Antonio Rodes, en la presentación del Distrito Digital.Esta ciudad está necesitada de proyectos que la ilusionen, de ventanas que se abran al futuro y que nos permitan renovar los eternos debates y poder imaginar una ciudad que avanza y progresa generando riqueza en un sentido amplio. Hay que sustituir la melancolía por aquello que pudimos ser o la frustración por aquello que no fuimos, por un futuro construido con una hoja de ruta que ilusione a través de la solidez de los proyectos y las estrategias.
Por eso me veo en la obligación, en una responsabilidad que no siempre es cómoda, de reflexionar sobre la oportunidad de la subirnos al carro de la digitalización, de la economía digital, que la Generalitat Valenciana ha propuesto para nuestra ciudad, recogiendo el buen trabajo que desde hace tiempo se viene haciendo en este sentido desde entornos profesionales o universitarios, y con referentes tan solventes detrás como Andrés Pedreño o Nuria Oliver que han ido abriendo camino, incluso “evangelizando”, a través de la divulgación y de ir construyendo redes en el ámbito de la innovación, la digitalización y la inteligencia artificial.
Precisamente es en este contexto de oportunidad, de ilusión y de inmensas ganas que sucedan cosas buenas en Alacant, es donde tenemos que ser muy rigurosos, alguno llegará al extremo del escepticismo proactivo, en no caer en un nuevo “maná” de grandes luminosos, eslóganes efectistas y mucho anuncio, sin tener detrás un proyecto bien construido, transparente y desarrollado con objetivos, fases, y explicación muy cristalina de los ejes de la cooperación público-privada.
La derecha tiene el armario lleno de proyectos fantasmas, o ideas más o menos ingeniosas que no pasaron nunca de la inauguración, de la primera piedra, o de inversiones millonarias sin ningún retorno social que constituyeron el sideral agujero negro de su ruina, del desastre con que nos asfixiaron a toda la sociedad valenciana. Pero nosotros, toda la ciudadanía que estamos comprometida con el cambio y la transformación social, debemos estar y actuar en galaxias a millones de años luz de las políticas irresponsables que nos sumieron en una brutal crisis de la que todavía estamos recuperándonos, y que ha dejado zarpazos terribles en nuestra sociedad.
No, nosotros no tenemos derecho a fallar, y no lo podemos hacer porque está ciudad ya está henchida de lamentos, frustraciones y quimeras que nunca llegaron a buen puerto.
Por eso necesitamos proyecto y transparencia para que la empatía que ha provocado esta ventana de la economía digital se solidifique desde el principio con bases sólidas y visión largo alcance.
Y este tema, (y como todo el mundo habrá intuido), habló de “Alicante, Distrito Digital”, no va solo de cifras cuantitativas. Es tan importante saber que tipo de empleo se va a generar, si es empleo cualificado o no, como si en la primera fase vienen 200 0 500 trabajadores. Saber a que se van a dedicar las empresas tienen ya el compromiso de venir o como podemos hacer para que esta atracción empresarial implique un desarrollo de un ecosistema empresarial propio en la economía digital.
También es importante conocer cuando y donde se van a instalar, porque la recuperación de un espacio público como Ciudad de la Luz sigue sin estar clara, y ésta era una de las grandes bondades de este proyecto cuando se anunció, ya que supondría transformar uno de los símbolos de la ruina y el despilfarro en un activo central del futuro de la ciudad.
Y también necesitamos luz y taquígrafos en la instalación, y los costes que va a generar, de una de las sedes que se ha previsto. Sí, lo necesitamos, porque cuando determinados nombres aparecen por proyectos en esta ciudad hay que caminar con mucha prudencia, mucha prevención y mucha transparencia.
Y obviamente conocer la inversión pública que supone poner en marcha el proyecto, y mantenerlo para darle estabilidad. Como he comentado antes, proyecto y transparencia son dos valores inherentes al Govern del Botànic, y también deben serlo en este proyecto que empieza a caminar.
Pero la apuesta del Govern del Botànic, y es una magnífica apuesta, por impulsar la ciudad de Alicante como foco de atracción de la economía digital y la innovación necesita también de la máxima coherencia por parte del Govern del Botànic. Por ello vamos a elevar el Grup Municipal de Compromís en el próximo pleno de octubre que se traslade la sede operativa de la Agència Valenciana d’Innovació a la ciudad de Alacant. Eso, y que esté perfectamente coordinada con el IVACE, porque de duplicidades ya van sobradas las administraciones públicas.
Y vamos a elevar esta propuesta, porque de poco sirve repetir la idea de la bicapitalidad que tanto hemos escuchado al president de la Generalitat, si después la vemos acompañada con decisiones incoherentes como no tener la Agència Valenciana d’Innovació en la ciudad de Alacant al completo. Con su sede operativa en nuestra ciudad. Por otra parte, tal y como se comprometió el president.
Y no podemos dejar fuera de esta apuesta por la innovación al Parc Tecnòlogic de la Universitat d’Alacant, y el Parc Empresarial de Torrellano, que son otros importante focos de innovación donde hay dinámicas potentes que habrá que integrar en una estrategia coordinada. Porque, también en este tema, sería conveniente instalar la mirada autonómica pensando en la articulación de sinergias en el área funcional Alacant-Elx.
Por último indicar que no me preocupa especialmente la posición del PP en este tema. Su actitud distante con este proyecto viene de otras inquietudes menos edificantes. Su partidismo, o el comprobar que mientras se generan ilusionantes horizontes en la ciudad, sus bluff como la Zona Franca de la Dipu de los Pueblos y los Vicepresidentes duermen el sueño de los justos, o de los incapaces.
Hace tiempo que sabemos que no es el PP quien pueda plantear proyectos de transformación en esta ciudad. No lo ha hecho nunca, y no lo van a hacer ahora. Ellos se han distinguido siempre por defender intereses más privados, y en muchos casos más oscuros, y no en plantear caminos que amplíen las expectativas del futuro. Es dramático el aislamiento del Ayuntamiento de Alicante, pero debemos confiar en que si ahora no se suma a este proyecto, por el sectarismo y miopía del actual y transitorio minigobierno, como deberían hacer acelerando el desarrollo del proyecto municipal de “La Capçalera d’Innovació”, -con la obra en el antiguo Matadero-, lo haremos desde Compromís cuando la voluntad de la ciudadanía en unos meses vuelva a recuperar Alacant como ciudad del cambio.
Un cambio que debe implicar también que el Ayuntamiento no se quede al margen de las estrategias de transformación económica en la ciudad para los próximos años, que coopere codo a codo con la Generalitat Valenciana para sacar adelante un proyecto de cooperación público-privada que todos debemos empujar y apoyar. Trabajando, y eso es lo que pedimos, con proyecto, transparencia y coherencia para que valga la pena embarcar a toda la ciudad hacia un futuro que tenemos la responsabilidad de imaginar y diseñar.
Natxo Bellido
Portaveu Municipal Compromís per Alacant
