ALICANTE. El programa Tutoría entre iguales, expuesto este jueves en Alicante, pone a los alumnos en el centro de la ecuación para erradicar el acoso escolar a través de un sistema en el que estudiantes de cursos superiores se hacen cargo de compañeros de menor edad para ayudarles y evitar los casos de 'bullying'.
Ésta ha sido una de las opciones mejor valoradas por los expertos durante la jornada conmemorativa del Día Internacional de la Infancia que ha celebrado el Síndic de Greuges y que ha contado con la presencia del secretario autonómico de Educación, Miguel Soler; del fundador del citado programa, Andrés González y de alumnos del IES La Foia de Elche como ejemplo de buenas prácticas, entre otros.
Tutoría entre iguales se creó en 2002 y se trata de una estrategia educativa integral basada en la tutorización emocional entre alumnos, poniendo el respeto, la empatía y el compromiso como pilares básicos de su desarrollo en los centros educativos, tal y como ha explicado el Síndic en un comunicado.
Su fundador, por su parte, ha detallado que el programa ya lo aplican 700 centros en toda España, de los cuales 100 están en la provincia de Alicante, lo que supone que han formado parte de él alrededor de 650.000 alumnos; además, se está expandiendo a Latinoamérica y otros países de Europa como Francia, Alemania y Rusia.
Tiene como pilares la educación emocional y la psicología positiva, y precisa de formación específica en profesores, alumnos tutores y tutorizados, y familias, para concluir con un proceso de evaluación e intervención integral, según González.
Por ahora, los alumnos de 3º de la ESO se hacen cargo de los de 1º de la ESO y los de 5º de Primaria de los de 3º, aunque en enero de 2017 se empezará a trabajar con niños de 5 años que ayuden a los de 3 años.
"Las conductas buenas son imitables y con el sistema se crean patrones saludables que mejoran el clima de todo el centro escolar, pues no se centra exclusivamente en casos de acoso", ha agregado González.
Tal es así que, según sus cifras, a los dos años de su aplicación se reduce, de media, un 60% de los partes por incidencias y los porcentajes de alumnos que se presentan voluntarios al programa supera el 95 %, tanto en Primaria como en Secundaria.
Otro de los programas analizados ha sido el KiVa, surgido por iniciativa del Ministerio de Educación de Finlandia en 2006 y que se aplica ya en el 90 % de los colegios e institutos del país.
La profesora de la Universidad Pablo de Olavide y entrenadora oficial de KiVa, Blanca López, ha explicado que es un programa "sistemático" y "contrastado científicamente" que se basa en tres puntos de acción: prevención, intervención y seguimiento del acoso. Para ello se aborda a los alumnos de forma individualizada, se les da a las víctimas herramientas de defensa a través de la educación emocional y se trabaja en grupo y a nivel de centro escolar para erradicar estas conductas.
Por su parte, el secretario autonómico de Educación, durante su ponencia "La convivencia en las escuelas", ha abogado por eliminar la coletilla de "escolar" de la problemática del acoso, pues supera ese ámbito, así como por trabajar desde todos los estratos de la sociedad para erradicarlo: administraciones, centros escolares, familias, alumnos e, incluso, medios de comunicación. Cambiar los contenidos curriculares y la forma de impartirlos es otra de las armas para lograr una mejor convivencia en las aulas, además de crear redes de apoyo y desarrollar acciones de prevención, intervención y seguimiento, según Soler.