El entrenador valenciano, apuesta de Juan Carlos Ramírez para imprimirle al equipo la intensidad que el empresario vasco entendía que no tenía con Gustavo Siviero, deja al Hércules como noveno clasificado, a seis puntos más el golaveraje del cuarto a la finalización de la jornada 25 y con solo 13 partidos por disputarse.
Portillo, Ramírez, Carlos Parodi y Carlos Luque, quien se hará cargo del equipo a partir de este lunes, si bien se espera que el nuevo inquilino del banquillo local provenga de fuera, se reunían en las oficinas del club una vez finalizado el partido ante el Ebro para valorar la pobre imagen ofrecida por el equipo, tomando la decisión de prescindir del técnico de Manises, si bien había coincidencia en que no es el máximo responsable de lo que ocurre. A la hora en que se tomaba la decisión de despedir a Claudio, primero Óscar Díaz y luego Chechu Flores manifestaban en la zona mixta su adhesión al que en ese momento seguía siendo su entrenador, autoinculpándose de la situación del equipo.
Si Claudio cruzaba la puerta cero con el rostro serio, Ramírez no le iba a la zaga. El presidente blanquiazul, que esta vez no compareció en la sala de prensa para explicar la decisión adoptada y tampoco hizo declaraciones a pie de calle, dejó en manos del director deportivo, Portillo, la búsqueda de un recambio. El de Aranjuez confirmaba la traumática medida anunciada por el club a través de las redes sociales, aseguraba que no se da la temporada por perdida y que a lo largo de la semana se tomará una decisión respecto al nuevo entrenador, el tercero en lo que llevamos de curso, no descartando que sea por segundo curso consecutivo Carlos Luque el elegido.
