico se recoge que la opción de una ciclo calle sea más segura, porque obviamente es falso”.
“En este sentido, hemos pedido al alcalde que nos explique qué criterios técnicos ha seguido para tomar esta decisión y, a su vez, hemos pedido a la policía local que aclare si las costumbres de los conductores justifican que no se desplieguen infraestructuras, como es el caso del carril bici, que objetivamente rebajan la presión de tráfico en las calles donde se implanta, como de hecho ha ocurrido en Juan Carlos I respecto a la cantidad de coches, que ha bajado un 50 por ciento, y a la velocidad, que ha disminuido”, ha informado la portavoz municipal de Compromís.
A la vez, Esther Díez también ha indicado que “hemos pedido a la policía informe sobre las situaciones de inseguridad que genera en los propios niños y niñas la parada en doble fila de coches frente al colegio Santa María y también que aclare si se propone el cierre de las calles en la que existen retenciones de tráfico y se registran accidentes y en las que no existe carril bici, porque lo normal si se detectan elementos inseguros en una vía es reforzar la seguridad, en ningún caso proponer su cierre”.
“Al mismo tiempo, hemos pedido a la policía local que especifique a qué datos objetivos se hace referencia cuando en el informe se valora el uso del carril bici”, ha añadido.
“Este es un problema de concepto. La policía local realiza un informe desde la concepción de la comodidad en la circulación, como indica literalmente, porque sus competencias son únicamente las de ordenar, señalizar y dirigir el tráfico en el casco urbano, tal y como recoge la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, apunta la portavoz municipal.
En esta línea, Esther Díez ha aclarado que “aquí estamos hablando de una cuestión superior, del planeamiento de la movilidad en el municipio, que corresponde a los ingenieros y arquitectos municipales que son quienes tienen competencias y formación para ello y de hecho, fueron quienes desarrollaron las actuales infraestructuras ciclistas conforme a criterios técnicos”.
La portavoz ha apuntado que “por eso el alcalde no ha pedido un informe a los técnicos competentes sobre si era mejor opción suprimir este carril bici, porque sabe que es una actuación que va en contra de lo que establecen los consensos profesionales al respecto”.
“Pero a Pablo Ruz no le importan ni los criterios técnicos ni los consensos científicos acerca de promover la movilidad sostenible para cuidar la salud humana”, ha asegurado la portavoz del grupo de Compromís, para quien “el único interés de Ruz es que se pueda seguir aparcando en doble fila y contentar a los usuarios y usuarias que incumplen las normas de tráfico, pues para él los ciclistas somos ciudadanos de segunda que no merecemos desplazarnos de manera ni segura ni directa”.
“No es una cuestión de seguridad, Pablo Ruz elimina el carril bici de Juan Carlos I por elitismo y desde la negativa a democratizar el espacio público, una actitud que, además, es tremendamente negligente en un contexto de emergencia climática”, ha advertido Esther Díez.
