CIUDADANA / OPINIÓN

Compromís no cuaja en el Sur

22/12/2019 - 

El Bloc, uno de los partidos de la coalición Compromís, está organizando su próximo congreso y se está planteando un nuevo ideario, tal vez un nuevo logo y la expansión de su proyecto. Aunque el Bloc existe desde hace años su éxito deviene de su integración en Compromís.

Compromís tomó protagonismo en el año 2011, cuando dos mujeres jóvenes; Mónica Oltra y Mireia Mollà eran el látigo contra la corrupción en las Cortes Valencianas. Un tándem que ejercía una oposición eficaz frente al silencio del PSOE que era el segundo grupo parlamentario en la época del Gobierno Popular en la Comunidad Valenciana.

La formación de la sonrisa tuvo su ascenso electoral en el año 2015 en un contexto de corrupción institucional en la Comunidad Valenciana. En ese año ya pasaron a formar parte del tripartito, I Botànic y provocaron un cambio de gobierno en la Generalitat. Las instituciones valencianas recuperaron normalidad y se ofreció una cara amable a los valencianos. En aquel momento la formación creció internamente gracias a un grupo de gente que no pertenecía a ninguno de los partidos de la coalición. Eran la Gent de Compromís que aportó transversalidad. Sin embargo La Gent tiene muerta su cuenta de twitter desde julio. Su última publicación es un artículo en el diario La Veu (Diario que lamentablemente cerrará a finales de mes) que expresa que dejan la actividad por la falta de democracia interna. Acusan a los partidos fundadores de impedir sistemáticamente el ejercicio de los derechos de los afiliados.

Parece que ahora se ha aprobado que los militantes “sueltos” de la coalición puedan votar en el congreso que preparan para el año próximo. Ahora si son necesarios. El ex coordinador general de Gent de Compromís publicaba una tribuna en Valencia Plaza donde viene a llamar “interesados” a los dirigentes de las formaciones que conforman la coalición y afirma que “en casa de los Mollà cualquier vestigio de discrepancia es abortado al instante”.

No es lo mismo gobernar que hacer oposición y la implementación de ciertas políticas públicas de algún conseller naranja no fueron bienvenidas en muchos territorios.

En las elecciones autonómicas de abril, Compromís presentó un programa con muchas propuestas respecto a instituciones y señas de identidad valenciana y sin embargo ha perdido dos escaños; uno por Valencia y otro por Alicante. En Castellón mantiene los mismos que en la legislatura anterior. Es la segunda fuerza en Valencia, pero la cuarta en Castellón y la quinta en Alicante. En ésta provincia ha perdido casi dos puntos respecto de las anteriores elecciones autonómicas.

La coalición de la sonrisa en las últimas municipales de mayo perdió en la provincia de Alicante casi 14.000 votos y la representación en muchos municipios. Es irónico que donde más apoyo ha perdido haya sido en Elche, más de 9.500 votos, justo la ciudad de procedencia de Pasqual y Mireia Mollà. Nadie es profeta en su tierra.

En el marco de la política lingüística de implantación progresiva del valenciano el otro día fue a Orihuela el propio Marzá en persona para explicar su proyecto de aplicación suave del valenciano. Sabe que no es muy bien recibido por estas zonas y pese a que vino en son de paz, la Federación Provincial de Asociaciones de Padres y Madres ya le prepara una gran manifestación en enero contra la aplicación del plurilingüismo en la Vega Baja. Se sumará seguro el Partido Popular, Ciudadanos y Vox así que puede que el ruido llegue a Castellón.

Compromís tiene que repensar su futuro. Los sesgos nacionalistas no cuajan por el sur de la provincia de Alicante y la imposición del valenciano tampoco.

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